LOS MEDIUMS
León Denis
Libro: Después de la Muerte
Las facultades del periespíritu, sus medios de percepción y de separación, por muy desarrollados que estén en algunos sujetos, no pueden nunca, sin embargo, ejercerse en su plenitud durante el período de encarnación, es decir, durante la vida terrena. El periespíritu está entonces estrechamente unido al cuerpo. Prisionero en esta envoltura espesa y oscura, no puede alejarse de ella sino por algunos momentos y en condiciones particulares. Sus recursos permanecen latentes; de eso procede la debilidad de nuestra memoria, impotente para remontarse al transcurso de nuestras existencias pasadas.
Devuelta a la vida espiritual, el alma recobra la completa posesión de sí misma; el periespíritu recobra la plenitud de sus percepciones. Pueden en lo sucesivo obrar de acuerdo sobre los fluidos, impresionar los organismos y los cerebros humanos. Ahí está el secreto de las manifestaciones espiritistas. Un magnetizador ejerce una acción poderosa sobre un sujeto, provoca su separación, suspende en él la vida material. Del mismo modo, los espíritus o almas desencarnadas pueden, por la voluntad, dirigir corrientes