Archivo | enero 2023

UNA PAGINA DEL PASADO BECERRA DE MENESES

UNA PÁGINA DEL PASADO

Adolfo Becerra de Meneses

Libro: Historias de un sueño

Con la mayor repugnancia volví mis ojos hacia la imagen que tenía delante que me era objeto de estudio, una página instructiva del libro de mi largo pasado. Muy agradecido me llevó tan lejos, pero cuánta vergüenza me causaría a partir de ese momento, sabiendo que terminaría en un horrible desastre.

Cualquiera que lea una novela o un drama y le gusten ciertos personajes, llegando al punto de la trama en el que tus héroes van a ser victimizados, no prosigue la lectura y, si continúa, lo hace sin el primitivo afán y hasta con lamentable disgusto, sobre todo porque el lector es el héroe que será sacrificado. Me cumplió, sin embargo, continuar y aquí estoy sentado en la mesa de este doloroso estudio.

El familiar del príncipe, a pesar de ser sinceramente devoto de él, era un espíritu grosero y retardado, incapaz de comprender la sublimidad del amor al prójimo. Y por eso, lejos de apaciguar la furia de su amigo, fue el primero en encender el fuego.

«Si al menos yo supiese -dijo el joven, «dónde encontrar a aquel que me robó la paz… ¡Y algo superior a la paz!

Yo sé”, respondió el familiar. «Yo la vi entrar, al salir del tribunal, en la casa de una anciana, a donde sin duda se refugió, huyendo de su padre y del hombre a quien éste la diera.

-¿Tú sabes? ¡Ay, fortuna! Guíame para allá.

La luna plácida y serena, más brillante allá que aquí, en la Tierra, cuyos rayos hacían de la noche el día, ya había extendido su manto sobre lo que es para nosotros la estrella brillante En el terreno mal nivelado que rodeaba una especie de cueva, hecha de piedras superpuestas, que en ese mundo se llama hogar, estaba sentado sobre un banco de piedra tosca la figura de una mujer, a quien la gente del planeta calificaría como ángel o diva, y nosotros en la Tierra la llamaríamos bruja. De uno a otro lado de la cueva, sepultada en el silencio de la tumba, había, en lugar de árboles que defendiesen el suelo del sol abrasador, montones de piedras, unas más grandes, otras más pequeñas, en cuyas grietas anidaban repugnantes y venenosos reptiles.

El príncipe con su guía se acercó audazmente a uno de esos escondites, al mismo tiempo que el padre y dueño de la niña llegaba por el lado opuesto.

Allí estaba sentada en el banco de piedra áspera, hablando con la brillante reina del espacio,  a la que todos rendían culto y adoración.

Ella fue quien sacudió al mundo, no hace muchas horas, y encendiera la antorcha de la destrucción en el alma del que la juzgara y absolviera.

Durante mucho tiempo estuve en muda contemplación, sin sospechar que era observada, hasta que ella se levantó de su asiento y, poniendo sus manos sobre su pecho, condujo en voz melodiosa, esta oración a la diva del cielo:

«Tú que penetras los secretos del corazón humano, poderosa diosa, sabes que mi vida depende de compartir este amor loco que me devora. Ten piedad de mí y haz que él me dé tanto amor como yo guardo en mi pecho para darle. A ti te debo, madre soberana, no haber desfallecido para siempre, viéndome arrastrada a sus pies, para recibir de sus labios la sentencia de muerte.

En este punto de la oración, la sobresaltó un grito de locura, proveniente de un de los acantilados laterales. Aterrorizada, quiso correr a su cueva, juzgándose perseguida por los enemigos. Sin embargo, no tuvo tiempo de dar un paso, porque brazos fuertes la  envolvieron y la levantaron del suelo.

Desde el otro acantilado, dos rugidos ahogados se perdieron en el espacio. «Por el amor de Dios, no me robes la vida robándome mi amor», gimió la pobrecita niña creyendo estar atrapada en las garras de un cruel enemigo.

«Nadie te robará la vida mientras yo esté vivo», dijo con ternura el que la  tenia en sus brazos.

– ¡Príncipe! porque viniste a robarme el secreto del corazón que solo la luna sabe?

— Para que yo también viva, ángel de la belleza; porque sin tu amor la vida será para mí la más cruel de las torturas.

‘¿Es verdad, entonces, que me amas?

-¡Vaya! Te amo con la violencia del mar embravecido, el viento huracanado, el volcán en ebullición!

«¡ Y diciendo esto, la muchacha reclinó su frente, dulcemente, sobre el pecho de su amado, pronunciando, con tanta ternura y cariño, estas palabras, que el joven príncipe se vio transportado al maravilloso reino de sus dioses: Gracias, Madre Soberana!»

— ¡Soy tuya, tú eres mío, qué felices somos!

«Tú eres mía, yo soy tuyo», respondió dulcemente el joven, «seamos felices».

Un cacareo satánico, como el ruido del cedro viejo que se parte en pedazos a través del huracán, llenó el espacio e hizo temblar a los dos amantes.

-No es nada -dijo el príncipe recuperando la calma-, es el pájaro nocturno que va de caza

— No, querida, eso era una voz humana, un estallido de ira y desesperación.

«¿Y qué fue?» ¿Qué miedo podemos tener de la ira y la desesperación de cualquiera que sea?

«Pero yo, Príncipe, estoy sin sangre y siento un escalofrío recorriendo todo mi cuerpo, un frio de muerte.

— Ánimo, no te asustes, estoy a tu lado.

— Sí, pero me dejarás y no sé qué será de mí.

– Tómalo con calma. Incluso ausente, te defenderé de todo lo que venir de los hombres. Toma mi anillo, símbolo de nuestra unión.

En Venus, el matrimonio consiste en un acuerdo mutuo entre los prometidos, confirmado por el regalo del anillo del novio a la novia. La hermosa muchacha sintió, por tanto, revivir, recibiendo el anillo símbolo de su unión con el príncipe, respetado, venerado, adorado por todos. ¿Qué puede temer la esposa del más poderoso de los mortales?

Restaurada del susto, se disolvía en caricias amorosas, que eran correspondidas centiplicadamente.

La luna ya comenzaba a esconder su disco en las cortinas oscuras del occidente, al tiempo que despuntaba, en el lado opuesto, la luz brillante de la estrella del día estaba emergiendo, cuando los dos amantes, ahora esposos, con gran dificultad, se separaron para seguir al príncipe a sus ocupaciones.

«Estaré aquí todos los días después del anochecer», dijo el joven, «hasta que tenga todo listo para que seas recibido en la casa de mi padre.

— Apresura ese día, amigo mío, que hasta entonces me será doloroso vivir, a pesar de toda la seguridad que me das. ¡Vaya! esa risa ominosa o chirrido me sonaba indeleblemente a los oídos como un grito de muerte.

— Eres tímido, has sufrido mucho por culpa de los que te perseguían, y ya está. la razón de tu miedo. Tu posición, sin embargo, ha cambiado, y hoy ya no eres la chica desprotegida, eres mi esposa.

– Si, sí; pero me apresura el momento de salir de este escondite.

— Pues bien: hoy, cuando regrese, habré preparado para tu descanso otro rellano, donde puedes dar amor a todos tus pensamientos.

-¡Vaya! ¡Os bendigo por esta resolución, que me anima más que nada!

El príncipe la besó y se fue en silencio.

PÁGINA DE ALIENTO DIVALDO FRANCO

PÁGINA DE ALIENTO

Divaldo Franco

Libro: terapéutica de emergencia

No te lamentes de los dolores que llevaste durante los largos días de tu existencia terrestre.

La rebeldía, al no resolver el problema, lo agudiza.

La tristeza, no consiguiendo alterar la cuestión, la torna más sombría.

La depresión, no logrando equiparar la situación, más desarticula las resistencias.

La amargura, al no modificar la circunstancia, se vuelve ácido que añade aflicciones a los dolores existentes.

La angustia, al no disminuir los factores que propician los sufrimientos, más los agravan…

Esa profunda aflicción que comienza en lo más profundo del alma y para la cual no se encuentran consuelos; la soledad que te obliga a marchar entre las criaturas, anhelando compañía y ternura; el suceder de desgracias que parecen interminables; la aparición de enfermedades cáustico, no nacen de la actualidad corporal, proceden de las existencias anteriores, que la reencarnación sitúa en el camino de la evolución para disciplinar a los infractores y educar a los aprendices negligentes.

El camino actual sigue el curso que interrumpió la muerte, antes de que fuese culminada en la felicidad.

La suma de las necesidades que tiñen la alegría de vivir y las sombras de desacertadas angustias que oscurecen la clara luz del sol de esperanza constituyen la cuota disciplinaria para el proceso de evolución porque todos los Espíritus pasan a través de los tiempos.

No envidies la aparente alegría de los demás. Desconoces lo que les ocurre en el mundo íntimo, así como la parte del sacrificio que pagan para ocultar su dolor.

Jesús te concede la generosa oportunidad de crecer para la Vida, a pesar de los métodos que la Vida se sirve…

Da gracias por la ocasión y disminuye las propias necesidades, minimizando las del prójimo.

Evita desahogar tu ira con los que te rodean, con los que viven contigo, más bien, da lo mejor de ti, ganando tu prueba y no posponiendo tu momento de gloria y paz.

Bebe, alma hermana, tu cáliz de pruebas, con el gozo de que, consciente de las Leyes, atraviesa un período difícil apoyado con la certeza de que vendrá otro, sin duda, de bendiciones.

Cuando hayas cumplido con todos tus deberes, la muerte te enviará de regreso al Gran Hogar donde ya no experimentarás ningún dolor o desesperación.

Vive intensamente tu hora con los ojos puestos en el mañana de la vida y sigue adelante por el camino que trazaste con tus actos pasados, proyectando las directrices maestras del porvenir dichoso.

Alma del dolor, solitaria y triste, sal de la jaula en que te aprisionas, aunque digas que allí fuiste encarcelada, y abre la puerta de la libertad con la disposición bendecida de la ventura que te espera y debes conseguir.

Más allá de estos límites hay infinita belleza, si resolvieras alcanzarlos desde ahora.

Avanza, con decisión y, amando, sacrifica el egoísmo para que la plenitud del bien te domine en definitiva.

LIZETE

LA ADVERSIDAD MERCHITA

LA ADVERSIDAD

Para reflexionar

El sufrimiento forma parte de la vida, por ser un mecanismo de la naturaleza, a través del cual, el progreso intelecto-moral se expresa y consolida, es una ley de nuestro mundo. En todas las condiciones, en todas las edades, bajo todos los climas, el hombre ha sufrido y también ha llorado. Millares de criaturas, a pesar del progreso alcanzado se inclinan aun por el peso del dolor.

Disminuir su intensidad o calmarlo, es la gran meta de todo el que sufre. Sin embargo, el dolor no es una punición, es un excelente mecanismo de la vida al servicio de la propia vida. El forma parte de la etapa evolutiva del orbe y de todos cuantos aquí se encuentran, marchando hacia planos más elevados.

Todo esfuerzo para mitigarlo, sin la remoción de las causas, no lograra sino paliativos, postergaciones. Aunque alguna circunstancia premie al enfermo con una súbita liberación, si la terapia no alcanzo las razones que lo desencadenan, el transitará de una problemática a otra sin conseguir la salud real.

Una hija se quejó con su padre sobre su vida y lo difíciles que eran las cosas para ella.

Ella no sabía que más hacer y quería darse por vencida. Estaba cansada de pelear y luchar. Parecía que tan pronto como se resolvía un problema, surgía otro.

Su padre, un “chef”, la llevó a su cocina. Llenó tres ollas con agua y colocó cada una de ellas a fuego alto.

Pronto las ollas comenzaron a hervir. En uno colocó zanahorias, en otro colocó huevos y en el último café en polvo. Dejó que todo hierva a fuego lento sin decir una palabra.

La hija suspiró y esperó con impaciencia, preguntándose qué estaba haciendo.

Unos veinte minutos después, apagó los quemadores de gas. Sacó las zanahorias y las puso en un bol. Retiró los huevos y los colocó en otro recipiente. Luego recogió el café con un cucharón y lo vertió en una taza.

Volviéndose hacia ella, le preguntó: “Cariño, ¿qué ves? “Zanahorias, huevos y café”, respondió ella.

Él la acercó y le pidió que probara las zanahorias. Ella obedeció y notó que las zanahorias estaban blandas.

Así que le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Ella obedeció y después de quitarle la cáscara, encontró que el huevo se había endurecido con la ebullición. Finalmente, le pidió que tomara un sorbo de café. Ella sonrió mientras saboreaba su delicioso aroma.

Ella preguntó humildemente: – ¿Qué significa esto, padre?

Explicó que cada uno de ellos había enfrentado la misma adversidad, agua hirviendo, pero que cada uno había reaccionado de manera diferente.

La zanahoria había entrado fuerte, firme e inflexible. Pero después de ser sometido a agua hirviendo, se ablandó y se volvió quebradizo.

Los huevos eran frágiles. Su caparazón delgado había protegido el líquido del interior. Pero después de colocarlos en agua hirviendo, su interior se endureció.

El polvo de café, sin embargo, era incomparable. Después de haberlo puesto en agua hirviendo, había cambiado el agua.

– ¿Cuál de ellos eres tú? le preguntó a su hija.

Cuando la adversidad llama a tu puerta, ¿cómo respondes?

¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café?

“No hay mejor enseñanza que la adversidad.”

****

El amor es el antídoto para todas las causas del sufrimiento, por proceder del Divino Psiquismo, que genera y sustenta la vida en todas sus expresiones.

Iluminado por el amor, el hombre discierne, aspira, actúa, y se entrega confiado, irradiando una energía que vitaliza, gracias a la cual se renueva siempre y altera para mejor el paisaje por donde se moviliza.

El sufrimiento precisa ser superado, y el único medio de superarlo, es soportándolo.

Eso lo aprendemos solamente con Jesucristo. Jesús sintetizo en el amor la fuerza poderosa para la anulación de las causas infelices del sufrimiento y para su compensación por el bien.

Allan Kardec, a través de la observancia de las lecciones del Evangelio y de las directrices propuestas por los Espíritus Superiores, aludiendo a Jesús, presento la caridad como siendo la vía real para la salvación, la adquisición de la salud integral.

Merchita

INVERSIONES RICHARD SIMONETTI

INVERSIONES

Lucas, 16:1-13

El empresario fue informado de que uno de sus administradores le robaba.

Indignado, le dijo:

– ¿Qué es esto que oigo de ti? ¡Dame cuenta de tu administración, porque ya no puedes ser mi administrador!

¿Los empleados deshonestos son generalmente derrochadores?

Los gastadores compulsivos son candidatos seguros para la corrupción. Ellos se valen del dinero ajeno, sin ningún escrúpulo. No pocas veces, lo despilfarran todo, sin cuidarse de reservar algo para el futuro.

Eso es lo que le pasó a ese administrador.

A punto de perder su trabajo, se sintió perplejo y asustado.

– ¿Y ahora? ¿Qué haré, ya que mi amo me quita la administración? No se trabajar en la Tierra. me da vergüenza mendigar… 

Con el ingenio de los corruptos, concluyó:

-Yo ya sé lo que haré, para que cuando me despidan de mi trabajo, haya alguien que me reciba en su casa.

Llamó a varios deudores y le preguntó al primero:

– ¿Cuánto le debes a mi jefe?

– Cien medidas de aceite.

– Pues entonces, toma tú cuenta, siéntate y rápidamente escribe cincuenta.

– Y tú, ¿cuánto debes?

– Cien fanegas de trigo.

– Toma tu cuenta y escribe ochenta. Así, se fue preparando.

Se puede ver que la “vía brasileña”, que casi siempre expresa deshonestidad, es sólo un nombre nuevo, para un viejo problema que se remonta a Adán y Eva. La pareja mitológica fue expulsada del paraíso por violar un reglamento divino.

El homo sapiens‖, o ser pensante, bien puede ser definido también como un ―homo corruptos‖, o ser corrompido.

Es propio del estado de evolución en el que nos encontramos, en un planeta atrasado, gobernado por el egoísmo, en donde los intereses personales prevalecen sobre el Bien y la Verdad.

***

Comentando la parábola, dice Jesús:

— Los hijos del mundo son más hábiles en defender sus intereses que los hijos de la luz.

Hijos del mundo – aquellos que viven por intereses materiales efímeros.

Hijos de la luz: aquellos que viven de acuerdo con valores espirituales imperecederos.

Los primeros son agresivos.

No dudan en ejercer la mentira y la deshonestidad para lograr sus objetivos.

Algunos ejemplos:

La vendedora tiene dificultad para encontrar un vestido adecuado para el cliente, algo ventajoso en las formas.

El único que se acerca a sus medidas es exageradamente estrecho, rozando el ridículo.

El tendero muestra un entusiasmo artificial:

1 ¡Encaja como un guante! ¡Lindo, lindo!

Y ahí va la dama con un atuendo que le impondrá una figura triste.

El técnico verifica que no haya ningún defecto en el dispositivo electrónico. Simplemente mal contacto en un componente.

Involucrar al cliente:

-Necesitas cambiar el cabezal y el sintetizador.

Y gana algunas decenas de reales, en supuesta reparación.

El enfermo terminal está a punto de morir.

El médico recomienda:

— Vamos a admitirlo en la UTT. Habrá posibilidad de recuperarlo.

: Y la familia engañada solo prolonga la agonía del paciente, engordando la cuenta bancaria del deshonesto comerciante de la medicina.

El dueño de la gasolinera aconseja al gerente: – Añadir un diez por ciento de agua a nuestros tanques.

Y aumenta su rendimiento, en detrimento de los coches que allí lo abastecen.

En principio, los hijos del mundo tienen éxito, les resulta fácil ganar dinero con sus engaños, pero hay dos problemas.

Primero: pierden la confianza de la gente y acaban mal.

Segundo: pierden la brújula de la Vida. Están inquietos, tensos. Por no mencionar los cargos que se les harán cuando regresen al plano espiritual, en vista de su compromisos por mentir.

Los hijos de la luz van más despacio, no viven de acuerdo a sus negocios.

Atentos a los dictados de la propia conciencia rechazan iniciativas que puedan causar prejuicio a alguien o contrariar los dispositivos de la ley.

La vendedora al cliente.

– Nuestro stock está agotado. Le sugiero que busques la tienda de al lado, que tiene modelos lindos.

El técnico al propietario del aparato:

– No hubo ningún problema. Solo un enchufe de mala conexión, que ya arreglé. No, no hay nada que pagar.

El médico a la familia del moribundo:

– Llevarlo a la UTT solo prolongará su agonía.

El dueño de la gasolinera al gerente.

– No hacemos estafas.

Éstos están en principio en desventaja en la oscura jungla de los intereses humanos. Con el pasar del tiempo conquistan el espacio. Son confiables.

Y ahí está el mayor premio: las bondades divinas.

Armoniza con los ritmos de la vida, alma en paz.

Siempre estarán bien apoyados y calificados para un feliz retorno a la Espiritualidad, cuando les llegue la hora.

***

Recomienda Jesús:

Por eso os digo: de las riquezas de origen inicuo hacer amigos, para que cuando estas os falten, los amigos os reciban en los tabernáculos eternos.

Riquezas de origen inicuo son las conquistadas de forma deshonesta. Es lo que llamaríamos de dinero sucio.

Jesús dice que debemos usarlo para hacer amigos y recibir beneficios en relación a la vida eterna.

Tomándolo literalmente, imaginemos al narcotraficante, que se enriquece a costa de la adicción y la desgracia de los demás.

Piensa con sus beneficios adquiridos:

– Daré una parte de lo que recolecte a los pobres para que merezcan las bendiciones divinas.

Negativo.

Además de hacerse candidato de dolorosos rescates por el daño que está haciendo a muchas personas, está la agravante de querer comprar la justicia divina. Sus donaciones no disminuirán, en un solo centavo, el montón de sus deudas.

Sería menos malo si, reconociendo los crímenes que ha cometido, asume un compromiso diferente:

– A partir de hoy terminaré mi carrera criminal y todo el dinero que recaudé lo donaré a instituciones caritativas.

El espíritu de la parábola es más profundo.

Jesús se refiere al individuo que se multiplica en intereses comerciales; que acumula oro y poder, pensando sólo en su propio bienestar.

Incluso si obedece las leyes, su riqueza es inicua.

Para entender su pensamiento, consideremos algo fundamental:

Nadie es dueño de nada.

Todos los bienes del Universo pertenecen a

Dios.

Tanto es así que, por muy rico que sea el individuo, no tomará un solo centavo para llevar al Más allá, cuando sea convocado por la muerte, incluso si está enterrado en un ataúd forrado con oro y lleno de piedras preciosas.

El inteligente dirá:

– Lo guardaré para el futuro. Reencarnaré como el hijo de mi hijo y tendré mis patrimonios a mi regreso.

¡Pobre idiota!

Es más probable que se reencarne como el hijo de su sirviente más humilde o algo similar, para que supere el apego a los bienes materiales.

Para nuestro propio beneficio, es imperativo no olvidar que solo somos administradores de bienes que poseemos precariamente.

Si el rico sólo piensa en sí mismo, estará usando la riqueza a su favor que pertenece a Dios.

Y el caso del administrador, en la parábola Imaginemos a un millonario reconociendo esa realidad:

—Los bienes que muevo son de Dios. Haré lo mejor con ellos, favoreciendo a mis semejantes.

Entonces, riqueza que desde el punto de vista espiritual era deshonesta, porque sólo servía a su conveniencia, será depurada,   a la medida que se usa para ayudar a muchas personas.

Y el ganará amigos para la vida eterna.

Cada beneficiario de sus iniciativas será alguien dispuesto a ayudarlo, en su regreso a la patria común. Tendrás muchos testigos de que obraste con prudencia y sabiduría

***

El que es fiel en lo poco, también es fiel en lo mucho, y el que es injusto en lo poco, también es injusto en lo mucho. Pues si no fuisteis fieles con las riquezas vanas, ¿quién os confiará las verdaderas?

¿Si no has sido fiel en lo ajeno, quién os confiará lo que es vuestro? •

• Las posesiones materiales no nos pertenecen, son todas de Dios.

Y si los detenemos de manera precaria: no irán con nosotros al Más Allá.

Si no somos fieles en relación a ellos, manejándolos con desapego, en beneficio de la comunidad, cómo conquistar la riqueza inalienable, involucrando la caridad, la bondad, el amor.

***

Jesús termina la parábola diciendo:

Nadie puede servir a dos señores, porque o aborrecerá a uno y amará al otro, o apreciará a uno y despreciará al otro.

No podéis servir a Dios y a las riquezas.

No podemos pretender, ante esas afirmativas, que el hombre rico distribuya todos sus haberes, librándose de la riqueza para servir a Dios.

Estamos lejos del desprendimiento total. Porque, además de eso, dispondríamos de nuestros bienes a través del desagüe de las necesidades de otras personas y seríamos un pobre más.

Podemos servir a Dios, aunque seamos ricos, siempre que no seamos siervos del dinero, impidiéndole comandar nuestras iniciativas.

Sería hacer del dinero un medio, nunca el propósito de la vida, lo que nos esclavizaría impidiéndonos utilizarlo para el bien común.

Si nos cuesta abrir la bolsa, abramos primero el corazón.

Compadeciéndonos de nuestros semejantes, ejerciendo legítima solidaridad, aquella que sufre con el sufrimiento ajeno, no tendremos dificultad en movilizar nuestros recursos en su favor como leales administradores de Dios.

***

Hay un aspecto que merece nuestra atención.

Malos administradores de los recursos divinos que Dios pone en nuestras manos, flaqueamos ante las necesidades de los demás.

Ganemos poco o mucho, nuestras necesidades, que implican comodidad y bienestar, la seguridad y la tranquilidad para nosotros y nuestras familias parecen inagotables, movilizando todos nuestros recursos.

Por tanto, sería ideal invertir en lo que llamaríamos ahorro para la vida eterna. Establecer un porcentaje de nuestras utilidades, formando un “fondo de beneficencia».

Así, cuando seamos solicitados a participar en diversas campañas a favor de la comunidad, no habrá problema. Haremos uso del “dinero de Dios” que hemos provisto.

La experiencia demuestra que quienes lo hacen cosechan los frutos del gozo, la paz y la salud como el negocio más rentable que jamás podría proporcionarles.

Richard Simonetti

Libro: Historias que traen la felicidad

Traducido por M.C.R

EL CAMINO RECORRIDO HERNANI SANTANA

EL CAMINO RECORRIDO

Hernani Santana

Libro: Universo y Vida 

Desde que los primeros hombres surgieran sobre la faz de la Tierra, nació con ellos el sentimiento religioso, realizado por inmenso y amedrentado respeto ante las grandes fuerzas de la Naturaleza, que los hacía sentirse pequeños y llenos de temor. Ya en el primitivo clan totémico, se ensayan los primeros rituales de homenaje, cara al misterio de la muerte, y surgen los primeros tabús, que tienden a conjurar los desafíos de la vida. En plena era paleolítica, el despojos humano era inhumado en grutas, como la de Spy, cubiertos de adornos, protegidos por piedras y con la cabeza vuelta hacia el punto del horizonte por donde salía el sol. Revelando una inequívoca preocupación por la supervivencia de los Espíritus, los hombres prehistóricos depositaban a sus muertos en posición de fetos, para simbolizarles su renacimiento a una vida superior, mientras que otros están fuertemente ligados a las extremidades de los cadáveres, en un intento de evitar que los muertos se levanten de sus tumbas para atormentar a los vivos. Fue en el recinto sombrío de los sepulcros que se esbozaran los primeros templos, cuando en aquellas épocas remotas los hombres comenzaron a pintar imágenes de dioses en las paredes de las cavernas funerarias y a colocar en ellas las primeras esculturas mágicas, como las encontradas en la gruta de Tuc d’Audoubert y en la de Montespan.

Viendo en las convulsiones naturales y la fuerza salvaje de los animales indómitos la acción de divinidades enfurecidas y poderosas, y creyendo que tienen las mismas necesidades y pasiones humanas, los hombres primitivos, interesados ​​en reconciliarlos y obtener su protección, buscaron medios   y formas de complacerlos, con ofrendas y expresiones de aprecio y reverencia, dando lugar a concepciones y prácticas del politeísmo. Entonces adoran la Tierra, el Sol, las Aguas, el Fuego, el Viento, la Muerte, el Trueno, la Luna… Y poniéndose bajo la protección de alguna divinidad más cercana, poderosa y amiga, eligen a su santo patrón, consagrando su clan, luego su ciudad y finalmente su país.

Para servir continuamente a las divinidades e interpretar sus deseos, constituyeron sacerdotes, que pronto fueron elevados a una condición superior, casi sobrehumana, como intermediarios entre los dioses y los hombres. Los sacerdotes se organizan en clases y jerarquías, asumen el mando de política, guerra, comercio, cultos; crear mitología, magia, tabúes… Es, sin embargo, en la protuberancia de los templos, transformados en observatorios y dispensarios, que la Mitología y la Magia comenzaron a crear la Filosofía y la Ciencia. Las estrellas, consideradas la morada de poderosas deidades superiores, cuyas relaciones, armoniosas o discordantes, afectan favorable o desfavorablemente la vida terrenal de los hombres, llegaron a tener una importancia fundamental para los antiguos mesopotámicos, quienes crearon la Astrología, futura madre de la Astronomía y futura abuela de la Astronáutica.”

Mil años antes de que el Espíritu de Cristo bendijera los paisajes del mundo, los mesopotámicos dividieron el círculo en 360 grados, el año en 12 meses, la semana en 7 días y el día en 24 horas; usaban escritura cuneiforme en la contabilidad de sus templos y componían libros de medicina, geografía, derecho y comercio, en tablillas de arcilla.

A medida que esta brillante civilización se desarrollaba en el rico desierto de Mesopotamia, en el exuberante valle del Nilo, cubierto de campos de trigo y viñedos, otra estructura social reflejaba la más alta graduación de iniciación en los grandes misterios de la vida y la muerte. Cerca de Memphis, la gran universidad sacerdocio de Heliópolis creó toda una cosmogonía simbólica, y cubriendo con los velos de nociones alegóricas trascendentales de la metafísica, enseñó al pueblo que Atún, el Espíritu, emergiendo de las aguas de Núm. creó el Té, el Aire, y Tafnet, el Vacío, de cuya unión Geb, la Tierra, y Nut, o Céu; que después uniéndose a Nut, Atún dio nacimiento a Rá, el Sol, cuyo poder fue contestado por la serpiente Apófisis y por la maga Isis, apoyados por otros dioses menores; que para vencerlos, Rá envió al mundo la diosa Hator, mas esta se hoyo con tanta crueldad que Rá, disgustado, se desligo de los dioses y de los hombres y se retiró para el Céu; que más tarde, Osiris, asesorado por los dioses Anúbis, el Chacal, y Upuat, el Lobo, conquisto la Tierra, fue asesinado por Tífon, su hermano, más resucitó gloriosamente; que entonces Horo, su hijo y sucesor, encarnándose en el Faraón, lo divinizó.

«El Faraón es dios» — dice Aegerter, en su pequeño y excelente libro «Las Grandes Religiones». Y acentúa: «Él se convierte en dios no simbólicamente, sino sustancialmente, tan pronto como los ritos de coronación lo transforman en Horo, y desde la VI dinastía, provisionalmente, bajo la reserva de que dará cuenta de sus acciones a Osiris antes de entrar al Paraíso. Él es, por lo tanto, el pontífice por excelencia, el único sacerdote capacitado para oficiar en el templo, siendo los demás sólo sustituto suyo, nombrando delegados en los templos a los que él no puede asistir. Como tal, cada mañana rompe el sello de arcilla del santuario, despierta la estatua del dios, la purifica, la baña en perfumes y tintes, la revive soplando en su boca y él mismo recibe en ese beso el influjo de vida que desciende del cielo. (…) Al mismo tiempo, en todo Egipto, los delegados del faraón repiten los mismos gestos, las mismas palabras, ante sus dioses particulares. Después de su muerte, él también tendrá su templo y su culto. (…) Esta idea de supervivencia, ligada a ritos precisos, curiosamente desarrollado, como demostró Moret, con la evolución política que condujo a la transformación de la monarquía absoluta en socialismo de estado. Desde el principio, sólo el rey el difunto pasó por el rito de la momificación y, como representante de todo Egipto, entró en el Paraíso; esta deificación solitaria fue suficiente para esparcir por todo el país los beneficios divinos. Estos ritos se extendieron más tarde a la familia real, a los sacerdotes y finalmente al pueblo, como las diferentes castas adquirieron mayor importancia social. El escriba, o el trabajador egipcio, entrando en el marco del socialismo de estado, al mismo tiempo entraron en el cielo. Inmerso su cuerpo en natrón, se convertirá en dios como Ra». Llegado en el siglo XIII, antes del advenimiento del Señor, el Excelentísimo Maestro ordena, en el Infinito, el descenso a la Tierra de uno de los más grandes Espíritus que ha conocido el mundo antiguo: — Moisés, el Legislador. Su historia humana es bien conocida y no nos detendremos en ella, aunque merecen nuestro mejor homenaje a sus padres terrenales, Amran y Jocabed, el sacerdote Jetro, el dulce Sófora y el justo Aarón. Nada diremos ahora de los conocidos episodios históricos que se desarrollaron en Egipto, involucrando al pueblo hebreo, ni de la extraordinaria riqueza de la historia de este pueblo. Lo que nos importa aquí es algo que se superpone a todo lo demás, que todo lo demás reemplaza: – la dispensación divina magnánima que fue la concesión, al mundo, de la Primera Gran Revelación.

El Decálogo, que recibió Moisés en el Sinaí, fue el primer mensaje mediúmnico directamente transmitida, sin intermediarios, a los hombres terrenales, por Espíritus Angélicos, en el nombre y por orden de Cristo. Para momentos de gloria inolvidable, la Corte Celeste estuvo presente en la Corteza de la Tierra, trayendo al suelo planetario, por primera vez, la maravillosa impregnación de vibraciones sublimes, tan poderosas y sublimes, que quedaron para siempre en nuestro suelo y en nuestro aire, como sello de fuerzas vivas, garantizando soporte magnético a la marcha evolutiva de nuestra Humanidad.

Los Diez Mandamientos, de origen crístico, son el gran y sólido fundamento sobre el que se construyeron los cimientos de la Civilización del Espíritu, que aún hoy se encuentra en construcción. Ese código, de majestuosa grandeza, fue de una importancia tan decisiva para el mundo que es imposible ignorarlo o minimizarlo, a pesar de ciertas connotaciones temporales que las necesidades de la época le insertaron, pero que no empañaron su magnificencia. Ni siquiera los prejuicios de los saduceos o de las manipulaciones farisaicas lograron oscurecerlo. Era la santa Carta de Justicia, del mismo modo que el Evangelio de Jesús vendría a ser el soberano mensaje del Amor Divino.

A lo lejos, en los asentamientos de la antigua India, quince siglos antes de la era cristiana, los

Textos védicos, de trascendente belleza e inspiración mística, seguidos más tarde por los Aranyakes y Bra-manas y más tarde por los Upanishads. Por desgracia, toda esa espléndida dulzura degeneró en un brahmanismo orgulloso, que dividió la sociedad en castas y otorgó privilegios abusivos a la casta sacerdotal. En conflicto ante tal indigencia moral depredadora, Cristo, en su magnanimidad, dio a luz al mundo, en la casa principesca de los Sachyas, el gran Siddhartha, quien, asumiendo la condición de Buda, buscó reavivar, en las plagas de Oriente, las luces eternas de la piedad y la justicia. Reaccionando violentamente a la predicación budista, los brahmanes no descansaron hasta que lograron socavar seriamente el budismo en el siglo VII y finalmente expulsarlo del mundo.

India en el siglo XII. Sin embargo, para lograr esto, tuvieron que reformar la doctrina brahmánica misma, haciéndolo menos duro y menos injusto, hasta que se convirtió en lo que se conoció como hinduismo.

El Divino Administrador de la Tierra no había olvidado, en todo esto, las numerosas colectividades que vivían en las vastas extensiones de China y el Lejano Oriente. También allí, los Mensajeros Celestiales animaron vigorosos cultos, de tierno y afectuoso respeto a los muertos, manteniendo vivas las ideas de supervivencia y reencarnación. Seiscientos cuatro años antes de nuestra era, el exaltado Lao-Tzu nació en la corte de los Tcheu. Su noble predicación, hecha de ascesis y esperanza, estuvo siempre dirigida hacia el ideal de la perfecta armonía, hija del amor universal y de la verdad sencilla. Un poco más tarde, el generoso Confucio, nacido en el año 551 a.C., reforzaba en el espíritu de su gente el aprecio por la pureza de las costumbres y el respeto a los antepasados, en un mundo que debe regirse por leyes morales.

Al mismo tiempo, Zaratustra enseñó en Persia la unidad divina y la fraternidad humana, la resistencia al mal y la victoria final del bien. Retrató la lucha por la evolución, en la obra creativa de Ormuzd y en la oscura oposición de Ahriman; habló de los poderes oscuros de Azidaaka, pero informó que Keresaspa lo vencería y Saochzant renovaría todas las cosas. Como siempre sucedía, el pueblo pronto olvidaba las elevadas lecciones de Zaratustra, pero un día el Cristo, siempre generoso en su amor inagotable, enviaría a Manes a Babilonia, hacia el año 215. Sus crueles adversarios lo desollaron vivo, pero el ejemplo de su fe encontraría eco en el corazón occidental de los albigenses.

Entretanto, desde tres mil años antes de nuestra era, florecieran en Egéia otras civilizaciones.

Los cicladios trabajaron el cobre, el bronce y el oro, desarrollaron la agricultura y la pesca; los cretenses, influenciados por los mesopotámicos y los egipcios, usaban monedas, producían cerámica y textiles, cultivaban trigo, olivos y vides; los aqueos fundaron la civilización micénica y dieron origen a los jonios y eolios; los dorios dominaron el arte de usar el hierro y fabricaron el surgimiento de las Ciudades-Estado, de tan fundamental importancia en la historia griega. En el mediterráneo al este, los fenicios establecieron prósperos centros de comercio e inventaron el alfabeto.

En las colonias jónicas de Asia Menor, entre los siglos X y VII a.C., nace la literatura griega: ciclos de cantos y sagas, continuamente enriquecidos por el aedos, del que la posteridad guardó, como preciosas reliquias, la Ilíada y la Odisea de Homero y los clásicos de Hesíodo: «Los trabajos y los Días» y la «Teogonía», de valor incalculable. Aparecen ciudades importantes: Siracusa, Bizancio, Massilia, Cirene. La realeza pierde la vitalidad, se torna anual y accesible a todos los nobles, los aristoi que lideran el genos y dominan la polis. Se fragua la plutocracia y la oligarquía; se instituyen los Juegos Olímpicos; se legaliza la tiranía…

El pensamiento, sin embargo, evoluciona. En Mileto, Tales, Anaximandro y Anaxímenes, liberándose de la mitología, buscan una naturaleza, un physis, para todas las cosas. En Éfeso, Heráclito, el Obscuro, habla de un universo hecho de transformaciones y defiende el gran equilibrio por la harmonía de los contrarios. En Eléia, Xenofanes, Par-mênides, Zenão, Melisso, Empédocles e Anaxágoras establecen bases racionales para la Ontología y para la Lógica, y la diferencia entre opiniones (doxa) y certeza (episteme). Protágoras, Pródico y Gorgias, los sofistas, denuncian el carácter convencional de las instituciones sociales, desarrollan la retórica y formulan los fundamentos del espiritismo de escepticismo, subjetivismo, relativismo, pragmatismo y hedonismo. Demócrito presenta el postulado de la estructura atómica de la materia y Leucipo construye el postulado de la causalidad natural de los fenómenos naturales.

Desde el 469 a.C. Hacia el 399 a de C, la figura exponencial de Sócrates domina el escenario humano. El reclama que el conocimiento es posible y que su fin supremo es el alma misma. «Conócete a ti mismo «, repitió. Partiendo de la «ignorancia aprendida», que no sabe nada de saber, siempre utilizó el diálogo para hacer que sus interlocutores lleguen a todas las conclusiones por sí mismos. Se valía de la ironía para derribar prejuicios y falsas ideas; y de la maiêutiea, para revelar verdades latentes en el espíritu humano, operando así el «nacimiento de las ideas». De esta forma, llevó el pensamiento filosófico de la Cosmología a la Ética, pues enseñó que sólo en el Bien hay Sabiduría.

Platón, discípulo de Sócrates, se preocupó por la construcción del Estado Perfecto, gobernado sólo por los más sabios y dignos. Expuso y defendió la idea de la preexistencia de alma y reencarnación, conocimiento como reminiscencia de realidades vistas en el mundo espiritual y olvidado bajo el impacto de la inmersión en la esfera carnal.

Aristóteles, discípulo de Platón y preceptor de Alejandro, fundó el Liceo, en la Escuela Peripatética, donde desarrolló sus ideas de búsqueda de la verdad a través de la experiencia. Continuado y revivido por sus discípulos, su pensamiento se encarnó en el aristotelismo, una doctrina filosofía que atravesaría los siglos y ejercería una poderosa influencia, hasta el apogeo de la filosofía período medieval, cuando las versiones aristotélicas de los árabes Avicena y Aberrees estaban en boga y eran elaboradas síntesis de gran repercusión, entre aristotelismo y cristianismo, por Alberto Magno y Tomás de Aquino.

Luego vinieron los llamados «pos platónicos». Diógenes y Antístenes, injustamente llamados «cínicos»; Aristicus y los Ciernaics; los «estoicos» Séneca y Zenón; «Epicúreos» y «escépticos»; Filón, Plotino y los «neoplatónicos». Euclides funda, hacia el año 300 a.C., la Escuela de Alejandría y elabora la obra «Elementos», la primera recopilación formal de conocimientos matemáticos en Occidente, que desde hace más de veinte siglos sería el texto principal para el estudio de la geometría; Arquímedes descubre las leyes de la fluctuación de los cuerpos, creando la Hidrostática; Eratóstenes realiza, sin instrumentos, la primera medición de la circunferencia de la Tierra; Aristarco explica la razón de las estaciones climáticas y demuestra que la Tierra gira alrededor de un eje inclinado; Hipparchus estima la distancia y el tamaño de la Luna y el Sol. Pero fue sólo en el segundo siglo después de la peregrinación terrenal de Jesús, que el griego Claudio Ptolomeo estableció, con su Almagesto, las bases de un sistema de mecánica celeste, y en el siglo IX después del Maestro, el árabe Al-Khowarizmi formuló la teoría de los números.

Estamos ahora en el siglo VI. Desde lo alto de su trono de luz y trabajo, el Señor contempló su cosecha y decidió que había llegado el momento de reforzar sus divinas lecciones y expandir los reinos de la fe y el amor. Elige, pues, a uno de sus Apóstoles más queridos, Espíritu amplio y enérgico, decidido y hábil, y le da la misión de llevar a los árabes al redil del Evangelio. Conservando en su alma la elevada visión de las alturas de la vida, Mahoma encarnó en La Meca, en el año 570. A la edad de cuarenta años, después de una larga preparación, recibe la visita de un emisario celestial, lo que le recuerda su honroso compromiso y le anima a iniciar su apostolado. Sublimes recuerdos espirituales traen hermosos estímulos al alma; pero, limitada a la estrechez de la carne y aparentemente sintiéndose a la deriva, entre fuerzas contradictorias, presta oídos atentos a los poderes del mal. . . En su obra mezcla lo divino y lo humano, la luz y las sombras, la verdad y la error, misericordia e intolerancia; permite intereses a corto plazo, plagados de violencia y codicia, se entrometen en su pensamiento y oscurecen sus más nobles inspiraciones.

La decepción del Colegio Celeste es dolorosa y profunda. El Amigo de Jesús había fundado, en la Tierra, un Estado teocrático e imperialista, infinitamente alejado del sueño de amor y paz que había soñado en Galilea! Él, sin embargo, volvería más tarde al polvo de los caminos terrenales, en sucesivas peregrinaciones de reajuste; y en la humildad y en el dolor, volvería a ponerse en condiciones para nuevos servicios de construcción y verdad.

Experimentaría en su propia alma las consecuencias de su debilidad, y dando ejemplo de extrema dignidad, se dejaría masacrar por las hordas de sus propios seguidores. . . En la estela de la historia, los Espíritus aún nos conmoverán profundamente, mostrándose, modestos y activos, siempre apoyados por sus indefectibles Amigos Espirituales, para construir, laboriosa e incansablemente, con la ayuda de su fiel Cadija, la monumental reinterpretación de » Los Cuatro Evangelios”…

Una Lección de la Historia, que los hombres terrestres aún no han aprendido, es que nuestro mundo, como todos los demás mundos del Universo, tiene realmente un Gobierno Espiritual, eficaz y fuerte, pero tolerante y compasivo; un Gobierno Providencial, que preside, en nombre y bajo la inspiración del Divino Padre, para la evolución de todos los seres terrenales, y que, en este señor proteccionista y educativo, comprende, tolera y renueva, sin cesar, lecciones y oportunidades; pero que, no por eso deja el orbe a la matraca, ni permite que la insensatez y la maldad humanas subviertan, más allá de límites tolerables, el orden de la vida. Un simple análisis de los hechos no permite, en este momento, respeto, cualquier duda. Siempre que la irresponsabilidad, la codicia o la perversión amenazan seriamente la estabilidad de la existencia en el planeta, el Cielo intervino ostensiblemente, con medidas eficaces y oportunas, para recomponer la armonía rota.

Cuando, por tanto, el exceso de abusos de la Iglesia Romana se desbordó en permisividad sin frenos y simonía oficial, el Señor de la Seara determinó la encarnación, en la Tierra, de eminentes y enérgicos Espíritus Reformadores, responsables de detener la avalancha de vicios que comenzó a ahogar, en Europa, la conciencia clerical. No acostumbrados a recibir fuertes críticas y escudada en la intolerancia y la impunidad, la Iglesia quemó vivo a Girolamo Savonarola en 1498, pero diecinueve años después tuvo que hacer frente a las protestas de Martín Lutero, en la Cuestión de las indulgencias. Esta vez, el Vaticano no tuvo la fuerza, ni moral ni política, para sofocar la reacción a sus demandas. Los poderosos rivales del poder papal aprovecharon la oportunidad y transformaron el movimiento religioso en una reivindicación política, bajo garantía militar.

Impidiendo que los sacerdotes quemasen a Lutero, como lo hicieron con todos los herejes, Federico de Sajonia guardo en su castillo de Wartburg. Alberto de Brandeburgo disolvió la Orden Teutónica y fundó, con sus tierras y sus bienes, el Estado de Prusia. Pronto, la disidencia sería institucionalizada doctrinalmente por la Confesión de Augsburgo, escrita por Phillip Melanchthon. Ante la reacción armada de Carlos V y los príncipes católicos, los protestantes formaron la Liga de Smakalde y comenzaron las guerras religiosas. El movimiento reformista, sin embargo, no se detuvo.

Zuinglio murió en la Batalla de Kappel, pero sus discípulos continuaron en Suiza sus ideas que, aunque algo cambiadas, terminaron triunfando, en ese país, bajo el liderazgo de João Calvino. Lástima que su intransigencia causara tantas víctimas y que fuera a contarse entre ellas, el gran erudito español Miguel Servet, autor de invaluables estudios sobre la circulación de la sangre. En Escocia, John Knox se destacó en la introducción de la Reforma, y ​​en Inglaterra, Henry VIII establecería el anglicanismo.

Reconociendo la necesidad y urgencia de profundas reformulaciones en la Iglesia Romana, el Papa convocó el Concilio de Trento, que duró, con interrupciones, de 1545 a 1563, y, además de mantener los dogmas católicos, instituyó seminarios para una mejor formación cultural de sacerdotes La mayor preocupación de la Iglesia era, sin embargo, la lucha contra los protestantes y no su propio retorno a la humildad cristiana. De hecho, las providencias renovadoras del Cordero podrían prescindir de una reacción violenta de los Dragones. Fue bajo su inspiración y mando que Ignacio de Loyola fundó, en 1534, la Compañía de Jesús, las guerras de religión ensangrentaron Europa y Catalina de Medici ordenaron la Masacre de San Bartolomé.

Emisarios del Anticristo, poderosamente apoyados por las fuerzas de las Sombras, perpetraron, en ese momento, los crímenes más horribles. Felipe H ocupó el trono de España. Torquemada y Cisneros dirigía   impunemente una sangrienta represión de la libertad de conciencia. Las almas heroicas, sin embargo, no faltaron en la Tierra, dando los más bellos ejemplos de activa virtud e imperturbable fidelidad a los ideales evangélicos. Teresa de Ávila y João da Cruz fueron luminosos exponentes Incluso cuando la oscuridad parecía dominar el firmamento del mundo, la llama inextinguible del Bien nunca se apagó en la Tierra.

El tiempo pasa… La escolástica aparece en las universidades europeas de la Edad Media y con él el Tomismo, pero poco después, en los siglos XV y XVI, Nicolás de Cusa superpone Concilio al Papa, y, mientras Maquiavelo defiende el poder de los príncipes, Montaigne predica la necesidad de la justicia, incluso al precio del sufrimiento, y de la verdad, incluso al precio de la duda.

Giordano Bruno fue quemado por la Iglesia como hereje, pero el «De Revolutionibus Orbium Coelestium», que Nicolás Copérnico había publicado en 1543, establecería definitivamente la teoría heliocéntrica del sistema solar.

A partir de entonces, en ese rincón del tiempo, comenzaría una nueva era para el pensamiento humano. Gerhard Kremer, con su «proyección de Mercator», estableció la cartografía y Galileo Galilei descubrió las leyes del movimiento. «De Magnete» de William Gilbert constituyo preciosa base para todo trabajo futuro sobre magnetismo y electricidad; João Kepler dio a conocer las leyes fundamentales del movimiento planetario y John Napier inventó los logaritmos.

El siglo XVII amaneció con luces para la inteligencia humana. En 1620, el inglés Francis Bacon ofreció, con el «Novum Organum», la primera teoría formal de la lógica inductiva; René Descartes formuló la geometría analítica y, a partir del principio de que «dudar es pensar», llegó a su «Pienso, luego existo», y concluyó por la aceptación racional de la idea de la existencia de Dios. Torricelli inventó el barómetro; Boyle distinguió entre elemento químico y compuesto químico, e identificó las leyes que rigen la relación entre presión y volumen de un gas. Blaise Pascal, filósofo, matemático y místico, tras importantes estudios sobre Probabilidad, Hidrodinámica e Hidrostática, sentó las bases de la Hidráulica.

Brillando exponencialmente en el firmamento de la inteligencia, surge Isaac Newton y se eleva con él la Teoría de la Gravitación, la sistematización de la Mecánica y el Cálculo. Sus estudios abarcaron la naturaleza de la luz y los colores y se extendieron por los dominios de las matemáticas, la óptica, química, mecánica, dinámica, teología e incluso ocultismo. La humanidad le debe la derivación de las leyes de Kepler; el concepto de Fuerza, expresado en las tres leyes fundamentales del Movimiento; la Teoría Corpuscular de la Luz y el Teorema del Binomio.

El progreso avanza, a un ritmo acelerado. Olaus Romer mide por primera vez la velocidad de la luz; Christian Huygens propone la Teoría de la Naturaleza Ondulatoria de la Luz; Stephen Gray descubre los aislantes de las corrientes eléctricas, y Du Fay identifica y distingue la electricidad positiva de la electricidad negativa, estableciendo la ley fundamental de las cargas eléctricas.

En el campo filosófico, John Locke ideó una doctrina de empirismo experimental; Thomas Hobbes forjó una Teoría del Pacto Social que condujo al absolutismo monárquico justificado; Baruch Spinoza concibió su visión panteísta de la sustancia dadora de vida universal y Gottfried Wilhelm Leibniz habló de las mónadas primigenias.

Un notable fermento ideológico estimulaba continuamente a los pensadores.  David Humé especulaba sobre un instinto natural indestructible por la reflexión, mientras que George Berkeley consideraba que todo deriva de una Inteligencia Ideal y Divina.

El espíritu humano se libera de dogmas vanguardistas y rancios. Montesquieu publica «El Espíritu de las Leyes»; Helvetius escribe «Sobre el hombre»; La Mettrie compone la «Historia natural del Hombre» y «El Hombre Máquina»; Holbach divulga el «Sistema de la Naturaleza»; Voltaire formula llamamiento elocuente: — «Venid, valiente Diderot e intrépido D’Alembert, uníos; … derrotemos a los fanáticos  y bribones, destruyamos las declamaciones insípidas, los sofismas viles, la historia mentirosa, … los disparates sin cuento; no dejemos a los que tienen buen juicio bajo la sujeción de los que no lo tienen; ¡y la generación que está naciendo nos deberá su razón y su libertad!”. Esa llamada ya encuentra a ambos trabajando. De 1752 a 1772, volumen tras volumen, publican la «Enciclopedia». Rousseau conmueve el alma francesa y sienta las bases de la Escuela Nueva. En el fondo de la prisión, Condorcet produce la «Tabla Histórica del Progreso del Espíritu Humano» y Chateaubriand da luz «El genio del cristianismo».

Para el honor de la Humanidad, Immanuel Kant, brillante crítico, trabajador incansable y fructífero de pensamiento. Metódico y disciplinado, sólo suspende sus paseos diarios bajo los tilos, para leer a Rousseau. El mundo recibe de sus manos «La Crítica de la Razón Pura», la «Crítica de la Razón Práctica», la «Crítica del Juicio» y el «Fundamento de la Metafísica de la Moral». Utiliza la Razón para llegar de la duda a la certeza sobre la Ley del Deber, sobre la existencia de Dios y sobre la inmortalidad del alma.

La ciencia avanza. Cárolus Lineaos publica «Sistema Natural» y funda Taxonomía; Antaine Lavoisier descubre la verdadera naturaleza de la combustión; Karl Gauss sienta las bases de la Geometría No Euclidiana; James Hutton, con su «Teoría de la Tierra», abre el camino a la Geología moderna, y Joseph Proust descubre la ley de las proporciones definidas de los elementos, por peso, en los compuestos químicos.

Mientras Schopenhauer, incomprendido y atormentado, valora la voluntad, en un mundo de la representación y Comte funda el positivismo, John Dalton redescubre la constitución atómica de la materia, William Smith establece la geología estratigráfica, Hans Christian Oersted descubre electromagnetismo, Georg Ohm formula la ley de la conducción eléctrica, Friedrich Wohler logra la primera síntesis de un compuesto orgánico obtenido a partir de un material inorgánico, Michael Faraday descubre la inducción electromagnética, Julius Mayer, James Joule y Herman Helmont deducen la ley de la conservación de la energía.

Los cultivadores de la historia humana no ocultan su admiración y perplejidad ante la asombrosa aceleración del progreso mundial, a partir del siglo XVII, en todos los campos de inteligencia – en ciencia, filosofía, artes y técnicas. Todos los departamentos del conocimiento y el trabajo humano se iluminan y amplían. Es que había sonado, en el Infinito, la gran hora en que los Cielos se abrirían para que descendiera a la Tierra el Sublime Paráclito, el Espíritu de la Verdad, el Consolador que Jesús había prometido a la Humanidad y que vendría a ella, para con ella ¡quedarse para siempre! Del antiguo y glorioso Egipto, de la venerable India, de la antigua China, de la antigua y sabia Grecia, de la culta Roma imperial, acuden en masa los Espíritus más generosos y más lúcidos bajo la égida de Cristo, que inauguraron en el mundo una nueva era de verdad y de luz. 

Con el permiso divino del Padre Eterno, el corazón amoroso de Jesús daría a los hombres la Tercera Revelación. El espiritismo debía ser codificado. El intercambio espiritual entre los «muertos» y los «vivos», los desencarnados y los encarnados, siempre ha existido, vigorosa y constante, en todas las edades del mundo, pero ahora sería despojada de los velos de ignorancia y misterio, mostrada abiertamente, en todo el esplendor de su realidad, explicada y comprendida, sistematizada y estudiada, cultivada y practicada en dimensiones inusuales de conciencia y grandeza, como prenda de una nueva y eterna alianza entre la Tierra y el Cielo.

Para poder recibir y comprender el Mensaje Excelso, la Humanidad necesitaba liberarse de viejos dogmas, emancipar el pensamiento, conquistar nuevos estadios del conocimiento científico, desarrollar mejores posibilidades de comunicación y difusión cultural.

Por eso, el Gobierno Espiritual del Planeta convocó a la valiosa colaboración de científicos y filósofos, navegadores y estadistas, técnicos, artistas, pensadores. Como, sin embargo, nada realmente grande se construye sin la entrega y renuncia de almas generosas, dispuestas a ofrecerse en holocausto al progreso y al bien común, el Divino Maestro abrió, en las Alturas, el voluntariado del sacrificio, para los pioneros de la Mediumnidad… Innumerables Espíritus abnegados se inscribieron en esa legión de desprendidos y la Historia ha conservado con cariño nombres como Swedenborg, Davis, Cahag-net, Fox, Hayden, Hauffe, Cottin, Maginot, Mireille, Cook, Paladino, Home, Colignon…

La noche del 31 de marzo al uno de abril de 1848 marcó, en la casa de Fox en Hydesville, el comienzo de una nueva época de fenomenología espectacular, insistente, ostensiva, que se impuso a la atención general, causó sensación en los Estados Unidos, elevó la opinión pública en Inglaterra y Alemania y se hizo popular en Francia. Hippolyte Leon Denizard Rivail, discípulo de Pestalozzi, tomó conocimiento de los hechos, los verificó personalmente en 1855, los estudió objetiva y detalladamente, se convenció de su realidad, buscó su causa y dedujo su significado; investigo, trabajo. .. Entonces apareció la primera edición de «El Libro de los Espíritus». Que fue el 18 de abril de 1857. Era el Espiritismo.

Ahora, el codificador solo vive para la codificación. Inspirado y sostenido por las primicias Celestes, solo fue idealismo, trabajo y desinterés, hasta la muerte. El equipo de colaboradores terrenales también es de primer orden y continúa en la tarea de consolidar la Doctrina. La misma línea de desprendimiento y sacrificio del honesto librero Didier y la dedicada Sra. Boudet, surge la perspicacia, el coraje y la fidelidad de Leymarie. La luz brilla sobre la bendita pluma de Denis, Flammarion, Delanne, Bozzano, Geley, Aksakof, Roustaing…

Ante la magnificencia de la Nueva Revelación, las inteligencias brillantes se inclinan admiradas.

Testimonios insospechados y respetables aplauden la revelación de la inmortalidad: — Juez Edmonds, ex presidente del Senado y la Corte Suprema de los Estados Unidos; A, de Morgan, presidente de la Sociedad Matemática de Londres; el sabio William Crookes; el astrónomo alemán Zollner; los profesores Ulrici, Weber y Seckner, de la Universidad de Leipzig; el filósofo Carl du Prel; el vizconde español Torres-Solanot; el criminalista italiano Lombroso; el astrónomo Schiaparelli, director del Observatorio de Milán; el físico Gerosa; el fisiólogo de Amicis; los profesores Boutlerow y Ostrogradsky de la Universidad de San Petersburgo…

Sin embargo, los príncipes de las tinieblas llevarían al obispo católico de Barcelona a prender y mandar quemar ilegalmente en la plaza pública unos trescientos volúmenes de obras espíritas, que fueron incineradas solemnemente el 9 de octubre de 1861. entonces un hecho mucho más grave, en la propia Francia, cuya Séptima Cámara Correccional de París condenó a prisión al inocente y digno Pierre-Gaêtan Leymarie, en un proceso de lamentable repercusión, iniciado el 16 de junio de 1875 y conducido tendenciosamente por el arrogante juez Millet; proceso escandaloso, que abaló, ante un público mal informado, el buen concepto de la Doctrina de los Espíritus.

La verdad es que esos dolorosos acontecimientos y sus tristes consecuencias no huían a la lógica de una reacción desesperada de los intereses creados que Espiritismo naturalmente hería, con sus principios y sus consecuencias de la integridad moral. Si fuera una simple compilación de fenómenos, sin mayores consecuencias éticas, quizás podrían ser tranquilamente aceptados, admirados e incluso practicado, sin afectar la conciencia y sin cambiar los hábitos de las personas; pero por el contrario además de eso, el obligaba, a través de su filosofía y de sus fundamentos evangélicos, un claro e inequívoco compromiso de renovación para el bien verdadero, para el amor desprendido e incondicional, para la fraternidad pura y para la justicia perfecta. Abalaba, de ese modo, todas las estructuras braseadas en el egoísmo y en la vanidad, en el orgullo y en la codicia. Así les parece a muchos demasiado incómodo e incluso incompatible con la naturaleza de una civilización basada en el placer propiedad irresponsable y exclusiva.

En la Europa del siglo XIX, el Espiritismo no pudo florecer, pero su generosa siembra y fructífero germinó en Brasil y aquí se hizo árbol frondoso y fructífero. Firmemente implantada en la Tierra de Santa Cruz, desde aquí comienza a irradiar su luz sobre el mundo entero, hasta que, superada la tormentosa noche que amenaza con caer en este fin de siglo, amanezca con el nuevo milenio una nueva era.

La respuesta del Anticristo al nuevo Pentecostés de claridades eternas no se hizo esperar. Karl Marx fundó el materialismo dialéctico y allanó el camino para el bolchevismo ateo. Frederick Nietzsche desarrolló la teoría del superhombre, exaltando la voluntad de guerra, la superioridad y de dominio, y creando condiciones para el racismo intolerante de Rosenberg y para el nazismo de Hitler

Los vuelos de la Ciencia, sin embargo, no se detuvieron. Por cierto, mucho antes del nacimiento de Rivail, Christian Friedrich Samuel Hahnemann creó la homeopatía en 1796. Ahora, del medio a fines del siglo XIX, Clausius publica la Segunda Ley de la Termodinámica; Kirchhoff crea espectroscopia; Frankland conceptualiza la valencia química; Boole, con su álgebra, da origen a la lógica Matemáticas; Maury funda Oceanografía; Edison produce la primera bombilla incandescente práctica, con un filamento de carbono y Darwin publica su monumental «El origen de las especies por camino de la selección natural».

La reacción positiva contra el materialismo filosófico tiene su lugar en el evolucionismo de Spencer; y, en contraste con el Utilitarismo de Mill y el Pragmatismo de William James, Henri Bergson dedica a la Intuición la brillantez de su inteligencia.

El tiempo transpone a mediados del siglo XIX, pero el progreso no se detiene… James Maxwell estructura la teoría matemática de la radiación electromagnética; Gregory Mendel formula las leyes fundamentales de la Genética; Mendeleev divulga la ley periódica y la tabla periódica de los elementos; Georg Cantor emite los conceptos de Matemática Transfinita y desarrolla la Teoría de Conjuntos, base de la Matemática Moderna; Svante Arrhenius fundamenta el concepto de ionización. En los últimos años del siglo XIX proporcionarían aun grandes avances en el campo de la Ciencia. Ludwig Lejzer Zamenhof lanza el Esperanto; Louis Pasteur, viendo victoriosa su teoría microbiana, funda su Instituto; Marconi comprueba públicamente la viabilidad del telégrafo sin hilo, valiéndose de los descubrimientos de Hertz sobre la propagación de las ondas magnéticas; Roentgen descubre el Rayo X; Becquerel y los Curie hacen notables descubrimientos sobre la radiactividad; Thomson descubre el electrón y Planck publica el postulado de la Teoría Cuántica.

En los dominios de la Filosofía, el siglo XX trae profundas transformaciones. Delante del Círculo de Viena, Bertrand Russell y Rudolf Carnap desarrollan teorías neopositivistas y reducen los estudios filosóficos a hechos científicamente comprobables y lógica matemática. Edmundo Husserl introduce la Fenomenología; Kierkegaard, Heidegger y Sartre concibieron y difundieron el Existencialismo; Ferdinand de Saussure crea el Estructuralismo. Economía, de Louis Althusser; La Antropología, de Claude Levy-Strauss; Psicoanálisis, de Jacques Lacan; y Psicología, de Jean Piaget.

En el campo de la Ciencia, el siglo XX está lleno de acontecimientos notables. Freud funda la Sociedad Psicoanalítica de Viena; Einstein expone sus Teorías de la Relatividad; Werner Hindenburg emprende la formulación mecánica cuántica de la teoría atómica; Pavlov publica su obra magistral «Reflejos condicionados»; Fleming descubre la penicilina; Wolfgang Pauli anunció la existencia del neutrino, sólo mucho más tarde comprobada experimentalmente; James chadwick descubre el neutrón y Carlo Anderson el positrón; Meitner, Kahn y Strassmann logran la fisión nuclear de uranio.

El año 1945 tiene una connotación trágica: — la primera bomba atómica, fabricada bajo la supervisión de Robert Oppenheimer. Poco después, sin embargo, Libby desarrolla el método de reloj de tiempo atómico; Bardeen, Brattain y Shockley formulan la teoría del transistor y su construcción; Crick y Wilkins descifran la estructura de doble hélice del ácido desoxirribonucleico del cromosoma y Townes construye el primer máser. Albert Bruce Sabin consigue la vacuna contra la polio

En 1957, la Academia de Ciencias de la Unión Soviética logra una hazaña pionera de notable importancia: — coloca el primer satélite artificial en órbita terrestre. Al año siguiente, Van Allen descubre los cinturones de radiación de alta energía que rodean la Tierra; en 1959, son obtenidas fotografías de la cara oculta de la Luna y en 1960 Theodore Maiman demostró la acción del Láser. 1961 marca el primer viaje de un ser humano corpóreo al espacio exterior; en 1963, Matthews y Sandage descubren cuásares; En 1967, David Harker descifró la estructura del ácido ribonucleico y, en 1968, Anthony Hewish descubre los púlsares. En 1969, Armstrong y Aldrin pisaría suelo lunar y en 1970 Anderson completaría la síntesis del gen.

En todos los campos de la actividad humana, el progreso sigue avanzando a buen ritmo. Las incesantes conquistas de la ciencia y de la tecnología debería traer alegría y felicidad siempre mayores a los seres de la Tierra, más todos saben que no es eso lo que está aconteciendo. Al contrario, provocan cada vez mayor desconfianza y miedo, porque suponen una amenaza creciente de destrucción, ante los cada vez más temibles fantasmas de guerras de imprevisibles consecuencias. Los equilibrios político-militares son precarios; los acuerdos internacionales no inspiran confianza. El agotador choque de los intereses en juego y las indisimuladas pretensiones de hegemonía tiende claramente hacia una catástrofe de grandes proporciones. Sólo el despliegue universal y la aplicación efectiva de los principios evangélicos de la legítima fraternidad podrían instaurar en el mundo la paz definitiva, tan necesaria y tan deseada. Cristo es, en realidad, la única esperanza.

DEMOCRACIA FASCISMO Y COMUNISMO CHICO XAVIER

DEMOCRACIA – FASCISMO – COMUNISMO

(Dos mensajes de Nilo Peçanha sobre el momento político brasileño)

Si difícil e inoportuna se torna a los espíritus la acción de inmiscuirse en los problemas atinentes a la iniciativa necesaria de los hombres, nada los impide de ofrecer a los que quedan en la lista, desprendiendo energías en la misma actividad que constituye lo característico de sus existencias sobre la faz de la Tierra, auxiliando así a los que avanzan por el camino evolutivo, en los tesoros de sus experiencias, la única riqueza que les queda de la temporalidades de este mundo.

Todos cuantos amaran Brasil, ofreciéndole la vida, en lo que ella posea de mejor, es claro que no podrían permanecer indiferentes a los problemas de la colectividad nacional. Una cuestión demasiado grandiosa por su complejidad e importancia debe preocupar a cuantos se encargan del gobierno del pueblo para el pueblo; la política nacional infelizmente no viene encarando sus obligaciones austeras como se hace menester. En el letargo que los poderes de fuerza propician, escuchando con entusiasmo los cantos de sirena del pernicioso partidismo e individualismo, viene olvidando sus más altos deberes, sus más sagradas obligaciones.

És obvio que en el Brasil da actual la única fórmula gubernamental adaptable a las conveniencias del país, para que las masas permanezcan exentas de los sacrificios de toda la naturaleza, ha de ser basada en las líneas democráticas, preparándose para la nacionalidad por la educación dentro del orden para la evolución del futuro. Entretanto, el extremismo viene solapando el edificio de nuestras instituciones, difundiendo doctrinas anarquistas, copiando programas ajenos olvidando que aún no nos hemos dignado examinar, en más de cien años de nuestra independencia jurídica, nuestras realidades, lo visceralmente brasileños, ajenos al entorno que refleja las características idiosincrásicas de nuestro pueblo.

No hemos logrado más que esas «bromas de simio» de las que nos habló Rui Barbosa en sus célebres declaraciones. Nuestro país ya atravesó el período de adaptación de las costumbres y leyes extranjeras. Tenemos que hacer frente a nuestras necesidades de cerca, sin las imitaciones burlescas de los países que instalaron el fuerte gobierno de la posguerra y comunismo que Rusia se acostumbró a fabricar solo para exportación.

La situación actual en Brasil es de angustia, tanto sobre el terreno económico-financiero como en los bastidores de la administración que se viene conduciendo con la más lamentable falta de formación en los problemas referentes a las clases productivas y laborales.

Es urgente abandonar los viejos sistemas de faccionalismo electoral, enfrentando los problemas nacionales en sus mínimas facetas.

País esencialmente agrícola, Brasil debe volver la vista para su inmensa extensión territorial, multiplicando el asesoramiento técnico de la agricultura, velando amorosamente por sus problemas. Nadie puede argumentar que los ministerios se han desviado de sus altos propósitos y que se han disociado en la desorganización. Todos sus servicios son perfectos, todos sus electrodomésticos son muy útiles.

Con todo sobre ellos está la supuesta omnisciencia gubernamental. No bastan los conciliábulos de la política administrativa para la creación de leyes factibles y benefactoras de la comunidad. Sobre todo, es necesario estudiar una de las cuestiones más importantes de la psicología política. Se hace preciso interesar a las clases, captar la adhesión del pueblo a estas leyes, seducir las masas con la exposición de sus altos beneficios. Todas las regulaciones y las leyes creadas para el pueblo se vuelven innecesarias ya que si no se sabe cómo interesarle, descuidando así el amplio potencial de sus energías para su perfecta ejecución. Las leyes se marchitan y desaparecen cuando no son favorecidas por la aprobación popular.

En los días que pasan es urgente renovar las leyes agrarias, intensificándose la reproducción, promover la industria, regular efectivamente la balanza comercial de nacionalidad, ya sea resolviendo el enigma de los problemas de transporte y tarifas dentro del país, o la fundación de los mercados para nuestros productos en el extranjero. Esos grandiosos problemas han sido relegados a un plano inferior por nuestros administradores, que lamentablemente arraigados en los sentimientos de personalismo vive sólo para las grandes oportunidades.

Es necesario mejorar las condiciones de las clases trabajadoras antes que ellas se acuerden de hacerlo, de acuerdo con sus propias deliberaciones, entregándose a la ira de los malhechores que, bajo las máscaras de la demagogia y bajo pretexto de reclamos, viven en su seno para explotar sus entusiasmos vibrantes que se exteriorizan sin un objeto definido. La mayoría de nuestras realidades por el momento están dentro de los problemas de asistencia social, descuidada por la mayoría de los funcionarios gubernamentales. Los que viven abogando por los nuevos partidos, proclamando el mismo faccionalismo de siempre, se olvidan que la nación necesita sobre todo del libro y la higiene, de las obras asistenciales en todos sus aspectos.

Sin embargo, ¿qué podemos esperar? Una experiencia vale más cien consejos – dice el adagio popular. Cuando ahí caminábamos la misma venda oscurecía nuestros ojos. Sin embargo, intentemos presentar el fruto de nuestro trabajo pasados ​​que constituyen una herencia sagrada de experiencias.

Que Dios ilumine a Brasil, permitiéndole cumplir su misión sublime, como patria del Evangelio, en el concierto de las nacionalidades.

 Nilo Peçanha

 (Recibida en Pedro Leopoldo a 31 de julio de 1935)

Si fuera cierto que, físicamente, todas las naciones representan en si el patrimonio común de la Humanidad, eliminándose el sentimiento de los regionalismos, injustificables, en virtud del lazo de fraternidad que une a todas las criaturas, ante la voluntad soberana de Dios, es cierto igualmente que determinadas colectividades, aun mismo en el plano espiritual, colaboran en favor del progreso de los núcleos humanos a que se sienten esclavizadas por los más santos lazos afectivos en el complejo grandioso de las afinidades raciales. No podrán por tanto constituir ninguna sorpresa a nuestros propósitos de personalidades desencarnadas, intentando imprimir un nuevo surco al pensamiento de evolución del pueblo brasileño, concitando a todos aquellos que se encuentran en los bastidores de la política administrativa para la solución de nuestros problemas de orden económico y social.

Colaboramos, si, con todos, no obstante las condiciones de invisibilidad de nuestra acción, procurando influenciar en la esfera de nuestras posibilidades relativas a pro de la solución objetiva de las grandes cuestiones que abruman la nacionalidad. Brasil necesita más que nunca volver al estudio, al necesario análisis de su infinito reservorio de economías, abandonado por aquellos a quien compete estudio metodizado de un plano amplio de acción en favor de nuestras realidades, genuinamente nuestras, extremes de cualquier actuación extranjera. Observándose nuestros institutos políticos y económicos, reconocemos que casi nada adelantamos más allá de las copias de las normas que nos ofrecían otros pueblos dentro de su existencia colectiva, radicalmente diferente de la nuestra, en sus modalidades multiformes. En las cuestiones del derecho, de la administración, de los reglamentos, nada hemos hecho   sino adaptar las malas adaptaciones de todo cuanto observamos en los otros.

Sería preciso crear un largo movimiento de brasilada, no para el arte balofa actuales que corren por allí con banderas al viento, pregonando nuestro ridículo indígena, pero si un sentimiento esencialmente brasileño, saturado de nuestras realidades y necesidades ineludibles.

Lamentablemente tuvimos la debilidad de enamorarnos de sonoras teorías, alimentando a los hombres con palabras, llevándolos a los poderes públicos, endiosándolos,  con nuestra injustificable admiración, olvidando a los hombres de acción, de energía, que viven allí aislados, de las oficinas de la administración nacional,  en virtud de su inadaptación a las luchas políticas del oportunismo y las largas filas de la filiación que viene constituyendo la más dolorosa de las calamidades públicas en Brasil. Necesitábamos resolver nuestros problemas más urgentes, no copiando artículos y normas burocráticas, sino firmando pensamientos constructivos, que renovarían nuestros institutos de orden social y política, hoy seriamente amenazada en sus bases, precisamente debido a la indiferencia e inercia con que observamos las exposiciones de teorías falsas y erróneas para la esfera del gobierno, que infiltrándose en el núcleo de colectividades, prepara focos de deslizamientos.

Libertad no siempre significa prosperidad. Dar muchas libertades a un pueblo que sufre de las más graves necesidades, inconsciente sin embargo, una de sus responsabilidades, en términos generales, es proporcionar armas peligrosas para la destrucción de la vida de ese mismo pueblo. En Brasil, se mantienen las ventajas políticas y las libertades públicas. Todos requieren orden y método. Las comunidades brasileñas están más preocupadas por el derecho a la higiene, el confort necesario, la comida y la escuela que el derecho irrisorio del voto, dentro de las luchas de clanes y en el ambiente adicto de los partidos.

El pueblo brasileño ha cosechado innumerables ilusiones en las experiencias colectivas, conquistadas, muchas veces, a la farsa de la sangre, en sus deplorables movimientos revolucionarios. La revolución implica, en sí misma, destrucción de todo lo que se hace. Sería más prudente si pudiéramos observar constantemente la evolución general, logrando orientarla hacia un camino de beneficios generalizados para la comunidad. Desafortunadamente estos movimientos en nuestro país solo apuntan al individualismo de los políticos ambiciosos y la hegemonía de los estados en detrimento de otras unidades de la Federación. Los movimientos revolucionarios en nuestra tierra representan dolorosas luchas donde las acciones quedan encerradas en las palabras de las plazas públicas, donde las masas sufridoras y anónimas guardan los mismos engaños de siempre.

Sería ideal que los brasileños se uniesen para la bendecida cruzada del erguimiento de la nacionalidad, conscientes de su valor propio, prescindiendo de las influencias extranjeras, realizando, construyendo la patria del mañana, cuyo futuro promisor constituye una larga esperanza para la Humanidad. Del propio Nordeste, lleno de flagelado y desilusionado, se podría hacer un oasis. Ahí tenemos a los hombres de pensamiento y acción, realizadores prácticos, valientes, que atacarían inmediatamente los problemas más fuertes de nuestra economía, preservándola, metodizándola para el bienestar de la nación. ¿Mas donde se conservan esas criaturas del sentimiento y del raciocinio que las mejores capacidades caracterizan? Justamente, casi todos, por nuestra infelicidad, se conservan apartados de la pasión política que envuelve la generalidad de nuestros hombres públicos; con algunas excepciones, nuestra política administrativa, infelizmente, está llena de aquellos que apenas se aprovechan de la situación, para los favores personales y para las condenables pretensiones de los individuos. El sentimiento de la solidaridad de las clases, del amparo social, que deberían constituir las vigas maestras de un instituto de gobierno, son relegados para un plano inferior, a fin de que sobresalga el  partido, el presidente, el jefe, la figura centralizadora de cada uno, en desprestigio de todos.

Es de esa orientación nociva que se viene derivando el malestar de las clases productoras y proletarias, en Brasil, predisponiéndolas a un estado de incomprensión altamente perjudicial para la ejecución de los programas económicos y políticos. Y de ahí, la necesidad de una comprensión  más profunda por parte del gobierno que deberá, buscar en el crisol de

análisis minuciosos, los más pequeños problemas de las clases, para resolverlos, antes de que ellas se atrevan peligrosamente a resolverlas por sí mismos.

En esta obra de guiar a nuestros hombres de gobierno, estamos todos los comprometidos, todos aquellos que, desde el plano espiritual, a pesar de la ausencia de ropa carnal, viven luchando por una vida más fuertes, unidos y más felices.

Nilo Peçanha

Del libro Palabras del Infinito. Psicografía de Francisco Cândido Xavier

DONDE ESTÁ TU TESORO ALLI ESTÁ TU CORAZÓN MERCHITA

DONDE ESTÁ TU TESORO ESTÁ TU CORAZON

Allí donde está nuestro tesoro está nuestro corazón, y es una gran verdad. Nos pasa muchas veces que estando físicamente en un lugar; nuestra mente está en otro muy distinto; aun y así ponemos cara como que estamos atendiendo… Pero bien es verdad que a veces los tesoros los tenemos  en lugares diferentes, no los podemos  reunir, porque la vida se encarga de  colocarlos en su debido lugar. Dios hace que todas las cosas pasen de unas manos a otras.

Recordemos  a Mateo cuando en el Evangelio 6, 19-23 nos dice:

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No acumulen ustedes tesoros en la tierra, donde la polilla y el moho los destruyen, donde los ladrones perforan las paredes y  se los roban. Más bien acumulen tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el moho los destruyen, ni hay ladrones que perforen las paredes y se los roben; porque donde está tu tesoro, ahí también está tu corazón. Tus ojos son la luz de tu cuerpo; de manera que, si tus ojos están sanos, todo tu cuerpo tendrá luz. Pero si tus ojos están enfermos, todo tu cuerpo tendrá oscuridad. Y si lo que en ti debería ser luz, no es más que oscuridad, ¡qué negra no será tu propia oscuridad!».

El primer tesoro que todos ansiamos es el dinero; los que no lo tienen suspiran por él, envidian a los que lo tienen, y bien es verdad que el dinero no es malo, con él se pueden hacer buenas acciones las riquezas son buenas, sirven para hacer muchas cosas buenas, para llevar adelante la familia: ¡esto es verdad! Pero si tú las acumulas como un tesoro, ¡te roban el alma! Jesús en el Evangelio vuelve a este tema, sobre las riquezas, sobre el peligro de las riquezas, sobre poner la esperanza en las riquezas.

El segundo tesoro: la vanidad. El tesoro de tener prestigio, de hacerse ver. Y esto siempre es condenado por Jesús. De esto modo, ha invitado a pensar lo que Jesús dice a los doctores de la ley, cuando ayunan, cuando dan limosna, cuando rezan para hacerse ver.

Finalmente el tercer tesoro es el orgullo, el poder. Se narra la caída de la reina Atalía, su gran poder duró siete años, después fue asesinada. ¡El poder termina! Cuántos grandes, orgullosos, hombres y mujeres de poder han terminado en el anonimato, en la miseria o en prisión. Es de ahí de donde viene la exhortación de no acumular dinero, vanidad, orgullo, poder. Estos tesoros no sirven.

La vida es un instante, damos mucha importancia al bienestar de ese instante y descuidamos la estancia en la vida eterna, la verdadera vida la del Espíritu. Muchos se sacrifican día y noche para obtener bienes perecederos y se van vacíos de valores morales que les sirven en el más haya para su paz y confort espiritual, lejos de desligarse del mundo material, se adhieren aun muertos más a el, por el apego a esos bienes materiales que en la mayoría de los casos van a parar a manos extrañas que los destruyen, siendo en el más haya la tortura para sus dueños que quieren llevarse el fruto de un trabajo de sacrificio y abnegación, son muchos los que se esfuerzan en seguir guardándolos creyendo que aun les pertenecen y que pueden hacerlo. Más tarde cuando logran despertar de esa pesadilla, se lamentan de su equivocación, de su mal dirigida vida fascinados en la lucha por esos bienes y lamentan su tiempo perdido y las consecuencias de esa labor estéril, muchos llenos de débitos, se resienten hasta de crímenes por obtener o defender lo que según ellos les pertenecía.

El hombre nunca debe olvidar, y es que todo viene de Dios y todo vuelve a Dios. Nada le pertenece en la tierra, ni siquiera su pobre cuerpo, somos depositarios y no propietarios; Dios nos ha prestado y debemos devolvérselo, y lo que nos presta es con la condición de que al menos lo superfluo ha de ir a parar a los que no tienen lo necesario

El hombre que tiene apego a los bienes de la tierra es como el niño que solo ve el momento presente. El instinto de propiedad ha provocado grandes revoluciones, ensangrentado a los pueblos. Hay hombres inquietos por las posesiones materiales y es porque el hombre aún no ha aprendido a poseer, toda conquista humana el alma debería aprovecharla, como fuerza de elevación.

El hombre ganara su santidad, cuando comprenda que solo posee verdaderamente aquello que se encuentra dentro de él, en el contenido espiritual de su vida, todo lo que se relaciona con el exterior como puede ser; criaturas, paisajes y vienes transitorios, pertenecen a Dios que nos los concederá dé acuerdo con nuestros méritos.

Merchita

ENTRE LAS FUERZAS COMUNES CHICO XAVIER

ENTRE LAS FUERZAS COMUNES

CHICO XAVIER

Libro: Derrotero

Indiscutiblemente, la mediumnidad, bajo el aspecto con que la conocemos en la Tierra, es la resultante de una extrema sensibilidad magnética, aunque en el fondo estemos informados de que los dones mediúmnicos, en diferentes grados, son recursos inherentes a todos. 

Cada ser es portador de ciertas condiciones y, por eso mismo, instrumento de la vida. La luz brota de la llama sin ser la llama. El perfume proviene de la flor sin ser la flor. 

La claridad del núcleo luminoso se une a las radiaciones del ambiente y el aroma de la rosa se mezcla con las emanaciones del medio, dando origen a variadas creaciones. 

Así también el pensamiento invisible del hombre se asocia al invisible pensamiento de las entidades espirituales que lo asisten, estableciendo múltiples combinaciones en beneficio del trabajo de todos en la evolución general. 

Interesa reconocer, sin embargo, que existen mentes reencarnadas, en condiciones especialísimas, que ofrecen cualidades excepcionales para los servicios de intercambio entre los vivos en la carne y los vivos del Más Allá. En esas circunstancias, identificamos en los círculos de la materia más densa a los mediadores adecuados a la manifestación del espíritu en libertad. 

No obstante, no siempre los dueños de esas energías son mensajeros de la sublimación interior. 

En la extensa comunidad de almas de la Tierra sobresalen, en mayoría, las conciencias todavía enfermizas, por estar moralmente endeudadas con la Ley Divina; en consecuencia, la mayor parte de las organizaciones mediúmnicos en el Planeta no pueden escapar a esa regla. 

Más de los dos tercios de los médiums del mundo yacen todavía en las zonas de desequilibrio espiritual, sintonizados con las inteligencias invisibles que les son afines. Necesitan, a causa de eso, estudio y buena voluntad en el servicio del bien, para poder retomar la subida armoniosa a las cimas de la luz, así como los colaboradores de cualquier institución respetable de la Tierra necesitan ejercicio constante en el trabajo asumido, para crecer en competencia y en crédito moral. 

Nadie se olvide que estamos asimilando sin cesar energías mentales de aquellos con quienes nos relacionamos. 

Y además de eso, estamos siempre en contacto con lo que podemos llamar «generadores específicos del pensamiento». A través de ellos, otras inteligencias actúan sobre la nuestra. 

Un libro, un lazo afectivo, una reunión, una charla son esos generadores. Lo que leemos, las personas que estimamos, las asambleas de las que participamos y aquellos a quienes escuchamos, influyen decisivamente sobre nosotros. 

Debemos ayudar a todos pero precisamos seleccionar los ingredientes de nuestra alimentación más íntima. 

No podemos menospreciar al hermano que se arrojó a los abismos del crimen, pero constituye nuestro sencillo deber el auxilio objetivo en favor de la recuperación de su equilibrio y de su resurgimiento espiritual, sin absorber sus amarguras ni sus remordimientos, que están encaminados a extinguirse naturalmente. 

Visitaremos al enfermo para darle coraje y levantarle el ánimo, sin embargo, no será aconsejable que adquiramos sus sensaciones desequilibradas, que necesitan desaparecer, igual que debemos eliminar los desperdicios de la casa. 

La obra de la caridad transforma todo en favor del bien. La actitud es oración. Y por la actitud mostramos la calidad de nuestros deseos. Y Los pensamientos honestos y nobles, saludables y generosos, bellos y útiles, fraternos y amistosos, son la garantía del auxilio positivo a los otros y a nosotros mismos. 

Cuanto más progresamos en la ciencia del espíritu, más entendemos que la vida responde de conformidad con nuestras indagaciones. 

El principio de los «semejantes con los semejantes» es irrevocable en todos los planos del Universo. 

Caminamos al encuentro de nosotros mismos y, por eso, descubrimos invariablemente con nosotros a aquellos que sienten con nuestro corazón y piensan con nuestra cabeza. 

Los médiums, en cualquier región de la vida, como filtros que son de ruegos y respuestas necesitan, pues, despertar a la realidad de que viviremos siempre en compañía de aquellos a los que buscamos, debido a que por otra parte respiramos adaptados a nuestro campo de atracción.

Libro derrotero chico Xavier

QUEDAR POR ENCIMA RICHARD SIMONETTI

QUEDAR POR ENCIMA

Richard Simonetti

Del libro: Historias que traen la felicidad

Lucas, 15:25-32

La Parábola del Hijo Pródigo tiene un desdoblamiento, no siempre observado, más si igualmente importante.

Durante la celebración por el regreso del hijo menor, el mayor, que estaba en el campo, volvió a casa.

Acercándose, escuchó música y un zumbido festivo.

Llamando a uno de los sirvientes, le preguntó qué estaba pasando.

– Tu hermano volvió y tu padre mató al ternero engordado, porque lo recuperó sano y salvo. Indignado, el no quiso entrar.

Al verlo, el padre se acercó e insistió en que participara en la fiesta.

Enojado, el primogénito “cayó encima” del padre, quejándose:

– Te he servido durante tantos años, y nunca he transgredido una orden tuya, y nunca me has dado una cabra para celebrar con mis amigos. Sin embargo, vino este hijo tuyo, que devoró tus riquezas con rameras, y mataste para él un becerro cebado!

El padre le dijo:

—Hijo, siempre estás conmigo y todo lo mío es tuyo.

Más es preciso hacer fiesta y alegrarnos, porque este tu hermano estaba muerto y resucitó. , porque este hermano vuestro estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y fue reencontrado.

He aquí el viejo problema del egoísmo, fuerza motriz de las acciones humanas, origen primordial de todo el mal del mundo.

Su acción es terrible.

Es capaz de conturbar la institución más sagrada del mundo – la familia.

La sangre habla alto cuando la envuelven los desafíos de la existencia, al enfrentar la adversidad, los problemas, los dolores… ¡El grupo familiar se hace unido, coherente, uno para todos, todos para uno!

Mas, cuando entra el interés personal, principalmente de orden pecuniario, envolviendo bienes materiales, sálvese quien pueda!

Se suceden riñas y discusiones. El familiar se torna enemigo. ¡El pariente se vuelve serpiente!

Los tribunales están atestados de procesos envolviendo herencias y divisiones de bienes.

En ese vale todo, los más fuertes con más recursos para contratar los mejores abogados y forjar situaciones favorables, acaban llevando ventajas, sin ninguna preocupación con los prejuicios que causan a las personas de la misma sangre. Es como si no fuesen de la familia…

Observemos, como el hijo más viejo, dirigiéndose al padre, se refiere al más nuevo.

… ese tu hijo… ya no era el hermano. Apenas un extraño, un atrevido que venía a apoderarse de sus bienes.

***

En un primer momento podríamos dar la razón al hijo más viejo. Al final, permaneció en el hogar, obedeciendo al padre. Trabajó duro, mientras el más joven disfrutaba de placeres, se involucraba con gente de mala vida.Es que, después de haber gastado un tercio de los bienes de la familia, se atrevió a volver.

Aunque el padre haya comentado que todo lo demás era de él, siempre habría presión para que algo de substancial fuese destinado al más joven, perjudicándolo.

Si analizáramos la cuestión bajo el punto de vista estrictamente humano, considerando la justicia de la Tierra, el raciocinio está perfecto.

¡Si lo hizo! ¡Que pague!

Si no se comportó como hijo, sea siervo – con muchos deberes y ningún derecho.

Ocurre que no estamos lidiando con la justicia de la Tierra. Tratamos de la justicia del Cielo, que es diferente.

En el Sermón de la Montaña (Mateos, 5:20), hay una observación basilar de Jesús:

Si vuestra justicia no excede a la de los escribas y fariseos, jamás entraréis en el Reino de los cielos.

La justicia de los escribas y fariseos es la de Moisés: ojo por ojo, diente por diente.

La justicia propuesta por Jesús tiene un componente para iluminarla la misericordia.

Es aquella justicia que da a cada uno según sus obras, mas jamás discriminando al que yerra, ofreciéndole reiteradas oportunidades de rehabilitación.

Fue esa justicia la que el padre usó con el hijo pródigo, ya suficientemente castigado por los sufrimientos que enfrentó, en la larga jornada que lo hizo retornar a la casa paterna.

Tomó consciencia de sus errores, sufrió las consecuencias, se arrepintió, se dispuso a cambiar.

¿Por qué, por tanto, discriminarlo?

Es curioso cómo los hombres pretenden llevar la justicia torcida de su hermano mayor Más Allá de la Tumba, con la idea del castigo eterno.

Murió en el pecado, aunque cercano a nosotros, aunque ligado a nosotros por la sangre, no es nuestra familia. Humanidad perdida. Maldita sea para siempre en las profundidades ¡Del infierno!

¿Y dónde está la infinita misericordia de Dios, revelada por Jesús, que presupone infinita oportunidades de rehabilitación?

***

•Hija predilecta del egoísmo es la envidia, un pecado capital capaz de enviarnos para las profundidades del inferno, cuando la muerte organiza nuestro traslado al Más Allá.

Mucho antes de eso, aún en vida, la envidia suele sentirse en él. En su expresión más simple, la envidia es el deseo de poseer el bien de los demás y el disgusto por no tenerlo.

Suele pasar entre hermanos.

Las familias raras no enfrentan ese problema.

Los padres se encuentran en la contingencia de actuar con mucho cuidado en el trato con sus hijos, porque todo lo que hagan por uno será exigido a los demás. Siempre están vigilantes, exigiendo algo similar, sin considerar las circunstancias y necesidades de cada uno.

  .

Tragedias, no raro, acontecen, envolviendo a hermanos inconformes.  El primer fratricidio de la historia, de hermano que mata a su hermano, está en la Biblia (Génesis, 4:1^8):

Caín, por envidia a Abel, creyendo que el padre le daba más atención, llevó al hermano al desierto y lo mató.

Cuando Jehová fue a preguntarle dónde estaba Abel, se encogió de hombros:

«¿Soy yo el guardián de mi hermano?»

No estaba preocupado por su suerte en absoluto. Mucho menos con el hecho de haberlo asesinado.

***

Por cierto, querido lector, propongo una prueba relacionada con la vida cotidiana, involucrando la envidia.

Anota los ítems que encajen, según tu edad y sexo, que involucren a la familia, sociedad y profesión:

•Familia

El hermano recibe un presente de nuestros padres

  1. Celebramos con él.

b) Quedamos pesarosos.

c) Exijo algo semejante!

Nuestros padres se preocupan más por otro hijo. Viven pendiente. No miden dedicación para ponerlo en el buen camino!

a) Damos la mayor fuerza. Precisa de ayuda.

b) Vociferamos:

– ¡Es una injusticia! ¡Ese bribón es el preferido!

Nuestro hermano va muy bien en la escuela. Tiene óptimas notas.  

à) Vemos en el un ejemplo a imitar.

b) Torcemos la nariz:

– Es un idiota. Vive sumergido en los libros, sin tiempo para vivir.

• Sociedad.

Nuestra amiga compra un bello vestido.

a) Elogiamos sinceramente su buen gusto.

• b) Luego lo desvalorizamos:

– No combina con usted.  ¿Ya noto un defecto en las costuras?

Ella se casa con joven rico, bonito y guapo.

a) Nos regocijamos.

b) Quedamos incomodados:

– ¡No se lo que vio en ella!

Nace el primer de la pareja.

a) Nos ponemos jubilosos.

b) Le preguntamos al Creador:

– ¿Porque todo para ella y nada para mí?

El casamiento se perturba. Viene la separación.

a) Nos solidarizamos. Sufrimos con nuestra amiga

b) Experimentamos una pizca de satisfacción:

– ¡Era mucha arena para su camino!

El amigo va de viaje de fiesta a Europa

a) Vibramos con él. Es una excursión maravillosa

b) Quedamos incomodados:

– ¡Pobre bastardo engreído!

El amigo construye una hermosa casa.

a) Consideramos elogiable su buen gusto.

b) Respondemos:

– ¿De dónde sacaste el dinero? No sé…

• Profesión.

E colega de servicio hace amistad con el jefe:

a) Enaltecemos su buen relacionamiento.

b) Destilan los venenos:

– ¡Imbécil desvergonzado!

Es servicial y disciplinado.

a) Admiramos su dedicación.

b) Subestimamos su esfuerzo:

– ¡Quieres aparecer!

El colega de servicio recibe una promoción.

a) Digamos hola. ¡Merecido!

b) Estamos indignados:

– ¡Pandilla de desvergonzada! ¡Me pasaron por alto!

Si pegamos varias respuestas en el ítem ‖b‖ estamos equivocados.

Cada vez que nos sentimos molestos, deprimidos, inquietos, infelices, irritados con el éxito de los demás, entramos en los peligrosos caminos de la envidia.

Necesitamos cambiar, reconociendo que la felicidad tiene mucho que ver con la capacidad de ser feliz con la felicidad de los que se cruzan en nuestro camino.

OPTANDO POR EL CAMBIO MERCEDES CRUZ

OPTANDO POR EL CAMBIO

El hombre,   en la vida y en algún momento no se ha sentido contentos consigo mismo, ha soñado con cambiar su forma de ser, de actuar, de suprimir en su forma de comportarse actos que lo afectan espiritualmente, porque inquietan a su conciencia que le marca como un termómetro lo hace con la temperatura, que su corazón está inquieto pesaroso, descontento, por haber perdido el control y haberse salido por la tangente.

Ya llevamos mucho tiempo, queriendo ser, queriendo cambiar, adaptar todas las enseñanzas de Jesús a nuestras vidas, pero  aun no nos decidimos cada uno por motivos diferentes, y es necesario romper con el hombre viejo y hacer un hombre nuevo, donde el aire fluya limpio para que podamos mecernos como lo hacen las olas, cuando están calmas y la playa les ofrece la oportunidad para explayarse serenamente.

Son muchas las inquietudes que nos hacen respirar en aguas turbias, y olas locas, que rompen las estructuras mejor realizadas, nosotros ya pasamos por ello, hemos tenido muchas alteraciones que han  motivado muchos accidentes en nuestro atribulado espíritu, es hora ya de reafirmarnos en el bien, y construir dentro y fuera de nosotros un mundo mejor.

¿Cuál es la hora de cambiar? Bajo la óptica del desenvolvimiento espiritual, toda hora es indicada para ello. La estagnación  es el otro nombre de la palabra muerte. Y el Espíritu, tanto en la carne o en la dimensión espiritual, necesita alcanzar la comprensión de que la vida es un proceso extremadamente dinámico. Siempre es hora, por tanto, de cambiar, de rever valores, de tomar decisiones y concretizar  actitudes para el bien.

La sensación de la apatía y la pereza es propia del ambiente que se sitúa en el alma que tiende a permanecer estancada. De ahí, también, adviene la sensación depresiva, la ausencia de sentido y objetivo para la existencia, el vacío en la vida. El alma adolece. Sin el esfuerzo para el cambio  no hay como salir de ese laberinto patológico.

Todo el universo, se encuentra en constante transformación, en permanente mutación. Esta es la lógica de la vida. Todo lo que se encuentra en oposición con esta lógica se aprisiona  en la pereza, en la caída, en el enfrentamiento para con las leyes soberanas de la vida. Este es el sentido  de la expresión pronunciada por Jesús  cuando refirió que el daría a quien fuese a Él vida, y vida en abundancia. La vida rica de movimiento, de ideas superiores, en armonía con los propósitos de Dios.

 Casi siempre el ser humano es refractario a los cambios. Hasta quien los defiende, muchas veces, cuando se ve invitado a emprenderlas, se inhibe, se contrae o intenta justificar  porque no los realiza en sí mismo. Vencer la inercia es uno de los grandes  desafíos para el ser que ansía  tomar  posesión de su herencia divina. Para quien ya ansia el despertar, la hora para comenzar a cambiar esta es la  hora, es el tiempo para cambiar.

Como creyentes, podemos esperar que este proceso de transformación continúe hasta llegar al cielo; sin embargo, lo importante es que comencemos hoy. Así como su batalla se inició al ceder a la tentación, también su camino a la victoria puede comenzar con un acto de sometimiento a Dios.

Si usted llena su mente con la verdad de la Palabra de Dios, tendrá discernimiento y podrá identificar más fácilmente los pensamientos y los sentimientos que desencadenan una respuesta pecaminosa, por ello el Evangelio de Cristo es el manuscrito querido que nunca hemos de dejar, a un lado, estudiando y aprendiendo en el la forma como hemos de comportarnos

PARÁBOLA LA OVEJA DESCARRIADA CLOVIS TAVARES

LA PARÁBOLA DE LA OVEJA DESCARRIADA

 Por: Clovis Tavares

Libro: Historias que Jesús Contó

(Lucas, capítulo 13º, versículos 3 a 7)

En los campos de Palestina, la tierra donde Jesús nació, había un hombre que tenía cien ovejas.

Era un pastor, pues el mismo las apacentaba.

 Con mucho cuidado y bondad llevaba sus ovejitas a los lindos campos, donde había buen pasto para ellas. Las llevaba también a las fuentes, donde ellas encontraban agua fresca y limpia.

 El pastor era muy cariñoso y bueno, y sus ovejas lo seguían confiadas.

 Un día, una ovejita huyó del rebaño. Que habría pensado ella, para abandonar así al pastor y sus hermanitas?

 Ciertamente pensó que, más allá de aquellos pastos donde vivía, había pasto mejor y más rico. ¡Pobrecita! No pensó en los peligros que podría enfrentar lejos de su pastor. No pensó que se podría encontrar, en una noche cualquiera, solita, y algún lobo o alguna hiena la devorasen. No, la ovejita no pensó en los peligros… Pensó que era mejor estar sola, ser libre, correr por los campos y por la pradera, suelta, sin la vigilancia de su dueño y sin la compañía de sus hermanas. Y huyo…

Corrió mucho, para librarse del pastor y para no ser vista por las compañeras…

Aun mismo así, el pastor, que cuidaba de sus cien ovejitas, sintió la falta de la fugitiva. En el aprisco el conto, luego a la mañana siguiente, noventa solo había noventa y nueve ovejas.

¿Qué hizo, entonces, el bondadoso pastor?

 Dejo las noventa y nueve ovejitas bien guardadas en el redil y partió en busca de la ovejita extraviada.

 Ando mucho el pobre pastor. La buscó por los pastos próximos y no la encontró… Ando, ando mucho… Subió montes y visualizo riachos… Solo al día siguiente, encontró a la pobre ovejita tumbada cerca de una colina, dañada por espinas por haber cruzado un seto. ¡Ella ya estaba sin fuerza, sedienta y casi muerta!…

¡Como estaba arrepentida de lo que hiciera! ¡Con que alegría recibió al pastor amigo que llegaba para salvarla!

El pastor le dio agua, le curo las heridas, la acarició, converso con ella… La colocó después en sus brazos, acomodándola bien en su hombro. Y

Volvió feliz, muy feliz, con su ovejita.

Llegando a casa, llamo a sus vecinos y amigos y les dijo:

— Alégrense conmigo, amigos míos, porque ya encontré a mi ovejita que se había perdido.

Así también — dice Jesús en el Evangelio — habrá más alegría en el Cielo por un pecador que se arrepiente que por el buen comportamiento de noventa y nueve justos.

*

También esta parábola, hijo mío, como la del Hijo Pródigo, quiere mostrar a usted la Infinita Bondad del Cielo para con nuestras almas.

La Parábola de la Oveja Descarriada nos muestra los cuidados que Jesús tiene con nosotros. Él lo hizo todo antaño, cuando vivió en este mundo, y aun lo hace hoy, desde la Eternidad, para llamar a las almas pecadoras al arrepentimiento.

Jesús es el Buen Pastor. El dio Su vida por nosotros, que somos Sus ovejitas.

La Parábola nos muestra que, lejos del Divino Pastor, nosotros solo podemos encontrar sufrimiento, peligros, miseria y muerte.

Mas, si nos arrepentimos de nuestras faltas, no solo daremos alegría a nuestro Buen Pastor –Jesús- sino que también todo el Cielo, todos nuestros amigos y Benefactores Espirituales se alegran inmensamente.

Habrá “Alegría en el Cielo” dijo el Señor. 

¿No queremos dar alegría a aquel Quien todo sufrió por nuestra felicidad?

¿No queremos dar alegría en el Cielo a nuestros Benefactores Queridos que nos protegen y nos enseñan el Bien?

Que su corazón, hijo mío, también se arrepienta de sus faltas, aunque sean pequeñas, para dar hoy, HOY MISMO, una gran alegría al Buen Pastor, que desde el Cielo vela por nosotros y nos espera un día en su Reino.

DEMOCRACIA FASCISMO COMUNISMO CHICO XAVIER

DEMOCRACIA- FASCISMO –COMUNISMO

DOS MENSAJES DE LINO PEÇANHA SOBRE EL MOMENTO POLITICO BRASILEÑO

Nilo Peçanha

Libro: Palabras del Infinito/ Chico Xavier

Si se hace difícil e inoportuno que los espíritus interfieran en los problemas relativos a la necesaria iniciativa de los hombres, nada les impide ofrecer a los que quedaron en la batalla, gastando energías en la misma actividad que constituía la característica de sus existencias en la faz de la Tierra, ayudando así a quienes avanzan por el camino evolutivo, los tesoros de sus experiencias, la única riqueza que les queda de la temporalidades de ese mundo.

Todos los que amaron Brasil, ofreciendo su vida, en lo que ella poseían de mejor, está claro que no podían permanecer indiferentes ante los problemas de la comunidad nacional. Una cuestión demasiado grandiosa por su complejidad e importancia debe preocupar a cuantos se encargan del gobierno del pueblo; la política nacional lamentablemente no ha venido afrontando sus austeras obligaciones como se hace menester.  En el letargo que proporcionan los poderes de la fuerza, escuchando con entusiasmo los cantos de sirena del pernicioso partidismo e individualismo, viene olvidando sus más altos deberes, sus más sagradas obligaciones.

Es obvio que hoy en Brasil la única fórmula gubernamental adaptable a las conveniencias del país, para que las masas permanezcan exenta de los sacrificios de toda naturaleza, debe basarse en las líneas democráticas, preparando la nacionalidad a través de la educación dentro del orden para la evolución del futuro. Sin embargo, el extremismo viene socavando el edificio de nuestras instituciones, difundiendo doctrinas anarquistas, copiando programas ajenos olvidando que aún no nos hemos dignado examinar, en más de cien años de nuestra independencia jurídica, nuestras realidades, lo visceralmente brasileños, ajenos al entorno que refleja las características idiosincrásicas de los nuestra gente.

No hemos realizado más que esas «bromas de simio» de que nos habló Rui Barbosa en sus célebres declaraciones. Nuestro país ya atravesó el período en que la traducción y adaptación de costumbres y leyes extranjeras. Tenemos que hacer frente a nuestras necesidades. de cerca, sin las imitaciones burlescas de los países que instalaron el gobierno fuerte posguerra y comunismo que Rusia se acostumbró a fabricar apenas  para la exportación.

La situación actual en Brasil es de angustia, tanto sobre el terreno económico-financiero y entre bastidores de la gestión que viene liderando con la más lamentable falta de formación en los problemas refiriéndose a las clases productivas y laborales.

Es urgente abandonar los viejos sistemas de faccionalismo electoral, enfrentando los problemas nacionales en sus facetas más pequeñas.

Brasil, un país esencialmente agrícola, debe volver la vista por su inmensa extensión territorial, multiplicando el asesoramiento técnico de la agricultura, velando amorosamente por sus problemas. Nadie puede argumentar que los ministerios se han desviado de sus altos propósitos y que se han disociado en la desorganización. Todos los sus servicios son perfectos, todos sus electrodomésticos son muy útiles.

Sin embargo, sobre ellos se supone la omnisciencia gubernamental. No bastan los consejos de política administrativa para la creación de leyes exigibles y benefactoras de la comunidad. Sobre todo, es necesario estudiarse una de las cuestiones más importantes de la psicología política. Es necesario interesar a las clases, captar la adhesión del pueblo a estas leyes, seducir a las masas con la exposición de sus altos beneficios. Todas las regulaciones y las leyes creadas para el pueblo se vuelven innecesarias ya que si no sabe cómo interesarle, descuidando así el amplio potencial de sus energías para su perfecta ejecución. Las leyes se marchitan y desaparecen cuando no son favorecidas por la aprobación popular.

En los días que pasan es urgente renovar las leyes agrarias, intensificar la reproducción, promover la industria, regular efectivamente la balanza comercial de nacionalidad, ya sea resolviendo el enigma de los problemas de transporte y tarifas dentro del país, o la fundación de los mercados para nuestros productos en el extranjero. Esos grandiosos problemas han sido relegados a un plano inferior por nuestros administradores, que lamentablemente arraigados en los sentimientos de personalismo vive sólo para las grandes oportunidades.

Es necesario mejorar las condiciones de las clases trabajadoras antes que se acuerden de hacerlo, de acuerdo con sus propias deliberaciones, entregándose a la ira de los malhechores que, bajo las máscaras de la demagogia y la bajo pretexto de reclamos, viven en su seno para explotar su entusiasmos vibrantes que se exteriorizan sin un objeto definido. La mayoría de nuestras realidades por el momento están dentro de los problemas de asistencia social, descuidada por la mayoría de los funcionarios gubernamentales. Los que viven abogando por los nuevos partidos, proclamando el mismo faccionalismo que olvidan siempre que la nación necesita sobre todo el libro y la higiene, obras asistenciales en todos sus aspectos. Sin embargo, ¿qué podemos esperar? Una experiencia vale más cien consejos – dice el adagio popular.

Cuando caminábamos allí, la misma venda oscurecía nuestros ojos. Sin embargo, intentemos presentar el fruto de nuestro trabajo pasados que constituyen una herencia sagrada de experiencias. Que Dios ilumine a Brasil, permitiéndole cumplir su misión sublime, como patria del Evangelio, en el concierto de las nacionalidades.

Nilo Peçanha

(Recibido en Pedro Leopoldo el 31 de julio de 1935)

Si es verdad que, físicamente, todas las naciones representan en sí el  mismo patrimonio común de la Humanidad, eliminándose el sentimiento de regionalismos, injustificables, por el lazo de fraternidad que une todas las criaturas, ante la voluntad soberana de Dios, es igualmente cierto que ciertas colectividades, incluso en el plano espiritual, colaboran en a favor del progreso de los grupos humanos a los que se sienten esclavizados por los lazos afectivos más sagrados en el grandioso complejo de afinidades racial. Por lo tanto, nuestros propósitos de personalidades desencarnadas, tratando de imprimir un nuevo estallido al pensamiento de la evolución del pueblo brasileño, instando a todos los que están detrás de escena de la política administrativa la solución de nuestros problemas económicos y sociales.

Colaboramos con todos, independientemente de las condiciones de invisibilidad de nuestra acción, buscando influir en la esfera de nuestras posibilidades relacionadas con la solución objetiva de las grandes cuestiones que abruman la nacionalidad. Brasil necesita más que nunca la vuelta al estudio, al necesario análisis de su infinito reservorio de economías, abandonado por aquellos que son responsables de un estudio metódico de un amplio plan de acción a favor de nuestras realidades, genuinamente nuestro, extremos de cualquier actuación extranjero. Observando nuestros institutos políticos y económicos, reconocemos que no hacemos casi nada más allá de las copias de las normas que otros pueblos nos ofrecieron, dentro de su existencia colectiva, radicalmente distinta a la nuestra, en sus múltiples modalidades.

En las cuestiones de ley, de la administración, de los reglamentos, no hemos hecho nada sino adaptar las malas adaptaciones de todo lo que observamos en los demás. Sería necesario crear un amplio movimiento de Brasil, no para el arte balofa actuales que corren por allí con banderas al viento, pregonando nuestro ridículo indígena, pero esencialmente brasileño, saturado de nuestras realidades y necesidades ineludibles.

Lamentablemente tuvimos la debilidad de enamorarnos de teorías sonoras, nutrir a los hombres prolijos, conduciendolos a los poderes públicos, apoyándolos, incentivándolos con nuestra injustificable admiración, olvidando a los hombres de acción, de energía, que viven allí aislados, de las oficinas de la administración nacional, debido a su inadaptación a las luchas políticas del oportunismo y las largas filas de la filiación que viene constituyendo la más dolorosa de las calamidades públicas de Brasil.

Necesitábamos resolver nuestros problemas más urgente, no copiando artículos y normas burocráticas, sino firmando pensamientos constructivos, que renovarían nuestros institutos de orden social y política, hoy seriamente amenazada en sus bases, precisamente debido a la indiferencia e inercia con que observamos las exposiciones de teorías falsas y erróneas a la esfera de gobierno, que infiltrándola en el núcleo de las colectividades, prepara focos de deslizamientos.

La libertad no siempre significa prosperidad. dar muchas libertades a un pueblo que sufre de gravísimas necesidades, inconsciente aun de sus responsabilidades, , en términos generales, es proporcionar armas peligrosas para la destrucción de la vida de ese mismo pueblo. En Brasil, se mantienen las ventajas políticas y las libertades públicas. Todos requieren orden y método. Las comunidades brasileñas están más preocupadas por el derecho a la higiene, la comodidad necesaria, la cacerola y la escuela que el derecho es ridículo del voto, dentro de las luchas de clanes y en el ambiente adicto de los partidos. El pueblo brasileño ha cosechado innumerables ilusiones en las experiencias acciones colectivas, conquistadas, muchas veces, a la farsa de la sangre, en sus deplorables movimientos revolucionarios. La revolución implica, en sí misma, destrucción de todo lo que está hecho. Sería más prudente si pudiéramos observar constantemente la evolución general, logrando orientarla hacia un camino de beneficios generalizados para la comunidad. Desafortunadamente esos movimientos en nuestro país solo apuntan al individualismo de los políticos ambiciosos y la hegemonía de los estados en detrimento de otras unidades de la Federación. Los movimientos revolucionarios en nuestra tierra representan luchas dolorosas donde las acciones están encerradas en las palabras   desde las plazas públicas, donde las masas sufrientes y anónimas guardan los mismos errores de siempre. Sería ideal que los brasileños se uniesen para la bendita cruzada de la elevación de la nacionalidad, conscientes de su propio valor, sin tener en cuenta las influencias extranjeras, realizando, construyendo la patria del mañana, cuyo futuro promisorio constituye una larga esperanza para la Humanidad. Del propio Nordeste, lleno de flagelados y desilusionados se podría hacer un oasis. Ahí tenemos los hombres del pensamiento y de la acción, prácticos realizadores, valerosos, que atacarían, de pronto, los problemas mayores de nuestra economía, preservándola, metodizándola para el bienestar de la nación. ¿Más donde se conservan esas criaturas del sentimiento y del raciocinio que las mejores capacidades caracterizan? Justamente, casi todos, por nuestra infelicidad, se conservan apartados de la pasión política que excita a la generalidad de nuestros hombres públicos; con algunas excepciones, nuestra política administrativa, infelizmente, está llena de aquellos que apenas se aprovechan de la situación, para los favores personales y para las condenables pretensiones de los individuos. El sentimiento de la solidaridad de las clases, del amparo social, que deberían constituir las vigas maestras de un instituto de gobierno, son relegados para un plano inferior, a fin de que se aliente el partido, la pretensión, el jefe, la figura centralizadora de cada uno, en desprestigio de todos.

Es de esa orientación nociva que se viene derivando el malestar de las clases productoras y proletarias, en Brasil, predisponiéndolas a un estado de incomprensión altamente perjudicial para la ejecución de los programas económicos y políticos. Y de ahí, la necesidad de una comprensión más profunda por parte del gobierno que deberá, rebuscar en el crisol de análisis minuciosos, los más pequeños problemas de las clases, para resolverlos, antes de que se atrevan peligrosamente a resolverse.

En esta obra de guiar a nuestros hombres de gobierno, estamos todos los comprometidos, todos aquellos que, desde el plano espiritual, a pesar de la ausencia de ropa carnal, viven luchando por un Brasil más fuerte, unido y más feliz.

Nilo Peçanha

Del libro Palabras del Infinito

CIEGOS PARA LA VERDAD DIVALDO FRANCO

CIEGOS PARA LA VERDAD

Psicografiado por:

Divaldo Franco/ Amelia Rodríguez

Libro: Viviendo con Jesús

Mateos 20:29 a 34 

Jericó era una ciudad encantadora, bordada de flores y de naranjos que periódicamente explotaban en fiesta de perfume, prenunciando fructificación. Rica en fuentes y arroyos, situada próximo al rio Jordán y a Jerusalén, constituía uno de los orgullos de Judea. La ciudad antigua, hoy reducida a ruinas calcinadas, data de la época muy atrasada, hace casi VII mil años antes de Cristo em pleno período neolítico. Destruida innumerables veces, tuvo sus murallas siempre reconstruidas, habiendo sido palco de la leyenda que se tornó clásica, en torno de las trompetas de Josué, que la habrían derrumbado entre los años de 1.400 a 1.260 a.C. Siempre experimento terribles flagelos, como ocurrió por alrededor del siglo XVII a. C, cuando fue incendiada. Abandonada esa área primitiva, fue reconstruida en lugar próximo por Herodes, que la reconstruyó preservando toda su grandeza histórica. Sus bellas residencias y mansiones hospedaban a personas ricas y cultas, que se permitían recepciones faustosas y fiestas retumbantes. Era casi un pasaje obligatorio entre Galilea y Jerusalén.

Muchas veces Jesús la visitara, cuando de Sus jornadas la Ciudad Santa para Su pueblo. Allí mantuviera contactos conmovedores, habiendo, oportunamente, penetrado el corazón y la mente astuta de Zaqueo, el cobrador de impuestos, que se tornara detestado por la codicia y fortuna almacenada, más que fuera tocado por las noticias que del oyera, habiendo subido en una higuera, a fin de verlo pasar, cuando fue convocado a recibirlo en su hogar… Es en un camino de Jerusalén, que conducía a Jericó, que el Maestro compone la incomparable parábola del buen samaritano, aleccionando bondad sin alarde y Amor desinteresado, como recursos esenciales para entrar en el Reino de los Cielos. En aquella ciudad, por tanto, famosa también por las frutas secas y vino capitoso, Jesús operó fenómenos incomparables, tocando la sensibilidad de las masas que Lo acompañaban, así como de todos aquellos que allí residían y los presenciaran. Pairaba en el hogar el perfume balsámico de la Naturaleza en fiesta, y el Sol doraba los campos ornados por las flores primaverales. Había una fiesta de sonidos casi inaudibles, entonados por el viento y por el susurrar de las hojas del arbolado, en cuanto la taza de luz derramaba claridad por todas partes.

El polvo se levantaba, denunciando el movimiento de los viajantes que se acercaban a las puertas de la ciudad amurallada, o que por ellas salían estudiantes de belleza. Hermosas higueras esparramaban sus copas antiguas, proyectando sombra agradable en el suelo cubierto de hierba verde adornada por pobres y azul para niños. Todo formaba una bella moldura para los acontecimientos que se diseñaban en perspectiva de felicidad en el momento de salida de Jesús, que estaba acompañado de gran masa de gentes de diferentes aldeas y de allí mismo por donde pasará… El estuviera en Jericó y dejaba sus dominios. La algarabía y ansiedad bailaban en los labios y en los corazones de todos aquellos que Lo acompañaban, como si deseasen expresar gratitud por sus dichos indescriptible. Fue en ese momento que dos ciegos mendigando en la orla del camino, oyendo los gritos y exclamaciones, los cánticos de gratitud y de júbilo, comenzaron a gritar, pidiendo socorro al Maestro. Ellos no conocían las plumas coloridas del sol, que derraman claridad y color en la Tierra, ni la cara de las personas amadas, ni el verde de los campos o el multicolor de las flores y de los pájaros, más eran también hijos de Dios, deseosos de participar del banquete de felicidad em que todos allí en movimiento se encontraban. Hacían tal caos, que fueron reprendidos para que se callasen. ¿Cómo, sin embargo, silenciar el sufrimiento, perdiendo la única oportunidad de liberarse del? Solamente la necesidad sabe cuan cruel es el dolor y cuan tormentoso para el invidente constituye seguir por la noche interna, sin contacto con la luz del día.

Aquellos que los reprendían poseían visión y estaban disputándose las monedas de alegría que El distribuía. Era natural que también deseasen recibir la misma oferta de felicidad, y no se callaran, antes aumentaron el vocerío, suplicando la piedad del Señor.

Jesús conocía aquellos hombres sufridores y afligidos. Era el Pastor, y se identificaba con todas las ovejas que Le pertenecían. ¿No hacía mucho, liberó paralíticos de la inmovilidad, sordos de la ausencia de sonidos, locos por la perturbación que los estigmatizaba, porque no hacer lo mismo con aquellos infelices? Se detuvo, entonces, y se aproximó a ellos. Toda luz, irradiaba misericordia en cántico silencioso de Amor. Acercándose a los que requerían de ayuda, les interrogo: — (…) ¿Qué queréis que os haga? Era una indagación lógica y propia de Su carácter. Nunca se imponía, jamás exigía. Siempre oía el problema del sufridor, antes de ayudarlo a solucionar. Era el poema de ternura, que nunca pierde la docilidad, ni se torna exigente. Y ellos respondieron, inmediatamente: – Señor, que nuestros ojos sean abiertos, permitiéndonos ver la claridad de la luz. Un silencio poco común tomo cuenta de la multitud. Jamás se cansarían aquellos individuos de ver la acción poco común y de oír el mensaje libertador, que no supieron o no quisieran utilizar conforme deberían. No en tanto, allí estaban, y eso es lo que importaba. El Señor se aproximó suavemente y les toco los ojos apagados. Una onda de inexplicable energía los penetro, les rompió el velo de la noche, y la oscuridad cedió lugar a la luz que los invadió, provocando al principio un gran dolor, luego seguida de inefable alegría…

¡Y Lo siguieron cantando hosannas! La epopeya de la Buena Nueva, toda entretejida de lecciones verbales y de acciones profundas de liberación, alcanzaba el máximo de realizaciones, a fin de que todos supiesen quien era el Cantor, y cual la canción que entonaba, más no todos los que Lo acompañaban podían entender y abandonar todo lo que constituía para ellos una cárcel o retención para seguirLe después en libertad, aunque anhelasen por ella… Jericó viera la cura del ciego Bartimeo, que Le implorara la claridad exterior, mas no se sabe lo que le aconteció después, si se sumergió en el océano de las claridades espirituales, o se tumbó en las sombras del placer y de la alucinación. Zaqueo, también de Jericó, que Lo recibió, cuando le llegó la vejez y se des incumbió de los deberes familiares, se Le entrego, tornándose testimonio de él, y narrando para la posteridad la felicidad que le fue concedida al tenerlo en el hogar. Los dos ciegos del camino recuperaron la visión, más no se tiene noticias de que se hubieran embriagado de la luz de la inmortalidad, o se envolvieran en las tinieblas densa del alma… El mundo de entonces, cual ocurre con el de hoy, estaba dominado por la ceguera interior para las Verdades espirituales y, por eso, los hombres y mujeres del pasado, perdidos en la sombra de si mismos, retornaron para el gran encuentro con la Verdad, que aun postergaban.

El mensaje de él vuelve a Sus criaturas distraídas, que lamentablemente no tienen oídos ni interés para introducirla, tornándola lección de vida actuante. Iluminados por la Ciencia y por la Tecnología, con arsenales de filosofías y de bellezas, centenas de millones ven, mas son ciegos para seguir por el camino de liberación que el continua apuntándoles, por no identificare que su peso es modelado por el Amor y sus bordes son construidas por el perdón y por la caridad, conduciendo a la paz. Ven, si, más no perciben. Tienen ojos que brillan, más que aún no percibieron la luz del discernimiento ni de la misericordia.

Día vendrá, no en tanto, que el Señor repetirá para la humanidad la escena de Su salida de Jericó, y los ciegos gritaran: – Señor, ten misericordia de nosotros…  y El abrirá los ojos del alma de todos para la renovación y la vida eterna, en el mundo de hoy que hace recordar al Jericó de entonces.

Traducido por: M C. R

EN BUSCA DE LA FEELICIDAD MERCEDES CRUZ

EN BUSCA DE LA FELICIDAD

(Merchita)

La felicidad es algo con lo que todos soñamos, muchos han sido los sueños que nuestra imaginación ha ideado desde que éramos niños, cuando soñábamos con los Reyes Magos y los veíamos venir cargado con todos los juguetes que pedíamos en la cara, con gran ilusión. Así hemos ido soñando con la felicidad y hemos visto que esta aparece muy de tarde en tarde, que muchos de nuestros sueños no se han cumplido, y en ocasiones cuando ellos han ocurrido, hemos visto que no son como nosotros nos habíamos imaginado.

 Todos sabemos que la felicidad no es de este mundo, más todos también tenemos conocimiento de que ella existe y que, en el futuro, existirá también en la Tierra. Eso es un consuelo para los que esperan ese mundo de paz; para tal cosa, el espiritismo vino a preparar el lugar, donde el amor, la caridad y el perdón encuentren ambiente, creando condiciones para que los benefactores puedan sembrar con provecho el germen creciente de la felicidad.

La tierra es un planeta de expiación y de pruebas y las almas que hemos renacido en este planeta encontramos en todos nuestros pasos dolor; más sufrimos porque el planeta es de sufrimiento, aquí experimentamos todo tipo de sufrimientos.

Los males que sufrimos son consecuencia de la infracción de las leyes de la existencia corporal por medio de los males, que son consecuencia de esa infracción y de los propios excesos.  La mayor parte de nuestros sufrimientos son consecuencia de la desviación del camino recto.

 La felicidad en la tierra es relativa a la posición de cada uno, lo que para algunos constituye la felicidad, es la infelicidad para otro. Sin embargo existe una medida común de felicidad para todos los hombres y es la siguiente: para la vida material es la posesión de lo necesario; para la vida moral, es la conciencia tranquila y la fe en el porvenir.

El dolor no puede ser evitado, hay que considerarlo como un proceso natural de la evolución y encararlo como un instrumento de promoción del ser con relación a la vida, es la forma eficaz de lograr la alegría, superando sus mecanismos, desgastantes y los acontecimientos degradantes, que al no ser comprendidos y aceptados con equilibrio conducen a la infelicidad.

El hombre actual traduce la felicidad en el éxito en la vida, en el campo de los bienes materiales; sin embargo, cuanto más oro posee, mayor es el riesgo que corre de ser infeliz por estar sus pasos repletos de preocupaciones, dolencias, y aun mismo tristezas. La humanidad ya comienza a pensar en otros caminos de ventura.  El tiempo se encarga de esa transformación, y el dolor es el ángel que nos hace comprender la verdad, que nos libera de los engaños.

Quien coloque a la felicidad como siendo la conquista de títulos y triunfos mundanos, destaque social y poder, disfrutar de privilegios y dinero, no salió de la periferia inmediatista de los placeres sensuales, que responden por la competitividad y por el desequilibrio de la emoción. 

Con la visión transpersonal de la felicidad, todo y todos deben ser vistos, sentidos y amados como son. La conciencia los absorbe con su estructura. Si la felicidad es el resultado de la inducción externa o de una auto-sugestión, se tornaría en un engaño propuesto y conseguido por el inconsciente.

Si deseas ser feliz, podrás serlo, porque la felicidad pertenece a todos; sin embargo la naturaleza pide tu participación en tu esfuerzo de mejorarte moralmente. En todas las naciones, se enseñan caminos ciertos, mostrando vías llenas de espinos, más la mayoría de las criaturas, se entretiene, con el bienestar breve, con los placeres efímeros.

Limpiemos nuestros sentimientos de sentimientos inferiores, alcanzando un discernimiento más elevado. La felicidad es aquella que perdona, que olvida las ofensas, que ampara a los débiles, que renuncia en favor de la propia vida, ayudando a los que sufren más.

La felicidad se constituye en hacer caridad, aquella que no exige, que no maltrata, no calumnia, no tiene odio, porque ella es amor permanente, que sale del corazón del ser humano, atendiendo a todo y a todos, en las dimensiones correspondientes. Felicidad es Cristo dentro de nosotros, mostrándonos a Dios en la conciencia…

 La felicidad no se vende ni se compra, es acumulada paso a paso, por las líneas de la oportunidad que la vida nos ofrece en todos los momentos. La felicidad es pues, el conjunto de virtudes acumuladas en el corazón.

Todos somos candidatos a la tranquilidad imperturbable, más, para eso, tenemos que luchar y vencer la más dura de las batallas, en la guerra con nosotros mismos, que carece de vigilancia permanente para eliminar a los enemigos que mucho conocemos: el odio, la envidia y los celos, la discordia y la maledicencia, la venganza y el orgullo, el egoísmo etc… Son frentes de batallas que debemos impedir para vencernos a nosotros mismos y conocer el terreno sagrado de nuestro corazón.

INCOMPRENDIDOS DIVALDO FRANCO

INCOMPRENDIDOS

Divaldo Franco /Diversos Espíritus

Libro: Terapéutica de Emergencia

A los vejatorios de los ideales del ennoblecimiento humano, siempre se ofrecieron el sobrenombre, las dificultades y persecuciones gratuitas.

A los misioneros de la ciencia nunca fueron favorecidos con triunfos, logros culminantes, éxitos en las empresas.

A los sacerdotes del amor y de la paz nunca se les concedió los laureles del logro legítimo que perseguían.

En todo momento, en los más variados rincones del mundo, la obra de la cizaña se establece entre los que quieren edificar; los aranceles se hacen en recintos de noble labor y la perfidia busca refugio entre los que trabajan por la liberación del hombre, por ahí propaga, no raro  la no vigilancia y las pasiones inferiores.

De Sócrates a Séneca, de Galileo a Gandhi, la Humanidad acompaño toda una trayectoria de mártires, de pioneros, de héroes que dieron la propia vida para derrochar el niai y establecer las directrices del bien.

De Jesús a John Huss, a Martin Luther King Junior, la humanidad acompañó la odisea de construir el nuevo mundo entre las barricadas ofensivas de la locura y la mala voluntad.

Ayer la Humanidad vio el descuartizamiento de Tiradentes, trabajando por la libertad del hombre, y ahora mismo Bottsmann, autor de la conceptualización cibernética, se suicidó para escapar de la ira de sus perseguidores que lo anatematizaron, haciendo de su vida un verdadero pandemonio…

No les cause sorpresa ya nadie le extrañe la aparente predominancia del mal en la Tierra. Espíritus cómplices milenariamente con el vicio, milenamente acomodados al modus operandi de la satisfacción material, difícilmente pueden partir en dirección de la luz, rompiendo, en definitiva, con las amarras de la propia imperfección. Todavía, en ese mar de dificultades y en el acrisolar de todos los dolores, se levantan los trabajadores auténticos de los verdaderos ideales de la Humanidad, irguiendo el mundo de profundas realizaciones que ya señala la hora transitoria que se vive en el planeta.

Cuando la sombra de la discordia traiga los rayos de la perturbación al ambiente de trabajo cristiano, nadie sintonice con las corrientes deletéreas de la impiedad; cuando las fuerzas truhanescas, desagregadas por las mentes que se privilegian en la dominación absurda de conciencias humanas, y establecieran conflictos, desordenes, exíjase la disciplina para sí mismo y la manutención del orden, sin, no en tanto, participar del desequilibrio dominante; cuando el chavascal amenazando las líneas santificadoras de la acción cristiana, que se detenga la liviandad con elevada expresión de amor, más que no se deje sumergir en el lodazar de las luchas insanas, en la perturbación verbalista de los desocupados y burlones.

 El desafiante trabajo que realizamos espera, nos impone una actitud digna ante la vida, en la que la alegría no puede recibir al cómplice de la vulgaridad, ni el deber puede ser reemplazado por una obstinada ligereza, en nombre de misoneísmo y una realización que se esconde en eufemismos de obras especiales, porque Jesús, el constructor del Orbe, antes de lanzarse en el esfuerzo de conducir a la Humanidad a las altas cumbres, no desdeñó la modesta carpintería de José, la enseñanza, Él incluso, por las obras, que el verdadero ideal del hombre parte de su acción constante, activa, para bien, en un clima de elevación y sobriedad.

Convidados para realizar el mundo nuevo en nosotros, con nosotros, no nos dejemos afligir por la alboroto de los desocupados, ni nos agasajemos; no suframos por las pedradas de los que se complacen en molestar más que en ayudar; pero no les demos cobijo, continuando con la frente erguida y el ideal levantado, porque estamos sirviendo a Jesucristo y no a los hombres, y a Cristo Jesús daremos cuenta y no a nuestros compañeros.

Igualmente no apliquemos indebidamente el tiempo en la discusión inoperante, vacía, ni cerremos las puertas a la caridad fraternal, o, tampoco, nos dejemos contagiar por la enfermedad ulterior que visita el siglo, que es ociosidad, generadora de mil males, que ha tratado obstaculizar la marcha del progreso.

No aguarden los compañeros el aplauso vacío, el apoyo insensato, ni la odisea de la perturbación que inquieta por dentro aunque agrade por fuera.

La obra del Señor se basa en el sacrificio personal y en la dedicación exclusiva a ese ideal, que debe constituir la función esencial de la vida de quien despertó para la verdad y a ella se entrega em clima total.

No hay lugar hoy como no hubo ayer para los líderes buenos trabajadores Y si los hubiera, dichos lugares los desviarían del ministerio al incensario mentiroso de los que se deleitan en ilusiones y en los juegos de una sociedad vaciada de objetivos ennoblecidos, por el momento.

Sin recelar, más si sin provocar; sin temer, más si sin huir de la lucha, estén ciertos los espíritas, nuevos cristianos, que si a los primitivos operarios de Jesús fue exigido el sacrificio de la vida por el  martirio, en la plaza pública, de los constructores de la nueva civilización, los misioneros de la Tercera Revelación, no menor cuota de sacrificio les será solicitada, en el país del alma, en la región de la consciencia y en el   continente del ser, en mil formas de persecución, calumnia, oprobrios y acciones de la impiedad. . Todavía, por la acción de todas las circunstancias que afligen y perturban, Cristo, en triunfo, concederá aquel que tuviera la señal de la mansedumbre, del trabajo, la aureola de la liberación para la victoria total en el reino de la perenne luz

LINS DE VASCONCELLOS

SENTIMIENTOS BRUTALES

SENTIMIENTOS BRUTALES

Libro: Historias de un sueño

SERIE BECERRA DE MENESES

Un espíritu nuevo fecundaba la atmosfera moral de Venus.

Ya se discutían libremente los usos y las prácticas de las generaciones pasadas, ya fueron discutidos libremente, con intenciones más dulces, que despuntaban en el horizonte de aquellas almas, hasta ahora sepultadas en la oscuridad de la burda bestialidad.

— Es siempre así — interrumpió el hilo de mis pensamientos el angelical Bartolomé de los Mártires. — El hombre, en cualquier mundo, es capaz de recibir luz más intensa, es movido por esas intenciones. Un disgusto de lo que tiene y un vago deseo de alcanzar algo desconocido invaden su ser. Se debate consigo mismo, descree de lo que era su firme convicción, absoluta certeza, artículo de fe inquebrantable. Muchas veces, sediento, se tira donde el viento susurra, creyéndolo el ruido de un torrente y, por tanto, negando los errores del pasado, toma el camino que conduce a nuevos errores. No importa, porque lo esencial es desbloquear la piedra del lecho eterno en el que estaba incrustada. Si, rodando desde allí, ella va a un abismo, del abismo será levantado para ser puesto en el edificio que sirve de templo a la augusta verdad.

— Se, padre mío, que la revelación de más altas verdades es siempre hecha en la medida del progreso realizado, más explícame: ¿cómo fui, allí, hace tantos siglos, instrumento de la divina providencia en la obra del progreso y de la regeneración de aquel planeta, siendo yo, aun hoy, un pobre espíritu en expiación?

— Allí, en aquel tiempo, tú eras entre todos el más adelantado, aunque tu adelantamiento no fuese lo bastante para subir a la más humilde posición en la Tierra, donde hoy te encuentras.

— Percibo ahora; sin embargo como es que yo, estando en expiación de mis faltas, fui investido de la divina misión de hacer progresar un mundo?

—En primer lugar, te diré que el condenado por los más torpes crímenes, desde que se humille y sufra resignado la pena, da a sus compañeros un buen ejemplo de salvación, que ni evalúas cuán grande valor tiene para él y los otros. En segundo lugar, la expiación bien desempeñada puede transformarse en misión, ala que llamare misión expiatoria, porque lleva el bien a los otros y hace bien a si propio. Tú, hijo mío, hiciste, hasta el punto en que te hayas, una perfecta expiación, y fue por eso que mereciste la investidura de misionero.

Esclarecido sobre aquellos puntos que me intrigaban, volví al estudio.

Saliendo del tribunal, el príncipe atravesó la multitud que lo aclamaba, sin, con todo, ver ni oír lo que pasaba alrededor. Vagaba por mundos extraños, buscando la fuente de un sentimiento que lo consumía como la lava de un espantoso volcán. Y la buscó en lo alto por instinto natural, que lleva al hombre a buscar la sede del amor en las alturas, donde se encuentra su esencia. La chica acusada fue quien destilara su corazón, cuya belleza lo cautivó y cuya historia lo llenó de dudas.

Su amor, aunque más purificado que el de todos los mundanos, no tenia, aun, la belleza bastante para elevarse del suelo donde fuera generado y transformarse de camal en espiritual. Era, pues, camal, y el fuego que ascendía era, en el fondo, más o menos verdadera concupiscencia. El espíritu que ya divisaba las iluminaciones de una existencia superior, algo en lo que no pensaban  y aun no piensan los habitantes de Venus, procuraba además, mucho más allá,  acorde a aquella vaga intuición, lo que no ascendiera aun del planeta y estaba en su propia carne. Salió, pues, el mozo loco de deseos por la bella criatura que estaba a sus pies, más loco todavía, por la revelación que esta le hiciera, de marlo perdidamente.

¿Quién era el afortunado del que se podía decir que era el dueño de esa joya incomparable?

¿Correspondería acaso a un amor tan precioso, que todo, incluso la vida, quisiera, sacrificarle? Estas dudas turbaban aquel espíritu que afrontaba todo con serenidad. Loco yo fui -pensó el joven- en suprimir el abismo que los separaba. ¡Ahora ellos serán felices y yo seré un desgraciado!

Implicado por el pensamiento de que lo principal era penetrar en el misterio de ese odioso amor, se retiró a su choza, que otro nombre no merecen las moradas en Venus, incluso las de reyes y príncipes.

Un familiar suyo, viéndolo tan trastornado como nunca estuviera, le preguntó lo acontecido. Y el mozo, porque el amor es expansivo, le refirió el hecho, revelando sentimientos brutales de acabar con su rival, si tal cosa fuese menester, para poseer a su amada. ¡Que Asombroso! ¡Aquel hombre siempre evito escenas de sangre y, ahora, estaba dispuesto a derramarla! Suspendí, aterrado, el estudio que hacía y, volviéndome para el angélico guía, pregunte:

— ¿Se puede retrogradar en las vías del progreso? Estoy viendo que el mozo, ya se ha distanciado de los sentimientos que lo dominaran en la existencia pasada, vuelve a ellos.

— Nadie retrograda —me respondió el guía — Lo que puede acontecer, en ese caso, es reincidir el joven en la falta pasada y esto es lo que constituye la prueba: libertad plena para repeler o abrazar nuevamente la falta que determinó la expiación. Nunca, sin embargo, el reincidente descenderá del nivel de su condición moral, que se comprometió a depurar. Luego, no descenderá.

Pero, ¿se puede perder el esfuerzo por mejorar?

Es una condición de la prueba que vino a realizar, en el más pleno goce de su libre albedrío.

– ¡Dios mío! si no fuera por esa mujer, tal vez ya estaría libre de vidas de sufrimiento!

— No la acuses, porque ella no tuvo culpa de lo que hiciste. Acúsate a ti solamente, porque no tuviste fuerzas para vencer la tentación. El mal estaba, aun, en ti bajo la cáscara de bien, y Dios, que lo vio, no te haría ascender hasta que lo hubieras expulsado. Se te ofreció la ocasión, y tú, en lugar de dar la prueba completa, dejaste que ella rompiese la cascara y dominase tu voluntad.

— ¿Fue entonces la causa de mi retraso, del atraso en el que me encuentro hoy?

— Ciertamente, mas no perdiste por completo aquella existencia (prueba de que nunca se retrograda), no solo porque no tuviste el grado de tú antigua ferocidad, que te arrastro a hacer mal a tu semejante por simples e infernal placer, como también porque plantaste, en el seno de aquella humanidad, la simiente del bien que germinó, y eso fue llevado al descuento de tú falta.

,-r— Entonces, en cada existencia, nos son contados el bien y el mal que hacemos?

Si. Y si, en la balanza de la eterna justicia, más pesara el bien, el espíritu será galardonado proporcional mente, como será proporcionalmente castigado si más pesara el mal.

¡Nada se pierde! exclame.

Nada, porque tanto la pena como el galardón sirven de medio para la purificación del espíritu, que es toda la ambición del padre, a fin de admitir al hijo en la sacrosanta mesa, donde reparte, eternamente, el pan blanco de la caridad con sus electos. — Si, todo en justicia, y la justicia de Dios es amor y misericordia.

— Es la palabra de la sabiduría: todo en justicia.

LUDENDORFF HUMBERTO DE CAMPOS CHICO XAVIER

LUDENDORFF

Humberto de Campos Chico Xavier

Libro: Nuevos Mensajes

El gran general de la Linha Hindenburg, tras equipar los fusiles de la Gran Guerra, empuñó las armas del pensamiento, dedicándose a la más intensa actividad intelectual, en la construcción de la Nueva Alemania.

Desde su retiro solitario, Eric Von Ludendorff logró el éxito más notable con sus publicaciones, que se multiplicaron indefinidamente. Sólo su revista tuvo una tirada de setenta mil copias Sus libros fueron disputados en todos los centros culturales de la antigua Germania, celosa de su tradiciones militares y sus sueños de dominación. Ludendorff personificaba ese espíritu de renovación y de imperialismo. Las luchas de 1914-1918 habían cesado, pero el valeroso soldado empleó todas sus energías, después del armisticio, en el sentido de reconstruir al pueblo alemán, después de la derrota. Nacionalista en extremo, no toleraba la república, era opositor declarado de la Iglesia católica y enemigo acérrimo de los judíos y la masonería, concentrando todas sus aspiraciones de hombre y de soldado en el pangermanismo, creyendo que sólo de Alemania podría venir Con Hindenburg, había sido la columna inexpugnable de los ejércitos de las Potencias Centrales en la Gran Guerra. De su puño de hierro había emanado casi todos los coeficientes de fuerza, en Lieja y Tannenberg. Sus principales tradiciones fueron objeto de veneración de sus propios enemigos, y en los tiempos actuales, el valeroso soldado era la única voz tolerada en la Alemania de Hitler, en los problemas de análisis del nuevo régimen, por su situación sumamente excepcional, ante las fuerzas armadas de su patria, que se enorgullecían de tener un guion en su gran espíritu. Ahora, sin embargo, en los últimos tiempos, el general había sido ingresado en un asilo de ancianos en Múnich, para estudiar la posibilidad de una operación en la vejiga, que le devolvería la salud que había sido sacudida a la edad de setenta y dos años sobre la faz de la tierra. el propio perfeccionamiento del mundo. Todos sus compatriotas acompañaron su tratamiento, esperando el regreso del valiente

soldado a las tareas de cada día, por el bien de Alemania. El pronóstico de los médicos fue el más favorable posible. Ludendorff tenía una constitución orgánica envidiable. Y no sería de extrañar que volviera un día al cuartel para la vida activa. En el momento del armisticio, Hindenburg tenía más de setenta años, Foch tenia aproximadamente sesenta y ocho. Así fue como el ejército alemán esperaba aun y siempre la inspiración de ese hombre extraordinario. Los facultativos, a pesar de la imposibilidad de intervención operada, lo consideraron en camino a una recuperación total, otorgándole incluso el permiso preciso para levantarse de su cama diariamente. Todo apuntaba al regreso de su salud.

Mas, en aquel día, el general, dentro de un círculo de recordaciones, rememoraba, apuñalado de pesar, todos los caminos recorridos. Desde su lecho, parecía contemplar aun la batalla de Tannenberg, donde su coraje sustituiría la indecisión del general Prittwitz y, conduciendo más su memoria, volaba a sus estudios militares en la Academia de Grosslichtenfeld, reviendo afectos de la mocedad y abrazando, en pensamiento, viejos camaradas de la infancia. Una singular emotividad hacia vibrar su corazón enrojecido en las luchas, hasta que un suave y momentáneo reposo físico le cerró los ojos del cuerpo, abriendo su visión espiritual, dentro de una considerable amplitud. Le parecía haber regresado a los tiempos nostálgicos de la mocedad, tal era su lucidez y extraordinaria inventiva.

A su lado, estaba el gran amigo de todas las luchas.

Hindenburg, sin embargo, ya no era más aquel soldado lleno de audacia y de aplomo. Su cuerpo se hallaba destituido de todas las insignias y  de todos los uniformes y en su mirada había una ola de tristeza y de  humildad, saturada de indefinible ternura.

 «Eric  hablo suavemente  no tardarás también en ultrapasar los portones de la Eternidad…

Guarda en tú espíritu la esperanza en el Cielo y en Dios de misericordia, que es la vida de todas las cosas… Abandona todas tus preocupaciones de grandeza y de imperialismo, porque ante la muerte desaparecen todos nuestros patrimonios de posesión y de dominio material! Renueva tus concepciones de la vida, para penetrar el templo de la Inmortalidad, abandonando el mundo con un pensamiento fraterno para todas las criaturas… Nuestro sueño de imperialismo y de superioridad de Alemania no pasa de una vanidad tocada de locura, que Dios puede deshacer en un instante para otro, como el viento poderoso que mueve las arenas de la playa. Cierra todas las puertas del orgullo y de la exaltación, porque si nuestra patria quisiera guardar mis cenizas en el Panteón de Tannenberg, mi espíritu se vio obligado a sucumbir al último de nuestros comandantes… El Generalísimo de las batallas, para Dios, no era más que un oscuro e insolente gusano, condenado a pagar las más severas cuentas de sus actividades sobre la Tierra…»

Ludendorff oía, con extrañeza, las palabras que le venían al corazón, de las profundidades del túmulo. Dentro do su orgullo inflexible consiguió balbucear:

 «Dios? No existe otro Dios a no ser aquel que simboliza la fuerza, la superioridad de Alemania…»

 «Cállate!  replico aun la voz pungente de la sombra. Por encima de todas las patrias del planeta, está la misericordia suprema de un Dios, cuya providencia es la luz y el pan de todas las criaturas. Su sabiduría permitió que los hombres se dividieran bajo la sombra de las banderas, no para la carnicería de la batalla, sino para que amasen la escuela del mundo terrestre, aprovechando sus obras, dentro del idealismo de las patrias, hasta que pudieran, lejos de todo estímulo del espíritu de competencia, comprender plenamente las leyes de fraternidad y solidaridad humana… En el equilibrio de su amor y de su justicia inviolable, Alemania no vale más que Palestina. Los judíos que combates son igualmente nuestros hermanos, en el camino de la vida… Reconoce toda la verdad de mis fraternas revelaciones, porque, en la realidad, ninguna nación, como ningún hombre, se puede anteponer a la Voluntad Suprema…

Unamos las manos, lejos de los combates incomprensibles, dilatando el ideal de la fraternidad sobre la Tierra, bajo la bendición compasiva de Jesucristo, que es el único fundamento indestructible en la faz de este mundo, donde todas las glorias pasan, como el vértigo del relámpago.

Pronto tu cuerpo reposará en las cenizas de la tierra, como nuestros restos guardados en la soledad de Tannenberg. Sobre el polvo de las ilusiones se levantarán cantos de guerra, pero nosotros, con la serenidad de la distancia, nos uniremos en los cielos de nuestra patria, implorando al Señor que derrame sobre todos nuestros compatriotas los efluvios de su amor, de su misericordia y de tu paz!…»

En ese momento, entretanto, Ludendorff no consiguió oír más la voz consoladora y amiga de la sombra…

Sus fibras emocionales se habían dilatado hasta el infinito. Su corazón pareció detenerse de angustia, en la sepultura del pecho envejecido, y una dolorosa lágrima se cernía en sus ojos saturados de asombro. Todas sus ideas de dominio fueron destruidas en un instante de razonamiento. Su espíritu había vuelto a la vigilia, lleno de indecible angustia.

Los facultativos lo rodean, comprobando la repentina caída de todas sus fuerzas. El valiente soldado de la Gran Guerra estaba allí, vencido, enfrentándose a la muerte, y pocas horas después, sin que los médicos pudieran explicar el resultado inesperado, Ludendorff penetró los portales del mundo espiritual, apoyado por algunos brazos en la niebla, ya no predicaría el imperialismo de su patria para recordar los días gloriosos de Tannenberg, sino que oraria humildemente, ante la misericordia divina, rogando al Señor la inspiración necesaria para los vivos de su patria.

Traducido por: Mercedes Cruz

LA PARÁBOLA DE LAS DIEZ VÍRGENES

LA PARÁBOLA DE LAS DIEZ VÍRGENES

Libro: Historias que Jesús Contó

Clovis Tavares

(Mateos, capítulo 25º, versículos 1 a 13)

En aquella noche, dos jóvenes se casarían.

 El basamento seria celebrado por la noche, como era costumbre en el tiempo de Jesús.

 Había primero la ceremonia religiosa, en la casa de la novia. Después, entonces, la fiesta del casamiento, en la residencia del novio.

 Los convidados salían de la casa de la novia formando una procesión. Todos cargaban lámpara de aceite o antorchas encendidas, porque las calles eran oscuras. En aquellos tiempos, usted sabe, no había iluminación de gas ni luz eléctrica. La procesión, comenzando en la casa de la novia, se dirigía para la casa del novio.

Algunas personas convidadas, que no pudieron asistir al acto religioso, esperaban, en frente de sus casas, el paso del cortejo, a fin de dirigirse a la residencia del novio para las fiestas del casamiento.

 Las ceremonias religiosas demoraran, sin embargo, bastante tiempo en la residencia de la novia.

Diez mozas que no pudieron ir allá, estaban esperando el paso del cortejo, cuando el novio, la novia y los convidados fuesen para la casa del primero.

 De esas diez mozas, cinco eran tontas y sin juicio. Las otras cinco eran prudentes.

 Todas sabían que no era permitido tomar parte en la procesión sin sus lámparas o antorchas.

 Las tontas, porque no tenían cuidado, llevaban las lámparas con poco aceite, más las prudentes llevaban las lámparas y también unas pequeñas vasijas de aceite.

El novio estaba tardando…

— ¿Por qué se estaría demorando tanto, la ceremonia religiosa? — preguntaban las mozas, una a las otras.

Sentadas, vencidas por el cansancio, todas ellas adormecieran.

Ya era media-noche, cuando alguien, que venía al  frente de la procesión, gritó:

“¡Es el novio! ¡Vengan los convidados a su encuentro!”

Las diez mozas, entonces, se levantaron deprisa y prepararon sus lámparas, encendiéndolas.

Las cinco mozas sin juicio dijeron, en ese momento, a las otras cinco:

— Dadnos de vuestro aceite, porque nuestras lámparas se están apagando…Ellas tienen poco aceite…

Las prudentes, sin embargo, respondieran, con delicadeza:

— Infelizmente, amigas, no es posible, porque el aceite que tenemos no llega para nosotros y para vosotras. Id al vendedor y comprarlo para vosotras…

Las cinco mozas poco previsoras fueron hacer la compra, buscando al vendedor a aquella hora tardía de la noche. Y por eso, demoraran bastante…

La procesión paso, las cinco mozas prudentes entraron en el cortejo y todos llegaron a la casa del novio. Inmediatamente fue cerrada la puerta, como era costumbre.

Más tarde, las cinco mozas sin juicio llegaron. La puerta ya estaba cerrada.

— ¿Qué haremos? se preguntaron ellas entre si.

«Vamos a llamar a la puerta», dijo una.

Tocaron, gritando:

«¡Señor, señor, ábrenos la puerta!»

El novio, sin embargo, desde la ventana de la casa, les dijo a las mozas que estaban en la calle:

— Ahora ya no es posible… ¡No os conozco!

Y no pudieron entrar. Si hubieran sido cuidadosas, habrían estado en fiesta junto con todos los invitados…

***

¿Entiendes, hijito, la gran lección que Jesús nos dejó con esta ¿Parábola? Lo terminó con estas palabras: “Vigilad, porque no sabéis el día ni la hora”.

Esta parábola es una invitación de nuestro Divino Maestro para que seamos vigilantes, es decir, cuidadosos.

Debemos estar siempre prontos para el cumplimento de nuestro deber.

Debemos estar siempre prontos para responder a la llamada de Jesús para cualquier servicio, por pequeñito que sea, en la Siembra del Evangelio. Debemos estar siempre prontos para la hora desconocida en la que Él nos llamara de esta vida presente para la vida espiritual.

Eso es lo que significa vigilancia. Cuidemos, pues, de nuestras almas con mucho celo. Seamos como las mozas prudentes de la parábola, que traían sus lámparas y además las vasijas de aceite. Debemos traer nuestras almas como lámparas siempre encendidas, alimentadas con el aceite de la Palabra Divina.

Usted vio que el aceite, en la parábola, no puede ser prestado. Así siendo, cada uno de nosotros debe cuidar de conseguir el propio aceite para su lámpara, esto es, cada uno debe cuidar de perfeccionar e iluminar su propio corazón, pues, no podemos llegar a Jesús por los merecimientos de los otros. Es la “ley del esfuerzo propio” de la que nos ha hablado muchas veces, nuestro gran Benefactor Espíritu Emmanuel.

Atienda para otra enseñanza, querida criatura: debemos cuidar de la iluminación de nuestra alma mientras es tiempo. No procedamos como las vírgenes sin juicio, que dejaron la compra del aceite para la última hora. Por no ser cuidadosas, perdieran el derecho de entrada a las fiestas del casamiento. Si no cuidamos también, con antelación, el perfeccionamiento de nuestro Espíritu, no tendremos el ingreso a las Moradas Luminosas de paz, de felicidad y de cooperación con Dios.

Piense en esas cosas muy serias y santas, mi querido amigo. Y desde ahora, “compre” en el Evangelio, con las monedas de su buena voluntad y de su esfuerzo el aceite de las Virtudes Divinas para encender la lámpara de su corazón, preparándolo cuidadosamente, para los servicios del Bien, con Jesús.

EL JUZGAMIENTO SERIE BECERRA DE MENESES

EL JUZGAMIENTO

Serie de Becerra de Meneses

Libro: Historias de un Sueño

Al tomar conocimiento de ese hecho, esculpido en el cuadro que me era presentado, sentí un torbellino de emociones que me hicieron gemir de alegría y de dolor. ¡Me acuerdo, me acuerdo ahora, me acuerdo perfectamente!

— Es quien te evoca y también te atrae, inconscientemente, con vigorosas vibraciones de la gama de todos los sentimientos amorosos, me dijo el venerable guía.

«¿Y se puede, desde un mundo, evocar a alguien que está en otro mundo?

— El pensamiento amoroso, hijo mío, viaja por el espacio infinito y aun, si es ungido con la fe y la humildad, puede ascender a alturas infinitas, donde está el Solio Sacratísimo de Dios. No fue solo por haber sido evocado por el espíritu que está en Venus y que guarda, en la bóveda de su alma, la pura esencia del amor que le inspiraste; no fue solo por sus anhelos que fuiste atraído, más también por tu propio deseo de satisfacer la llama latente del amor que le profesaste; es un débil, sin embargo, un reflejo inextinguible de ese vínculo divino, que une a las humanidades entre sí y todas las criaturas a su Creador.

— ¿El amor, entonces, es la suprema ley?

— Y fue por eso que Jesús dijo: “Toda la ley y los profetas se encierran en estos dos mandamientos:   amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a si mismo

— ¿Mas, padre mío, Dios también aceptará el amor carnal?

—Las finas esencias son extraídas de groseras sustancias.

— Comprendo. El progreso en todo.

— El progreso en todo; pues sería incongruente que el hombre carnal poseyese, en plenitud, el amor espiritual. En cuanto carnal, tiene amor carnal; desde, sin embargo, que llegue al hombre espiritual, el transforma, en esencia el sentimiento grosero en el suavísimo aroma que en él tenía. —en ese caso, aquel amor tan impuro en relación al que hoy siento…

— Es el mismo que hoy sientes, así como eres hoy el mismo espíritu que eras entonces, salvo el adelanto que has tenido. Continua, sin embargo, tu estudio.

Vuelve la vista para el cuadro que estaba ante mí y me vi en la posición de juez, teniendo a mis pies, a la mujer acusada. Hoy, yo la juzgaría horrendamente fea; no sé por cual proceso, retrocedí aquel tiempo, y quede dominado por su incomparable belleza, y sentí tan profunda conmoción al encontrarse nuestras miradas.

-Así como yo también ella sintió.

— ¿Sabes de lo que te acusan? — pregunte con la voz trémula de emoción.

— Si — respondió, dejando caer de sus ojos un collar de perlas líquidas.

— ¿Y qué tienes que decir en tú defensa?

— Nada, sino que recibiré, como gracia, la sentencia de muerte que me libre de este vivir desgraciado.

— ¿Quieres, entonces, morir?

-¡Oh! quien tuvo un sueño que le hizo palpitar su corazón en cadencia divina y al despertar sintió que un abismo lo separa de este sueño, cuya posesión le es condición de vida, qué aspiración puede tener sino acabar, acabar para no ser, día y noche, torturado por la visión celestial?

— ¿Tuviste, entonces, una visión celestial?

— Si, un sueño que me lleno de imposibles y, al mismo tiempo, apetecidos deseos.

— ¿Más que abismo es ese que te impide de saciar tus deseos?

— No me preguntes… mas yo voy a morir c, por tanto, no hace mal revelar mi secreto, señor. Cierto día, día fatal, vi un bello mozo, bello y bueno, bueno y adorado por todos. Su imagen se gravó en mí, de donde no hay poder capaz de arrancarla, y mi corazón quedo repleto, desde aquel momento, de un amor que me domina por entero.

— Comprendo. — dice el príncipe con aspereza, por saber que aquel corazón ya tenía dueño. — Comprendo, más lo que no se es como tú amor te hace desear la muerte, a no ser que fuiste repelida por el mozo que es objeto de tu afecto.

— Él nunca supo y jamás sabrá que lo amo — responde la moza, con la cabeza baja e inundada de lágrimas.

— ¿Como, entonces, dices que un abismo te separa del?

— Sim, porque él es de la orden superior y yo… yo soy de una inferior.

El príncipe miro para el cielo y se dirigió a la multitud diciendo:

— Jugáis que los hijos de una orden social se distinguen de los de otras como el perro se distingue del hombre?

— No — respondieron a una sola voz.

— Más es la ley que recibimos de nuestros padres.

— Es verdad y nosotros debemos respetar a los padres; sin embargo eso no nos obliga a eternizarnos con sus errores, cuando, por honra de ellos, del nombre que nos legaron, debemos mejorar sus obras.

¿Entendéis que siempre debemos ser lo que fueron, porque lo fueron, en vez de ser solícitos en la procura de condiciones superiores para nosotros y para nuestros hijos?

La multitud guardó silencio y el continuo:

— Quien nos creó nos hizo iguales en la esencia, no distinguió un de los otros ni en el nacimiento ni en la muerte. Luego, las diferencias de órdenes fueron establecidas por los hombres, y lo que el Creador dispone no puede ser derogado por la criatura. Solo

Hay una distinción real de hombre a hombre: es la que resulta del merecimiento. ¿Si las ordenes fuesen instituciones legítimas, que culpa habría de alguien nacer en una inferior y que gloria seria la del que naciese en una superior? En sentimientos y en acciones, el más rico puede ser un villano, y el más pobre, un hidalgo. Si fuesen fundadas las diferencias, jamás brotaría en el pecho del hijo de una orden el amor por el hijo de la otra. Y desde que tal hecho se da, es claro que nuestra naturaleza no conoce tales diferencias, pues ellas son convencionales. ¿Debemos ir contra la naturaleza, para no tocar en el legado de los errores de nuestros padres, o debemos ir con la naturaleza, retocando, mejorando, perfeccionando ese legado?

Una explosión de aplausos rompió de la multitud, y el viejo padre del joven juez, acercándose a él, exclamó bien alto:

-Este es enviado, y nosotros lo juzgamos maníaco; él nos indica la luz, sigamos el camino que nos muestra.

Así como hiciera consagrar la igualdad de todos ante la ley, conseguirá el joven plantar, del seno de esa masa bruta, la ley de la igualdad natural de los hombres: doble triunfo, ganado por causa de su misión expiatoria, que había recibido a través de su ángel de la guarda. En ese momento, yo lo vi aureolado y, junto a él, ese espíritu brillante y alegre, que parecía estar delante de Dios.

El mozo se volvió, entonces, para la acusada y, sonriente, le dijo:

—Suprimí el abismo que te separaba de tu visión; más preciso sondar lo que te separo de tu deber.

— Nada, Señor, nada — exclamo la moza en delirio de alegría —. Contra mi voluntad, mi padre me dio a un hombre, de quien siempre declare no aceptar el señorío. Quiso forzarme, yo hui: es mi crimen.

| ¿Y-es verdad? Preguntó el juez al padre y al marido de la moza.

Los dos acusadores quedaron confusos, menos por el temor de mentir que por el respeto debido al juzgador. Este absolvió a la acusada, y el pueblo, transformado de lobo en cordero, lo cubrió de aplausos.

PARA NUESTRA EDIFICACIÓN RICHARD SIMONETTI

PARA NUESTRA EDIFICACIÓN

Richard Simonetti

Libro:  El Clamor de las Almas

¿Qué diremos, pues, hermanos al respecto? Cuando os reunís, uno tiene un salmo, otro doctrina; este trae revelación, aquel otro lengua, y algún otro interpretación. Sea todo hecho para la edificación.

En el caso de alguien hablar en otra lengua, que no sean más de dos o cuando mucho tres, y esto sucesivamente, y haya quien interprete. Más, no habiendo interprete, este callado en la iglesia, y hable consigo mismo y con Dios.

Tratándose de profetas, hablen apenas dos o tres y los otros juzguen. Si, sin embargo, viniera revelación a otro que este sentado, callese el primero. Porque todos podréis profetizar, unos después de otros, para que todos aprendan y sean consolados.

Los espíritus de los profetas están sujetos a los propios profetas.

Porque Dios no es de confusión y, si, de paz.

Estas orientaciones parecen retiradas de un compendio actual sobre mediumnidad. No en tanto, tiene casi veinte siglos.

Está en la Primera Epístola de Pablo a los Corintios.

El apóstol habla con acierto de una diversidad de carismas, dones espirituales que llamaríamos mediúmnicos.

Hay los que ven a los Espíritus, aquellos que los oyen; los que transmiten sus manifestaciones; los que lo hacen en lenguas extranjeras…

La mediumnidad era intensamente cultivada en la primitiva comunidad cristiana. Los Espíritus que orientaban el movimiento estaban siempre presentes, en manifestaciones definidas, genéricamente, como del Espíritu Santo.

Eran tantos los fenómenos y envolvían a tantos médiums, llamados entonces profetas, que Pablo hubo para bien disciplinar aquel intercambio, evitando tumultos.

La propia xenoglosia, la manifestación en lengua extranjera, tan emocionante, debería ser evitada cuando no hubiese alguien para traducir, a fin de que todos lo entendiesen.

Detalle importante: el intercambio con el Más Allá no debe ser vulgarizado. Que sea todo hecho para la edificación, recomienda el apóstol. Edificar en el sentido de inspirar sentimientos de inducir al esfuerzo del Bien.

***

Es oportuno resaltar que fue por intermedio de fenómenos mediúmnicos de efectos físicos, en materializaciones sublimes, que Jesús irguió el ánimo de los discípulos, infundiéndoles inquebrantable convicción en cuanto a la grandiosidad de aquel movimiento renovador a que eran convocados.

Seria bajo la inspiración de las gloriosas manifestaciones de Jesús  y de los Espíritus Superiores que la comunidad cristiana enfrentaría toda suerte de persecuciones , regando con su sudor  y su sangre el árbol naciente  del Cristianismo para que el Evangelio se estableciese en la Tierra, como supremo cuadro de luces, aliciente sublime para la edificación del reino de Dios.

Uno de los grandes equívocos de los dirigentes cristianos, tal vez el más grave, fue eliminar el intercambio con el Más Allá, a partir de la institucionalización del Cristianismo iniciado con el Edicto de Milán, de Constantino, en el siglo IV.

Vinculado al carrusel del poder temporal, el movimiento no solo perdió el contacto con la Espiritualidad Mayor, como el desestimulo, en cuanto a las orientaciones que llegaban de lo Alto contrariaban las tendencias asumidas, volcadas para el culto exterior, ignorados los propósitos de edificación preconizados por Pablo.

A partir de entonces, sin las directrices de la Espiritualidad, los teólogos cristianos rondaron por los caminos de la especulación. Se concibió una teología fantasiosa, fijada irremediablemente  por el dogma, este instrumento terrible de aniquilamiento de la razón.

Y cuando vino el Espiritismo, el Consolador prometido por Jesús fue constreñido a manifestarse fuera de los círculos religiosos, porque estos estaban fascinados por el materialismo, negando vehementemente la posibilidad de intercambio con el Más Allá, paradoja tanto más lamentable en cuanto recordamos que la primitiva comunidad lo cultivaba.

***

 Aunque en un plano más elevado, bajo orientación de ese primoroso compendio que es El Libro de los Médiums, el fenómeno mediúmnico golpea, como aconteció, en el pasado, en las limitaciones que caracterizan al Hombre.

A partir de ahí, tenemos algunos problemas envolviendo la mediumnidad en los grupos espiritas:

·Banalización

La practica mediúmnica indiscriminada, reuniones mediúmnicas publicas, Centros Espiritas transformados en gabinetes de consultas, envolviendo a los médiums sin disciplina y orientadores sin orientación.

Aun mismo los médiums dotados de apreciable facultad acaban complicándose por no considerar la sabia observación de Kardec: Los Espíritus son solo apenas hombres desencarnados. No tienen la sabiduría perfecta, ni la plenitud de la verdad.

Vale recordar, a ese propósito, la experiencia del médium Jovino, que comentó en el libro Atravesando la Calle:

  Era un médium vidente. Identificaba, frecuentemente, junto a si, un simpático Espíritu, que decía ser su protector. Se habituó a consultarlo al principio respecto a cuestiones doctrinarias¸ después, sobre problemas personales, finalmente, sobre cualquier asunto.

Cuando se compró un coche, conductor inexperto incorporó la ayuda del acompañante del Más Allá, partiendo de su indecisión, en un cruce complicado, cuando este le hablo, resoluto:

-Valla adelante!

 Y Jovino fue… de Ahí en adelante, encontró en el mentor un eficiente copiloto. En cualquier dificultad, aguardaba la señal verde:

-¡Siga adelante! 

Confiado, salió de la ciudad. Transitaba por un camino lleno de baches, cuando vio un aviso: más adelante habrá un puente estrecho, tan solo para un coche. Por el otro lado se aproximaba un camión enorme, a alta velocidad. Jovino vacilo. ¿No sabía si le daría tiempo a cruzar el puente antes que el otro coche?

El mentor vino en su socorro.

¡Siga adelante!

Confiado, el médium piso el acelerador: El cuentakilómetros subió rápidamente a la velocidad de los ciento veinte Km hora, siguiendo aumentando la velocidad…

No en tanto, al entrar en el puente, vio que el camionero hacia lo mismo al otro lado! El choque fue inevitable, de esos que llevan a las personas a decir impresionadas:

¡No se salvó ni un alma!

Jovino cerró los ojos, aterrado, mientras el mentor, a su lado, en un murmullo desolado decía:

Si… ¡Creo que no va a dar tiempo!

¡Fue solo apenas, una adivinanza, errada!

·Elitización

La práctica mediúmnica restricta al ámbito de los iniciados, grupos reducidos

Estudioso y lucido compañero, dotado de larga experiencia como adoctrinador, se cambió para otra ciudad por la fuerza de sus compromisos profesionales.

Como todo trabajador espirita consciente, después procuro un Centro que le fue indicado. Expuso sus experiencias anteriores al presidente de la institución. Este informó que debería frecuentar las reuniones públicas durante algunos meses y participar de un curso. Después esperaría por una vacante en el grupo mediúmnico.

-¿Hay solo uno?

-Si

-Pero el centro tiene buen movimiento. ¿Los frecuentadores noles gustarían de participar?

-Muchos lo desean, más no hay lugar para todos…

-¿Y por qué no forman nuevos grupos?

El dirigente sonrió y hablo profesoral:

-La práctica mediúmnica es algo serio, amigo mio. No puede ser banalizada.

-¡Deberé esperar!..

-Sí , cultivando la paciencia, una de las virtudes evangélicas.

Nuestro compañero, que ejercita la paciencia sin confundirla con la inercia, ni es la de perder el tiempo, trató de procurar otro centro, donde no fuese tan complicado trabajar como voluntario y ejercitar lo que la Doctrina Espirita vino a reinstituir – el intercambio con el Más Allá.

·Negligencia

Hay Centros Espiritas que simplemente suprimen la practica mediúmnica. Dicen los dirigentes:

El tiempo del fenómeno pasó. Tenemos suficientes informaciones de la espiritualidad. Ahora es tiempo de cuidar de la divulgación de la Doctrina y su aplicación en el medio social.

¡Increíble! Pretenden hacer un Espiritismo sin los Espíritus, incurriendo en engaño semejante al de los cristianos medievales, que pretendieron hacer un Cristianismo sin Cristo, representado en las manifestaciones   de Espíritu Santo.

***

A propósito del asunto, pido permiso al lector para destacar las actividades del Centro Espirita Amor y Caridad, en Bauru.

Fundado en 1919, el CEAC congrega hoy un complejo de entidades: albergue nocturno, centro de clasificación de emigrantes, guardería infantil, escuela de orientación social y profesional, nucleos de asistencia familiar, asistencia a gestantes, a los presidios, a los hospitales, envolviendo a cerca de novecientos voluntarios y ciento cuarenta funcionarios, beneficiando aventicinco mil personas, anualmente.

¿Cuál es la magia capaz de aglutinar tanta gente?

No hay ninguna. Apenas la aplicación de la Doctrina Espirita, envolviendo la necesidad de participar en la vida social, bajo inspiración de la máxima de Kardec:

¡Fuera de la caridad no hay salvación!

Entiéndase el término salvación no en el aspecto escatológico, de la vida futura, más si en el sentido de superar la inercia y la indiferencia que generan males humanos, contribuyendo para la edificación de un mundo mejor.

Hay una idea siempre presente en el CEAC, en las reuniones públicas, en la evangelización infantil, en las clases de la mocedad, en los cursos, en las orientaciones doctrinarias: ¡Participación!

El espirita no puede ser un mero observador. Es inadmisible, que año tras año, frecuente las reuniones y reciba beneficios, sin asumir compromisos. Es preciso remangarse las mangas.

Cara al énfasis del asunto, ocurre notable y bendecido servicio continuo:

Se amplian los servicios para atender a los voluntarios que llegan. Los voluntarios llegan en la proporción en la que los servicios se amplían.

***

Igualmente empeño merecen las reuniones mediúmnicas.

El CEAC tiene, actualmente, setenta y dos grupos, que se distribuyen por numerosas salas, en todos los días de la semana, en variados horarios, por la mañana, por la tarde y noche, procurándose usar de forma más amplia posible las dependencias de la casa.

Es un aspecto a ser destacado. Hay salas en el Centro Espirita reservadas para una única actividad doctrinaria semanal. Eso significa que en las ciento sesenta y ocho horas de la semana hay un aprovechamiento de apenas dos horas, poco más de un uno por ciento del tiempo disponible.

Varias razones pueden ser evocadas en favor de la diseminación de la práctica mediúmnica, en el Centro Espirita.

·Sustentación del ideal espirita.

·Sustentación del ideal espirita.

El Espiritismo nació de la mediumnidad. Esa actividad jamás debe ser relegada al plano secundario. ¡Es básica! ¡Es prioritaria!

Para tanto Kardec se dio al trabajo de escribir El Libro de los Médiums, que disciplina el contacto con los Espíritus.

Considerado un tratado de ciencia espirita, para investigadores es, sobretodo, un manual para iniciados, estimulando el intercambio con el Más Allá.

·Amparo espiritual

Es en la reunión mediúmnica que tenemos las mejores oportunidades para recibir beneficios.

Frecuentemente sufrimos el asedio de entidades perturbadas o perturbadoras, experimentando sentimientos negativos, ideas infelices, sensaciones desagradables…

En contacto con la Espiritualidad, los mentores espirituales pueden trabajar nuestro psiquismo de forma más amplia, reanimándonos y apartando influencias negativas.

Es un recargar de baterías espirituales, en favor de nuestra salud y bienestar que no podemos dispensar, en nuestro propio beneficio.

·Ayuda a los desencarnados.

La reunión mediúmnica es precioso ensayo de ejercitar la caridad.

Una de las revelaciones más sorprendentes de la Doctrina Espirita dice respecto a la inmensa cantidad de Espíritus que desencarnan sin preparación para la gran transición. Presos a los intereses humanos, permanecen inconscientes, como sonámbulos que hablan y oyen.

En contacto con las energías del ambiente mediúmnico y del médium, experimentan una revitalización, como si sorbiesen poderoso tónico que los despierta y les da alguna lucidez, favoreciendo su readaptación a la vida espiritual.

 Ayudamos y somos ayudados, en valioso investimentos en favor de nuestro bienestar, en las experiencias humanas o en el Más Allá, cuando llegue nuestra hora.

Se cuenta que cuando el D, Becerra de Meneses desencarnó había una multitud de Espíritus para ofrecerle la bienvenida.

Eran beneficiarios de su bondad.

De entre ellos, cientos que había socorrido en las reuniones mediúmnicos de las que el participaba, consolándolos y cambiando sus disposiciones con palabras de esclarecimiento y cariño.

Ellos fueron a demostrarle su agradecimiento.

·Concientización.

Cuanto mayor es el numero de grupos mediúmnicos, más Espíritus serán beneficiados, más personas serán favorecidas con algo de fundamental importanciaen favor de nuestra realización como espiritas La conciencia de la inmortalidad.

Somos espíritus en tránsito por la Tierra, en jornada de aprendizaje, seres inmortales que ya vivíamos antes de la cuna y continuaremos viviendo después del túmulo.

Cualquier espirita medianamente informado sabe de eso.

Más no basta saber. Es preciso vivir.

Es imperioso que esa idea repercuta en nuestra manera de ser, en nuestro comportamiento.

El contacto frecuente con la realidad espiritual es el gran estímulo. Particularmente los sufridores del Más Allá advertencias contundentes para mostrarnos lo que podrá acontecernos si no vivenciamos los ideales espiritas, relacionados con la reforma íntima y la práctica del Bien.

***

Obviamente, atendiendo a los postulados espiritas, no podemos instalar grupos imprudentemente.

Como Kardec deja bien claro, en el Libro de los Mediums, la participación en trabajos mediúmnicos exige conocimiento del asunto. Es imperioso que se instalen cursos, que haya un estudio sistematizado, a fin de que las personas se preparen para el trabajo mediúmnico y se compenetren de sus deberes.

En el CEAC tenemos un curso preparatorio de dos años.

En el primer año, básico, del abordaje de los principales temas doctrinarios.

En el segundo, complementario, estudio de la mediumnidad.

Al final se inician los trabajos, sin interrumpir los estudios. Estos permanecen, buscando siempre mejorar la participación.

Los grupos congregan de diez a veinte personas.

Inicialmente, el entrenamiento y el desenvolvimiento mediúmnico.

En el desarrollo de las experiencias, de acuerdo con sus afinidades y tendencias, pueden evolucionar para otras modalidades.

Fundamentalmente, todos funcionan como escuelas de la espiritualidad y bendecida oportunidad de ayudar a la vasta multitud de Espíritus que desencarnan sin ninguna preparación para la jornada más allá del túmulo, al estar atormentados e infelices.

La rutina de las reuniones destinadas al auxilio espiritual envuelve oración de abertura, estudio del texto sobre la mediumnidad, lectura y comentario del mensaje evangélico y el intercambio.

***

Hay una actividad que debe ser estimulada e instituida en todas las reuniones mediúmnicas que envuelven ayuda espiritual y adoctrinación de los espíritus. Se trata del trabajo de vibraciones, inmediatamente anterior al ejercicio mediúmnico.

Es bastante sencilla.

El dirigente lee pausadamente, con intervalo de medio minuto, nombre, dirección y edad de personas para ser atendidas, mientras el grupo, concentrado, emite vibraciones de cariño, saludo y buen ánimo en su beneficio. Ellas equivalen a vigoroso pase magnético a distancia.

Podemos, también, atraer para la reunión Espíritus que, consciente o inconscientemente están perturbando a alguien.

Muchos desencarnados no perciben su nueva condición cara a la poca preparación para la vida espiritual.  Sufren una turbación mental. Presos a los ambientes en que vivieron, quedan perplejos con el hecho de que nadie les presta atención. En el afán de pedir socorro, acaban ejerciendo influencia desajustada sobre familiares con los cuales guardan alguna afinidad.

Una señora cuido durante algún tiempo de su hermano, paciente terminal. Se dedicó enteramente durante meses.

Cuando el falleció, fue poseída por inexplicable sentimiento de miedo y fuerte tensión. Dormía poco, con sueño agitado, con pesadillas con el muerto, que parecía pedirle socorro.

Anotado su nombre, efectuadas las vibraciones, es que el hermano se manifestó, perplejo, confuso, inconsciente…

Atendido y orientado, fue encaminado a una institución socorrista del plano espiritual. A partir de aquella noche, la señora volvió a dormir tranquilamente.

Era el propio hermano que la perturbaba, no intencionadamente, con el propósito de perjudicarla, más si como naufrago que se agarra a alguien.

***

Algunas veces la influencia viene de Espíritus que tienen plena conciencia de lo que están haciendo y el propósito de interferir en la vida de las personas.

Cierto día, tras las vibraciones, al entrar en la práctica mediúmnica, se manifestó un espíritu bastante irritado, agresivo. Decía, vehemente, que pretendía reencarnar en aquella casa, hijo de aquella mujer.  Se refería a un nombre constante de la lista de vibraciones. Se trataba de una joven señora, al inicio de la gestación, que venía sufriendo persistente hemorragia.

El manifestante proclamaba estar empeñado en provocar el aborto y que sería inútil cualquier interferencia.

El adoctrinador ponderó:

-¿Amigo, ciertamente usted tiene buenas razones para reencarnar y le gusta mucho de aquellos que pretende sean sus padres, no es así?

¡Sí, es cierto! Tenemos ligaciones. Retornare a la convivencia de ellos como hijo. No admito que nadie me deje atrás.

Loable y valiente su atención. La experiencia en la carne es un gran desafío, marcado por sufrimientos y dificultades. No obstante, ustedes estrecharan lazos de afinidad.

Eso mismo.

Hay pequeño problema…

Grande o pequeño, no importa. ¡Nadie me lo impedirá!

-Solo usted mismo…

-No estoy entendiendo…

-Su interferencia está generando insuperable impedimento.  Como no ignora, nuestra hermana tiene ciertas limitaciones. Fue difícil quedarse embarazada…

-Se de eso. Conozco la situación en sus mínimos detalles.

-Debe saber también que si ella sufriera un aborto correría el riesgo de no poder tener más hijos, en virtud de secuelas que podrían quedar…

El médium se agitó, reflejando la sorpresa del Espíritu.

¡Ahora esto! ¡No había pensado en eso¡ Pues es asi. Pretendiendo evitar que su futuro hermano reencarne, está cerrando la puerta de la reencarnación para si mismo.

El manifestante se mostraba ahora desolado.

¡Que idiota que soy! ¡Trabajo contra mí mismo! ¿Y ahora, que hago?

-Aún es tiempo. Cambie sus disposiciones. En vez de crear embarazos ayude a nuestra hermana. Sea un amigo, un protector, para que todo salga bien y ella sea preservada. Así podrá, más tarde recibirlo como hijo.

El médium lloraba copiosamente, mostrando la emoción del manifestante. Demostrando sorprendente transformación, agradecía la interferencia del grupo y prometía seguir la orientación recibida.

Algunos días después tuvimos la noticia de que habían cesado las hemorragias de la joven, con excelentes perspectivas de una gestación tranquila.

Relatamos esa experiencia en el libro El Destino en Sus Manos, destacando el valor de ese trabajo en las reuniones mediúmnicas.

Hay un apéndice:

Posteriormente, la joven señora nos escribió, informando que el hijo, más exactamente una hija, nació sin ningún problema. Cuando la niña estaba con dos años, paso por un periodo difícil. Tenía pesadillas, parecía discutir con alguien.

La madre luego dedujo que era el obstinado candidato a la reencarnación en su hogar.

Cierta noche se cerró con la hija en el cuarto y oro hasta que la pequeña se durmió. Después se dirigió al Espíritu: 

-Amigo mío, estoy preparada para recibirlo. Por favor, venga en paz, consciente de que será recibido con mucho amor.

A partir de ahí la hija no tuvo más problemas.

Meses después la joven quedó de nuevo embarazada. El segundo hijo, también una niña, nació sin problemas.

Finalmente el Espíritu consiguió concretizar su propósito, gracias a un generoso corazón de mujer.

Historias semejantes, se producen, con frecuencia.

Conocidas en los bastidores de la espiritualidad, avanzan para el plano físico cuando hay oportunidad, para el deseo de edificación.

Las personas que participan de reuniones mediúmnicas siempre tienen experiencias gratificantes que relatar a respecto de ese bendecido trabajo, dadiva celeste proporcionada por la Doctrina Espirita.

***

Estas consideraciones ya se hacen largas, más pido permiso al lector para resumirlas, a título de fijación:

·La primitiva comunidad cristiana ejercitaba intenso intercambio con el mundo espiritual.

· La prohibición de ese contacto favoreció los desvíos del Cristianismo.

·El Espiritismo revive la práctica mediúmnica en un plano más elevado.

 ·La banalización, la Elitización y la negligencia deben ser combatidos con firmeza.

·Compromiso de todo espirita consciente, la reunión mediúmnica es el aspecto sagrado del Espiritismo, a ser cultivado con asiduidad, respeto y conciencia del deber.

·Debemos estimular la formación de grupos mediúmnicos, a partir de cursos regulares, ofreciendo a los frecuentadores de la casa espirita la oportunidad de prestar y recibir beneficios.

· Que sea cultivada rigurosa disciplina, envolviendo el estudio de los postulados doctrinarios y la práctica de la caridad, en el atendimiento a los sufridores del Más Allá.

·La reunión mediúmnica es enriquecida cuando incluimos el trabajo de vibraciones.

Es imperioso usar el espacio ocioso de los Centros Espiritas, con la multiplicación de grupos mediúmnicos disciplinados y activos, extendiendo beneficios a los encarnados y desencarnados.

Así estaremos contribuyendo para que el Espiritismo sea siempre la Doctrina de los Espíritus, esa llama gloriosa que ilumina nuestros caminos ofreciéndonos significado y objetivo para la existencia humana.

UN MINUTO CON CHICO XAVIER

UN MINUTO CON CHICO XAVIER

Por Regina Stella Spagnuolo

Nos contó Chico Xavier que en los alrededores de Pedro Leopoldo, algunos años atrás, cierta viuda vio el cuerpo de su hijo asesinado cuando ella llegaba a casa. Desde entonces, lloraba sin consuelo. El hermano homicida huyo tras cometer el delito, y la sufrida señora ignoraba incluso el por qué el chaval perdiera tan desastrosamente la vida.

Agravándosele los padecimientos morales, una amiga del médium, D. Janina Gomes, la invitó a ir en su compañía a participar de un ligero culto del Evangelio con la viuda enlutada. La desdichada madre los acogió con bondad y, luego tras realizarlo, el círculo de cinco personas, oraron.

Abierto enseguida El Evangelio según el Espiritismo, al azar, les salió ante los ojos el ítem 14 del capítulo X, titulado “Perdón de las Ofensas». Chico iba comenzar la lectura cuando alguien llamó a la puerta. Hicieron una pausa en la actividad espiritual, mientras las dueña de la fue a abrir la puerta. Se trataba de un viajante andrajoso, positivamente u mendigo, alegando hambre y cansancio. Pedía un plato de alimento y una manta. La viuda lo invitó a entrar con gentileza, pidiéndole algunos momentos de espera. El hombre se acomodó en un banco y se inició la lectura. Inmediatamente después de eso, se pasó a los comentarios en torno a la lección elegida, cuando unos de los presentes preguntó a la dueña de la casa si ella había disculpado al infeliz que le había matado a su querido hijo, cuyo nombre paso, en la conversación, a ser, por varias veces, pronunciado.

La viuda dijo que El Evangelio, por lo menos, le determinaba perdonar. Fue entonces que el recién llegado y desconocido exclamo para la anfitriona:

– ¿Pues la señora es la madre del muerto?

Y, trémulo, acrecentó que el mismo era el asesino, pasando a llorar y a pedirle perdón de rodillas. La vida, igualmente en llanto, avanzo maternalmente para él y hablo:

-¡No me pida perdón, hijo mío, que yo también soy una pobre pecadora… Roguemos a Dios para que Él nos perdone!…

Entonces le llevé un plato bien preparado y el abrigo que necesitaba el forastero. Él, sin embargo, se transformó, dejó el servicio del Evangelio con el grupo y fue a entregarse a la Justicia. Al día siguiente, Joanna Gomes y Chico regresaron a la casa de la generosa dama y ella les contó, edificada, que durante la noche había soñado con su hijo diciéndole que él mismo, la víctima, había llevado al agresor al regazo de su madre, para que ella lo ayudaría con amabilidad y ayuda, comprensión y perdón.

 Del libro Entrevista, de Francisco Cándido Xavier y Emmanuel.

LA ACCIÓN DEL PENSAMIENTO EN EL MÁS ALLÁ JOCELYNE CHARLES

LA ACCIÓN DEL PENSAMIENTO EN EL MÁS ALLÁ

JOCELYNE CHARLES

El espíritu encarnado está constantemente en actividad, y para hacerse comprender por los otros, utiliza su cerebro para expresar sus pensamientos por medio de la palabra. A veces le es difícil expresar exactamente lo que siente, por no encontrar siempre las palabras justas para decirlo. Pero más allá del lenguaje, el pensamiento se transmite inconscientemente, sigue siendo una fuerza cuyo poder aún se desconoce en parte.

 El pensamiento: lenguaje del espíritu

 Quizás les haya sucedido a ustedes que reciben una llamada telefónica, o la visita, de una persona en la que estaban pensando poco tiempo antes y en ese momento le dicen: “¡Justamente estaba pensando en ti!” Es la telepatía, función que responde a la naturaleza profunda de cada uno de nosotros. Puede desarrollarse en ciertas personas más sensibles que otras y capaces de emitir, o recibir, una información. Eso significa que el pensamiento de un individuo puede ser captado por otro sin que intervenga un sentido físico.

Siendo la naturaleza del hombre ante todo espiritual, el pensamiento, atributo esencial del espíritu, tiene las mismas características en estado encarnado que en estado desencarnado. Es una fuerza vibratoria que trasciende a la materia. Para comprender esta fuerza del pensamiento, es necesario admitir la naturaleza espiritual del hombre, la existencia del espíritu y del doble periespiritual. Nuestro espíritu preexiste al cuerpo físico y continúa existiendo después de la muerte para proseguir su evolución.

Pensar es concebir una reflexión por medio de un trabajo del espíritu para llegar a las ideas, las opiniones y las nociones intelectuales. El pensamiento pertenece al hombre, en todos sus estadios de evolución. Vivos o fallecidos, seguimos pensando.

Los tres estados del pensamiento

 Cuando pensamos, emitimos un fluido. Este fluido es el vehículo del pensamiento, como el aire es el vehículo del sonido. El pensamiento dirigido es un fluido que se exterioriza desde el sujeto emisor para convertirse en vibración. Cuando esta vibración alcanza su objetivo, se convierte en efluvio. Estos tres estados del pensamiento nos han sido enseñados por los espíritus. Nosotros “emitimos” permanentemente, actuamos sin saberlo. Emitimos vibraciones que se propagan, que alcanzan su objetivo e igualmente las recibimos. ¿En qué se convierte ese pensamiento una vez emitido? Alcanza más o menos lo que le rodea, nuestro planeta, los seres que lo pueblan, los seres desencarnados. Así, por la naturaleza de sus pensamientos y según su conciencia, el hombre actúa permanentemente sobre su medio. Todos los pensamientos, buenos o malos, constituyen un inmenso campo vibratorio que crea un ambiente espiritual general entre los humanos y sobre el planeta.

La fuerza del pensamiento como medio de acción

Podemos utilizar nuestra fuerza de pensamiento para actuar. El resultado obtenido está a la medida de la voluntad, la sinceridad y el sentimiento del emisor. Ciertos espíritas pueden ser invitados por los espíritus que se manifiestan en el seno de nuestra Asociación, para trabajar por medio del pensamiento a favor de una causa muy definida. Estas misiones son de orden individual o colectivo.

¿Rezar o pensar? La idea de que la oración puede actuar sobre los seres y los acontecimientos se encuentra desde siempre, en todas las religiones y en numerosas corrientes espiritualistas. La oración es la formulación de un pensamiento, generalmente positivo, hecho por el espíritu y cuando se practica colectivamente, en una misma orientación, esta energía se decuplica tantas veces como emisores hay. He aquí la definición dada por un espíritu, de lo que debe ser la oración pero también de lo que no debe ser: “… La oración no es una expectativa, sino una acción del espíritu responsable que da su amor. La oración no es un recitativo sino un verbo que lleva su función hacia aquel que la necesita. La oración no consiste en rogar falsamente a Dios con aire contrito y el rostro contraído de dolor. La oración es una alegría, una función inherente al espíritu, una telepatía del alma. La palabra degradada por los hombres ha perdido su sentido original. Recen, recen sí, amigos míos con todas sus fuerzas, es decir con todo su deseo de aportar al otro lo que espera de ustedes…”

Hay oraciones que no hacen intervenir a una entidad particular. Se tratará de dirigir su pensamiento, su oración de curación, por ejemplo, hacia sí mismo o hacia otra persona. Es la utilización de la fuerza del pensamiento, del pensamiento positivo en favor del prójimo. Y hay oraciones que harán un llamado a una fuerza que nos es superior: Dios. Los espíritas añadirán a los espíritus, a los guías. Citemos un extracto de mensaje: “… Dar, amar, compartir son los verbos a ser recordados cuando se les añade la función esencial del espíritu que es el pensamiento. Pensar bien, pensar auténtico, he aquí una construcción extraordinaria a su alcance, mis caros amigos espíritas. El que piensa bien, el que piensa correctamente, activa entonces a su alrededor un conjunto perfectamente coherente de ondas positivas que en vez de dispersarse en forma azarosa, sabrán alcanzar el objeto humano de la demanda, o mejor aún, al espíritu o los espíritus desencarnados protectores, para que esta demanda, si es justa, sea satisfecha de manera efectiva…” La acción del pensamiento, ya sea colectiva o individual, ya sea cadena fluídica u oración, es producto del espíritu que piensa, que imagina. Dirigidos dentro de una red de ondas y vibraciones, sus pensamientos serán recibidos.

La ayuda a los parientes fallecidos

Enfrentados a la muerte, ante el fallecimiento de un pariente, existe una acción simple y determinante al alcance de todos. Cualquiera que desee actuar por medio del pensamiento puede formar una cadena fluídica. Una cadena fluídica consiste en emitir un pensamiento, una oración, hacia ciertos objetivos precisos. Puede permitir a un ser recientemente fallecido comprender su nuevo estado, apartarlo de una eventual turbación y ayudarlo a franquear el túnel que lo conducirá al más allá, hacia su guía, hacia aquellos a quienes ha amado y conocido. Esa acción puede ser realizada por todos nosotros. Para hacer una cadena, son necesarias por lo menos tres personas, darse la mano formando un círculo y pensar intensamente en el espíritu a ser ayudado. He aquí una forma de proceder: fijen su espíritu en la persona, imagínenla, concreten esta situación con imágenes mentales, luego, por medio del pensamiento, entablen un diálogo llamándola por su nombre, aportándole las informaciones necesarias para su comprensión, a saber, que su espíritu vive siempre, que de alguna manera debe despertar en serenidad, entrar en el túnel, transitar por allí, que percibirá una luz, que debe avanzar y reunirse con su guía que le espera. Esto durante tres a cuatro minutos, luego hay que romper la cadena soltando rápidamente las manos. Puede acompañarla una música apropiada. Esta acción puede repetirse dos o tres veces, o más, en los días que siguen, sobre todo si se trata de una muerte violenta como un suicidio o un accidente. La cadena fluídica no es el único medio de acción. También pueden realizarse acciones para circunstancias más generales, dentro de una unión de pensamientos dirigidos hacia los espíritus guías.

Ejemplos de acciones de pensamiento

Nuestros fluidos son útiles y esenciales en el mundo invisible. Si son dirigidos voluntaria y conscientemente, se conjugan con los de los espíritus para influencias y acciones que van en el sentido de la evolución del planeta Tierra. Los espíritas se reúnen a fin de unir su fuerza de pensamiento para actuar en una orientación común, definida de antemano. El pensamiento dará en el blanco y con un trabajo regular, se obtendrá un resultado. Numerosas son las causas a defender en nuestro planeta, para el progreso de nuestras sociedades. Por eso, las misiones de pensamiento reúnen varios temas por ejemplo, la paz en el mundo, el fin de la pena de muerte, el fin de la miseria, el equilibrio del entorno natural del planeta, etc.

Pensar la paz El equilibrio de nuestro mundo es frágil. Muchos países aún sufren la guerra, trágica consecuencia de las acciones humanas donde el poder y el dinero dominan las decisiones políticas de ciertos dirigentes. Los que luchan por la paz arriesgan su vida y con frecuencia terminan asesinados. Actuar por medio del pensamiento, conjuntamente con el mundo de los espíritus, en conciencia y en amor puede influenciar las decisiones de los hombres y modificar el curso de las cosas. Las relaciones humanas se fundan a menudo en el dominio y el egoísmo. Pensar, rezar para que el hombre no sucumba a la tentación del odio y la violencia, sino que obre por la paz, por un mundo más justo, es el papel de los humanos conscientes del mundo en que viven y conscientes de su fuerza pensamiento. Pensar el fin de la turbación de los espíritus que sufren Cuando un individuo muere violentamente, su espíritu no se desprende inmediatamente de su envoltura carnal. La separación del cuerpo y el espíritu se produce muy lentamente, de modo inconsciente, mientras el espíritu sigue sintiendo los sufrimientos inherentes a su forma de desencarnación. Queda fijado en ese instante. El tiempo se detiene para él en el momento de sus últimos instantes. El tiempo se perpetúa entonces en un eterno presente. Después de una muerte brutal, le haría falta mucha fuerza y certeza al espíritu para no estar en turbación. Para el espíritu que vive la turbación en forma duradera, no hay verdaderos contactos con el más allá. Puede percibir el llamado de su guía, puede sentir presencias, pero por temor y porque su conciencia está alterada, rechaza la tentativa de contacto y se repliega sobre sí mismo, se encierra en su imaginación o bien permanece detenido en el traumatismo de su muerte brutal. El bloqueo es tal, que el espíritu en turbación sólo percibe lo que imagina. En ciertos casos, percibe el entorno humano que ha dejado, pero su contacto con la realidad del más allá no será efectivo sino después de haber vivido el paso del túnel. En el seno de las sesiones espíritas, recibimos a estos espíritus atormentados. Los guías no pueden llegar hasta los espíritus en turbación, aún demasiado impregnados de nuestras vibraciones materiales. No son escuchados. Sin embargo, los espíritus que sufren, todavía muy cercanos a nosotros, pueden oírnos. Cada uno a nuestro modo, espírita o no, podemos ayudarlos por medio de la oración y la fuerza del pensamiento. Como espíritas, utilizamos la mediumnidad dentro de una sesión organizada: es la sesión de liberación. El acto espírita esencial consiste entonces en emprender la liberación de estas almas turbadas, atormentadas, por medio del diálogo, la fuerza de convencimiento, la oración, con miras a ayudarlas a tomar conciencia de su nuevo estado. Durante esta sesión particular, el soporte musical es una ayuda a la oración y al recogimiento, para el médium y los participantes, lo cual refuerza la eficacia del pensamiento dirigido. Las energías se suman y se concentran en forma de un fluido que se traslada en la onda vibratoria y se transforma en efluvio, envolviendo al espíritu para alcanzar lo más profundo de él y despertarlo a su conciencia espiritual. Durante estas sesiones de liberación, el pensamiento de los espíritas y el de los espíritus se conjuga en el mismo instante, los unos impulsando al espíritu fuera del campo de su erraticidad, y los otros atrayéndolo hacia la salida del túnel que representa el verdadero paso al otro mundo.

 Pensar la liberación de los espíritus malos

 El más allá es el reflejo de lo que conocemos en la Tierra, es decir un mundo donde se encuentran el bien y el mal, el amor y el odio. El más allá no está poblado sólo de buenas intenciones. Los espíritus que nosotros calificamos de “malos” utilizan voluntariamente su relativa conciencia para seguir propagando ideas de odio, destrucción, crimen o venganza, manipulando mentalmente a ciertos seres humanos que se convierten entonces en instrumento de sus pensamientos y de sus deseos. La acción de los espíritas consiste en liberar a esos espíritus. En las sesiones, con la presencia de un médium, cada participante concentra sus pensamientos en el espíritu en rebelión y piensa su pedido de perdón, piensa en su vuelo hacia el guía que le espera. Estos fuertes pensamientos, aunados al diálogo, llegan progresivamente al espíritu y lo debilitan poco a poco. Gradualmente toma conciencia del mal que ha hecho y comienza a dudar, lo cual engendra en él un sufrimiento. Su toma conciencia del mal que ha hecho se expresa en un grito: “¡Perdón Dios mío!” Ese perdón, una vez pronunciado con sinceridad, lo lleva hacia los espíritus y más particularmente cerca de su guía. “Se ha liberado”. Cuanto más se libera el sufrimiento de la turbación y más se libera a los malos espíritus, más reencarnan esos espíritus en mejores condiciones. Lo cual, sin duda, tendrá verdadera repercusión en la evolución de la humanidad en su totalidad.

Nuestra responsabilidad de pensar bien

Viviendo encarnados en las vibraciones de la materia, nuestros pensamientos tienen una acción directa sobre la materia, mientras que el mundo invisible, aun libre de toda traba, tiene una influencia limitada sobre el mundo material. Nuestros fluidos son pues útiles y esenciales al más allá. Si son voluntaria y conscientemente dirigidos, se convierten en una fuerza de oración que se conjuga con la de los espíritus para las influencias y acciones que van en el sentido de la evolución del planeta Tierra.

LE JOURNAL SPIRITE N° 89 JUILLET 2012

HONRANDO A TU PADRE Y A TU MADRE DE AMALIA DOMINGO SOLER

HONRANDO A TU PADRE Y A TU MADRE

El tiempo es un reloj imperturbable, y los desaciertos de la humanidad no han conseguido aún, atrasarle un minuto, ni adelantarle un segundo; así pues, el Espiritismo, manifestación de la vida espiritual y tan antiguo como el Universo, ha aparecido, y ha reaparecido en la Tierra, adaptándose a los grados de civilización que ha encontrado en este pequeño globo, según el adelanto de sus humanidades.

 Alan Kardec nos dice que los espiritistas no deben jamás olvidar el cuarto mandamiento del decálogo. El mandamiento “Honrar a tu padre y a tu madre” es una consecuencia de una ley general de caridad y de amor al prójimo, porque no se puede amar al prójimo sin amar a su padre y a su madre, pero la palabra honrar encierra un deber más respecto a ellos: el de la piedad filial.

Dios ha querido manifestar con esto que al amor es preciso añadir el respeto, las consideraciones, la sumisión y la condescendencia, lo que implica la obligación de cumplir respecto a ellas de una manera aún más rigurosa todo lo que la caridad manda con respecto al prójimo.

Este deber se extiende naturalmente a las personas que están en lugar de padres, y que por ello tienen tanto o más mérito cuanto menos obligatoria es su abnegación. Dios castiga siempre de un modo riguroso toda violación de este mandamiento.

“Honrar a tu padre y a tu madre” no es solo respetarle, es también asistirle en sus necesidades, procurarles el descanso en su vejez; rodearles de solicitud como lo han hecho con nosotros en nuestra infancia.

Sobre todo con respecto a los padres sin recursos es como se demuestra la verdadera piedad filial.

¿Cumplen acaso este mandamiento aquellos que hacen un gran esfuerzo dándoles lo justo para que no se mueran de hambre, cuando ellos no se privan de nada?

¿Relegándolos en la peor habitación de la casa, para no dejarlos en la calle, cuando ellos reservan para sí la mejor y la más cómoda?. Gracias aún si no lo hacen de mal agrado y no les obligan comprar el tiempo que les queda, cargándoles con las fatigas domésticas. ¿Está bien que los padres viejos y débiles sean los servidores de los hijos jóvenes y fuertes?

¿Acaso su madre les regateó su leche cuando estaban en la cuna? ¿Ha escaseado sus vigilias cuando estaban enfermos, y sus pasos para procurarles aquello que les faltaba?

¡No!; no es sólo lo estrictamente necesario lo que los hijos deben a sus padres, deben también darles las pequeñas dulzuras de lo superfluo, los agasajos, los cuidados exquisitos, que solo son el interés de lo que ellos han recibido, el pago de una deuda sagrada. Esta es la verdadera piedad filial aceptada por Dios.

Desgraciado pues, aquel que olvida lo que debe a los que le han sostenido en su debilidad, a los que con la vida material le dieron la vida moral, a los que muchas veces se impusieron duras privaciones para asegurar su bienestar; desgraciado el ingrato, porque será castigado con la ingratitud y el abandono; será herido en sus más caros afectos, algunas veces desde la vida presente, y más ciertamente en otra existencia en la que sufrirá lo que ha hecho sufrir a otros.

Es verdad que ciertos padres olvidan sus deberes, y no son para sus hijos lo que deben ser, pero a Dios corresponde castigarlos y no a sus hijos; éstos no deben reprocharles, porque ellos mismos han merecido que así sucediera. Si la caridad eleva a ley el devolver bien por mal, ser indulgente con las imperfecciones de los demás, no maldecir a su prójimo, olvidar y perdonar los agravios, y hasta amar a los enemigos, ¡Cuanto mayor es esta obligación con respecto a los padres! Los hijos, pues, deben tomar por regla la conducta para con estos últimos de todos los preceptos de Jesús concernientes al prójimo, y decir que si todo proceder es vituperable con los extraños lo es más con los allegados, y lo que sólo puede ser una falta en el primer caso, puede llegar a ser un crimen en el segundo, porque entonces a la falta de caridad se agrega la ingratitud.

ALLAN KARDEC, demuestra claramente en sus juiciosas consideraciones lo que la lógica evidencia también; y es, que los espiritistas creyendo como creemos que los espíritus vuelven repetidas veces a la Tierra, tratamos de querer y considerar a todos los seres que nos rodean, porque ¡Quién sabe los lazos que a ellos nos unen! ¿Y había de cesar este cariño, esta consideración y este respeto con los seres que más nos han querido y a quien más beneficios hemos debido? Porque sabemos que una existencia por penosa que sea nos es provechosa, puesto que es necesario al Espíritu trabajar y luchar en sucesivas encarnaciones para ir ascendiendo en la escala del progreso universal.

Muchos seres desgraciados, en un momento de desesperación, dicen con profunda amargura: ¡Más me hubiera no haber nacido! Aunque mi padre no me hubiera dado la vida no me hacía falta ninguna. Pues bien; esta queja, este doloroso reproche nunca lo pronuncia el verdadero espiritista; porque sabe que si vino al mundo, en un palacio, en una cárcel o en un hospital, no fue su padre el que le obligó a nacer en este o en aquel lugar, sino que fue él, el que pidió a su padre que le dejase pagar una deuda o cumplir una misión en este triste Planeta.

AÑO NUEVO: VESTIDO NUEVO Y VINO NUEVO PARA PERSONA NUEVA

Por JUAN CARLOS OROZCO

Momentos antes del Año Nuevo.

La mayoría vistiendo ropas nuevas, recién adquiridas.

Otros vistiendo estilos variados.

Aunque la predominancia sea de color blanco, no hay un padrón en los trajes.

En el momento del paso al año nuevo, el momento es para el vino espumoso.

Los primeros minutos son para, los brindis, los saludos, las sonrisas, los cumplidos y felicitaciones.

El tema central para cosas y sentimientos es lo nuevo.

Esperanzas y deseos, antiguos y nuevos, se muestran para recomenzar y renovar.

Las conmemoraciones adentran la madrugada.

Al día siguiente, después del sueño reparador, la realidad es retomada.

Nuevo y viejo se encuentran de nuevo.

¿Y cómo quedará lo nuevo con lo viejo?

Este breve contexto me hace recordar el pasaje evangélico: “Nadie cose remiendo de paño nuevo en vestido viejo; porque el mismo remiendo nuevo rompe el viejo, y la rotura queda mayor. Y nadie pone vino nuevo en las odres del viejo; de lo contrario, el vino nuevo rompe las odres, y el vino se derrama, y las odres se echan a perder; el vino nuevo debe echarse en odres nuevos”. (Marcos, 2: 21-22; Mateo, 9:16-17)

Una de las interpretaciones de ese pasaje indica la renovación interior por la adquisición de virtudes morales esenciales que sirven de base para el proceso de mejoría del ser humano.

Será un trabajo sin gloria remendar un vestido viejo, desgastado por el tiempo, con retazos nuevos. Tal intento ampliará la ruptura. Lo mismo sucederá si pones vino nuevo en un odre viejo, porque este odre se echará a perder y el vino nuevo se perderá.

La enseñanza alienta a todos los que quieren eliminar el comportamiento infeliz y tienen la intención de hacer un buen trabajo, a romper con los viejos patrones de actuación: «ropa vieja» y «odres viejos».

Quien quiera implementar cambios en la vida, debe ser consciente de que esta transformación comienza dentro de la persona, bajo nuevos cimientos (vestimenta y odre).

Será una ilusión querer remendar tus imperfecciones, maquillarlas, o hacer parches parciales en tu propia personalidad, ya que esto te traerá frustraciones y decepciones que terminarán haciéndote sufrir cuando te encuentres cara a cara con la realidad.

Para cambiar la angustiosa situación en la que te encuentras, tienes que hacerlo de otra manera, cambiar y renovarte en una nueva persona.

Eligiendo el camino de la renovación, es preciso que hagas un autoanálisis, tornándote más consciente de si mismo y de sus recursos latentes, liberándote delos sentimientos inferiores mediante el esfuerzo edificante en la práctica del amor y de la caridad.

Jesús trajo la Buena Nueva, el vino nuevo, que no puede ser guardado en recipiente viejo, con sentimientos y comportamientos viciosos e inferiores.

La aceptación del Evangelio de Jesús representa la vestimenta nueva libre de impurezas.

Es preciso renovar el alma. ¡Renacer ahora!

Vivir el permanente ahora, presentándose como oportunidad para construir un nuevo futuro.

Miremos el pasado como recuerdo, más no para vivirlo. Conservemos del pasado los buenos recuerdos. No debemos traer las cosas ruines e inútiles. Vamos a traer del pasado las lecciones, las experiencias y los aprendizajes.

Ayúdate a ti mismo, que el Cielo te ayudará. Haciendo tu parte, el Universo conspirara a su favor.

Es preciso tener la conciencia de sí mismo y trabajar para mejorar.

Cada día refleja nueva oportunidad de crecimiento espiritual. Cada día es una lección.

El cambio y la transformación dependen de la voluntad, del trabajo y del esfuerzo para superar los obstáculos del camino.

El día de hoy es el que merece destaque y atención.

Debemos romper con antiguos comportamientos y sentimientos para liberar el corazón.

Aprovechemos las oportunidades hoy. No lo dejemos para mañana.

Reconstrúyete a ti mismo. Renace ahora, anticipando la victoria de la lucha interna del bien contra el mal.

Renace en el jardín que Dios le planto. Busque la felicidad dentro de usted.

Renuévese ahora, pues nadie aprovecha remiendo nuevo en vestido viejo. Deshágase de lo inútil de lo indigno, olvide los engaños que lo asaltaron, y aparte las aflicciones y angustias que solamente producen caídas. 

¡Feliz año nuevo con vestido nuevo, con vino nuevo en una persona nueva!

AMOR DE PAREJA Y EL NIDO FAMILIAR

AMOR DE PAREJA Y EL NIDO familiar

Variadas son las lesiones que dañan al ser humano durante su jornada en la Tierra. Algunas son leves, de fácil cicatrización, otras más profundas y duraderas. Las relaciones  entre la pareja es uno de los sectores en los que más suele sufrir el espíritu, debido a que la mayoría de ellos no las realizan como es debido, no saben querer, confunden el amor con la posesión y es necesario que nos eduquemos antes de emprender una relación formal con el ser que creemos amar y decidimos sea nuestra pareja en la vida terrenal.

Usando la disculpa del amor libre y del sexo liberado, no hemos puesto atención para las consecuencias amargas que resaltan de nuestro poco respeto al prójimo.

En el ansia de satisfacer los deseos carnales, no dudamos en envolvernos livianamente con personas que sienten, tanto como nosotros mismos, carencia de afecto y sed de comprensión y cariño.

¿Cuántas criaturas nacen, fruto de ese comportamiento irresponsable, y  sufren el amargo abandono y la soledad como hijos rechazados por el uno u el otro  padre, o por los dos?

¿Cuántos niños llevan en su corazoncito la tristeza de no poder pronunciar la dulce palabra de padre, `porque aquel que lo generó no honro el compromiso, dejando a la compañera toda la responsabilidad  de la educación y mantenimiento de la criatura?

¿Cuántos hombres y mujeres  que empeñaron su fidelidad, en votos hechos en el matrimonio, y los rompen livianamente  envolviéndose con otras personas, esparciendo lesiones afectivas intranscendentes?

Ciertamente muchos de esos delitos no son catalogados  por las leyes humanas, más no pasan desapercibidos en las leyes de Dios, que exige  a los responsables la debida reparación, en el momento oportuno.

Es importante que reflexionemos acerca de este asunto, por el innumerable número de casos que se dan hoy en día, cuando menos apreciamos nuestro papel de padre u madre dentro de la familia. Es  necesario que respetemos los sentimientos ajenos  tanto como deseamos  que se respeten los nuestros

Si no queremos o no podemos mantener  un romance de cariño con el otro, no lo iniciemos. Recordemos que por encima de las leyes humanas, existen las divinas, de las cuales no podemos huir. Como seres inmortales que somos.

Si sufrimos hoy en día la carencia afectiva  que nos dilacera el alma, dentro del hogar que hemos creado y tenemos instituida nuestra familia, pude ser que estemos reparando delitos del ayer , es posible que Dios permita nuestro sufrimiento, la  falta de afecto que nosotros no supimos valorar en otra vida. Muchos estamos altamente comprometidos  con las Leyes de Dios, en materia de amor y sexo irresponsable, y es por ese motivo, que aun mismo que estemos casados, sufrimos la falta de afecto y cariño,  ya que estamos sufriendo las consecuencias de los delitos cometidos a nuestros semejantes, en el área de afectividad.

Es un deber impostergable que valoricemos  los sentimientos ajenos, para que en el futuro merezcamos el afecto y la fidelidad que tanto necesitamos.

Para ser felices todos precisamos de un compañero  con quien compartir ansiedades,  resolver problemas cotidianos, confiar triunfos y reveses, y principalmente  realizar  nuestros deseos  de dar y recibir cariño.

Los objetivos principales  que han de ser alcanzados en el matrimonio es el conseguir  establecer vínculos  de amor,  comprensión  y fidelidad entre marido y mujer, asegurando así el equilibrio emocional.

El matrimonio constituye uno de los primeros actos de progreso  en las sociedades humanas; porque establece la solidaridad fraterna y se encuentra en todos los pueblos, aunque en condiciones diversas.

 Abolir  el casamiento seria  retroceder  a la infancia de la Humanidad y colocar al hombre por debajo incluso de ciertos animales que les dan el ejemplo de uniones constantes.

Que el Padre Todopoderoso ilumine y protejas vuestros hogares y a vuestras familias, que todos encontremos el consuelo afectivo con nuestros seres queridos, para que nadie pase frio o adolezca de falta de amor, comencemos a fructificar el amor con los que nos rodean, amemos sin que nos amen, sin exigencias, sin formulismos, amemos simplemente por el hecho de amar Merchita

AFECTO CHICO XAVIER

AFECTO

Del libro “El Consolador” Chico Xavier

173.- ¿Cómo debemos entender la simpatía y la antipatía?

La simpatía o la antipatía tienen sus raíces profundas en el espíritu, en el sutilísimo engranaje de los fluidos peculiares a cada uno y, casi siempre, de modo general, atestiguan una renovación de sensaciones experimentadas por la criatura, desde el pretérito delictuoso, en iguales circunstancias.

Debemos, sin embargo, considerar que toda antipatía, aparentemente la más justa, debe morir para dar lugar a la simpatía que edifica el corazón para el trabajo constructivo y legítimo de la fraternidad.

174.- ¿Podremos obtener una definición de la amistad?

En la graduación de los sentimientos humanos, la amistad sincera es el mejor oasis de reposo para el caminante de la vida, en su jornada de perfeccionamiento.

En los trámites de la Tierra, la amistad leal es la más hermosa modalidad del amor fraterno, que santifica los impulsos del corazón en las luchas más dolorosas e inquietantes de la existencia.

Quien sabe ser amigo verdadero es, siempre, el emisario de la ventura y de la paz, alistándose en las filas de los discípulos de Jesús, por la iluminación natural del espíritu que, conquistando las más vastas simpatías entre los encarnados y las entidades bondadosas de lo Invisible, sabe irradiar por todas partes las vibraciones de los sentimientos purificadores.

Tener amistad es tener corazón que ama y esclarece, que comprende y perdona, en las horas más amargas de la vida.

Jesús es el Divino Amigo de la Humanidad.

Sepamos comprender su afecto sublime y transformaremos nuestro ambiente afectivo en un océano de paz y consolación perennes.

175.- ¿La institución de la familia es organizada en el plano espiritual, antes de proyectarse en la Tierra?

El colegio familiar tiene sus orígenes sagrados en la esfera espiritual. En sus lazos, se reúnen todos aquellos que se comprometieron, en el Más Allá, a desarrollar en la Tierra una tarea constructiva de fraternidad real y definitiva.

Predominan en esa institución divina los lazos del amor, fundidos en las experiencias de otras eras; todavía, concurren igualmente los odios y las persecuciones del pasado oscuro, a fin de transformarse en solidaridad fraternal, con vistas al futuro.

Es en las dificultades probadas en común, en los dolores y en las experiencias recibidas en los mismos caminos de evolución redentora, que se olvidan las amarguras del pasado lejano, transformándose todos los sentimientos inferiores en expresiones regeneradas y santificantes.

Purificados los afectos, encima de los lazos de sangre, la sagrada institución de la familia se perpetúa en lo Infinito, a través de los lazos inmortales del Espíritu.

176.- Las familias espirituales en el plano invisible, ¿son agrupadas en falanges y aumentan o disminuyen, como se verifica en la Tierra?

Los núcleos familiares del Más Allá se agrupan, igualmente, en falanges, continuando ahí la obra de iluminación y de redención de algunos componentes de los grupos, elementos más rebeldes o estacionarios, que son impulsados, por sus compañeros afines, a los esfuerzos edificantes, en la conquista del amor y de la sabiduría.

177.- ¿Las familias espirituales poseen también un jefe?

Todas las colectividades espirituales están reunidas, en sus características familiares, por las santas afinidades del alma, y cada uno posee su gran mentor en los planos más elevados, de donde provienen las sustancias eternas del amor y de la sabiduría.

178.- ¿Podríamos recibir algún esclarecimiento sobre la ley de las afinidades entre los Espíritus desencarnados?

En la Tierra, las criaturas humanas muchas veces revelan sus afinidades en los intereses materiales, que pueden disimular la verdadera posición moral de la personalidad; en el mundo de los Espíritus elevados, sin embargo, las afinidades legítimas se revelan sin ningún artificio, por los sentimientos más puros.

179.- En el capítulo de los afectos terrenales, ¿el casarse o no casarse está fuera de la voluntad de los seres humanos?

El matrimonio en la Tierra es siempre una resultante de determinadas resoluciones tomadas en la vida del Infinito, antes de la reencarnación de los Espíritus, sea por orientación de los mentores más elevados, cuando la entidad no posee la indispensable educación para manejar sus propias facultades, o como consecuencia de compromisos libremente adquiridos por las almas, antes de sus nuevas experiencias en el mundo; razón por la cual los consorcios humanos están previstos en la existencia de los individuos, en el cuadro escondido de las pruebas expiatorias, o en el acervo de valores de las misiones que regeneran y santifican.

180.- La indiferencia en las manifestaciones de sensibilidad afectiva, dentro de los procesos de evolución de la vida en la Tierra, en las horas de dolor y de alegría, ¿es una actitud justificable como medida de vigilancia espiritual?

La indiferencia que se traduce por petrificación de los sentimientos es siempre peligrosa para la vida del alma; aun así, existen actitudes en el dominio de la exteriorización emocional, que se justifican por la nobleza de sus expresiones educativas.

181.- ¿Cómo entender el sentimiento de la cólera en los trámites de la vida humana?

La cólera no resuelve los problemas evolutivos y no significa nada más que un rasgo de recordación de los comienzos de la vida humana en sus expresiones más groseras.

La energía serena edifica siempre, en la construcción de los sentimientos purificadores; pero la cólera impulsiva, en sus movimientos atrabiliarios, es un vino envenenado de cuya embriaguez el alma despierta siempre con el corazón tocado de amargos resabios.

182.- ¿El remordimiento es un castigo?

El remordimiento es la fuerza que prepara el arrepentimiento, como éste es la energía que precede al esfuerzo regenerador. Choque espiritual en sus características profundas, el remordimiento es el intersticio para la luz, a través del cual recibe el hombre la cooperación indirecta de sus amigos de lo Invisible, a fin de rectificar sus desvíos y renovar sus valores morales, en la jornada hacia Dios.

183.- ¿Cómo se interpretan los celos en el plano espiritual?

El celo, propiamente considerado en sus expresiones de escándalo y de violencia, es un indicio de atraso moral o de estancamiento en el egoísmo, dolorosa situación que el hombre solamente vencerá agolpe de mucho esfuerzo, en la oración y en la vigilancia, de manera que enriquezca su intimidad con la luz del amor universal, comenzando por la piedad por todos los que sufren y yerran, guardando también la disposición sana para cooperar en la elevación de cada uno.

Solamente la comprensión de la vida, colocándonos en la situación de quien erró o de quien sufre, a fin de iluminarnos el raciocinio para el análisis sereno de los acontecimientos, podrá aniquilar los celos en el corazón, de manera que se cierre la puerta al peligro, por el cual toda alma puede lanzarse a terribles tentaciones, con largas influencias en los días futuros.

184.- ¿Cómo debemos efectuar nuestra auto-educación, esclarecida por la luz del Evangelio, en los problemas de las atracciones sexuales, cuyas tendencias egoístas tantas veces nos llevan a actitudes anti fraternas?

No debemos olvidar que el amor sexual debe ser entendido como el impulso de la vida que conduce al hombre a las grandes realizaciones del amor divino, a través de la progresión de su espiritualización en la devoción y en el sacrificio.

Toda vez que experimentarais disposiciones no fraternales en su círculo, eso significa que predominan en vuestra organización psíquica los recuerdos perjudiciales, tendientes al estancamiento en la marcha evolutiva.

Es ahí que urge el esfuerzo de la auto-educación, porque toda criatura necesita resolver el problema de la renovación de sus propios valores.

Habéis de observar que Dios no extermina las pasiones de los hombres, sino las hace evolucionar, convirtiéndolas por el dolor en sagrados patrimonios del alma, compitiendo a las criaturas dominar el corazón, guiar los impulsos, orientar las tendencias, en la evolución sublime de sus sentimientos.

Examinándose, aún, el elevado coeficiente de vicios del amor sexual, que los hombres crearon para sus destinos, somos obligados a ponderar que, si muchos contraen penosas deudas, entre los excesos de la fortuna, de la inteligencia y del poder, otros lo hacen por el sexo, abusando de uno de los más sagrados puntos de referencia de su vida.

Es por ese motivo que observamos, muchas veces, almas numerosas aprendiendo, entre las angustias sexuales del mundo, la renuncia y el sacrificio, en marcha hacia las más puras adquisiciones del amor divino.

Desprendiéndose, pues, que, al revés de la educación sexual por la satisfacción de los instintos, es imprescindible que los hombres eduquen su alma para la comprensión sagrada del sexo.

INSPIRACIÓN NAVIDEÑA

INSPIRACIÓN NAVIDEÑA

Por el Espíritu Meimei.

 Psicografía de Francisco Cândido Xavier.

 Libro: Los dos amores más grandes.  

Escuchas música navideña y sientes que tu corazón se transforma en un caparazón de alegría y lágrimas. Es la luz del pasado que te lleva de vuelta a tu camino y, en el, ¡reencuentras a Jesús en la pantalla de tus emociones más íntimas!… «¡Gloria a Dios en las alturas y Paz en la Tierra!».. ¡Antes de cada nota de la inolvidable melodía, regresas al regazo del hogar, a través de los prodigios de la memoria, repasando particularmente a aquellos que te amaron, con quienes no puedes intercambiar inmediatamente el abrazo de cariño acogedor!…

Aquí, en este rincón del pensamiento, escuchas las oraciones maternas que te hablaban del amor de Dios; allí reconstituyes la imagen de tu padre, apuntándote en el firmamento la centelleante mies de las estrellas; allí vuelves a la asociación de inolvidables maestros que bendijeron vuestra infancia; y, más aún, contemplad, una vez más, a los afectos muy queridos, ¡que las pruebas y dificultades de la vida cotidiana los hayan alejado de vuestra alma!…

El amor resplandece cada vez más alto, en la estela de las horas, y Jesús se nos aparece de nuevo, pidiéndonos que nos amemos también los unos a los otros, comenzando por los que nos rodean.

 ¡No te contengas!…

 Comparte no solo la mesa harta que enmarca tu alegría festiva, sino también ofrece la ternura que va más allá de tu sentimiento. Si alguien te hirió, perdónalo… Y, si hieres a alguien, cubre el gesto desconsiderado con la luz de la humildad que te hará recuperar el aprecio de tus hermanos. Divide el abrigo que llevas puesto, en vista de las necesidades del cuerpo; sin embargo, difunde la comprensión más allá de los límites de tus propias conveniencias y, en la medida de lo posible, brinda ayuda y coraje a los compañeros caídos en las sombras de la perturbación o la culpa.

La Navidad es Jesús volviendo a nosotros, llamando a la puerta de nuestra alma, para que también nosotros volvamos a Él…

Abramos nuestro corazón para que el Señor nazca en la simple paja de nuestra esperanza de paz y renovación.

 Y, mientras la vida inmortal resplandece sobre nosotros, como la estrella divina, dentro de la noche inolvidable, que cada uno de nosotros, el uno para el otro, en Navidad y en todos y cada uno de los días, seamos presencia del amor y sostén de la bendición…

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JESÚS

    «Con el nacimiento de Jesús, hay algo así como una comunión directa entre el Cielo y la Tierra. Extrañas y admirables revelaciones perfuman las almas y el Enviado ofrece a los seres humanos toda la grandeza de su amor, de su sabiduría y de su misericordia. Se abre para los corazones un nuevo torrente de esperanzas y la Humanidad, en el Pesebre, en el Tabor y en el Calvario, siente las manifestaciones de la vida celestial, sublime en su espiritualidad gloriosa, con el tesoro de sus ejemplos y de sus palabras, deja al Maestro entre los hombres su Buena Nueva. El Evangelio de Cristo es el trasunto (modelo, imagen o fiel retrato, semejanza, reflejo) de todas las filosofías que buscan mejorar el espíritu, orientando la vida y las aspiraciones. Jesús fue la manifestación del amor de Dios, la personificación de Su infinita bondad”.

Emmanuel y Chico Xavier. Libro: Antología mediúmnica de la Navidad.

FUERZAS PSIQUICAS MANUEL FILOMENO DE MIRANDA

FUERZAS PSÍQUICAS EN EL PASE

“A medida que las terapias alternativas se popularizan y reciben aceptación, apuntando a la salud real, la técnica del amor gana prestigio, pues se verifica que el fulcro de la radiación’>irradiación del pensamiento mantiene un estrecho intercambio con la emoción. Cuanto más expresiva es la parte del amor, que se irradia en forma de energía positiva, más favorables son los resultados terapéuticos en los intentos de ayudar a los demás.

El amor lúcido porta fuerzas planificadoras que fortalecen las áreas psíquica, emocional y física de aquel a quien se dirige.

Siendo la clave simbólica para la solución de los problemas más intrincados, expresa la simpatía en sucesivas oleadas de renovación que penetran en el paciente, revitalizándolo para la continuación de los compromisos asumidos.

La canalización del amor es resultado del pensamiento sensibilizado por la emoción, exteriorizando una fuerza psíquica complementaria, que se dirige en la misma dirección que la afectividad.

Cada vez que Jesús fue llamado a sanar, trató de despertar al suplicante a la responsabilidad de la salud, al compromiso con la vida. Invariablemente, le preguntaba si realmente deseaba sanar, tras cuyo consentimiento, mediante el toque del amor, recuperaba los órganos afectados, restableciendo la armonía en el ser, cuya conservación, en adelante, dependía de los mismos.

Tocando al paciente, con delicadeza, sin complejidades en el gesto, deseando y emitiendo el pensamiento curativo, llegando, psíquicamente, al necesitado dondequiera que estuviera, su amor rehabilitado, recompuesto, liberado, curado, en fin.

La innegable fortaleza de la mente, ahora demostrada en numerosos experimentos de laboratorio, radica en su educación y en la canalización que se le ofrece, favoreciendo la consecución del objetivo al que se dirige.

El sentimiento de amor que lo comanda es un complemento indispensable para lograr el fin al que está destinado.

Sin embargo, en la terapia a través de los pases, además de la energía mental y el sentimiento de afectividad, son invaluables otros recursos que forman y definen una calidad superior.

Nos referimos a las aspiraciones íntimas, los anhelos emocionales que deben prevalecer en todo aquel que sea candidato al trabajo de transfundir bioenergía curativa.

El pensamiento exterioriza la suma de vibraciones del psiquismo y, como es natural, se hace imprescindible que éstas estén constituidas por recursos positivos y saludables, sin las pesadas cargas deletéreas de las adicciones y dependencias perturbadoras.

Cada uno es lo que cultiva; y exterioriza lo que elabora.

No hay milagro transformador de naturaleza viciosa, en un momento produciendo energías saludables, que no existen en quien pretende improvisarlas.

Todo recurso es el resultado del esfuerzo y la fuerza psíquica deriva del contenido de las acciones realizadas.

Quien, por tanto, quiera contribuir a rescatar la terapia a través de los pases, olvídese de fórmulas y apariencias, perfectamente prescindibles, para cuidar de los recursos morales, espirituales, que debe desarrollar en sí mismo.

El tabaco, los alcohólicos, las drogas adictivas son muy perniciosos para los pacientes que reciben cargas de naturaleza tóxica de ellos. Igualmente, las emanaciones del desorden sexual, los desórdenes de la conducta emocional, la intriga, la maledicencia, el orgullo, el odio y su fama, adquieren un carácter destructivo, que agravará la condición de quienes se someten a ellas.

En la terapia a través de los pases, es fundamental armonizar el donante con el pasivo, la receptividad del paciente en relación al agente, sin la cual los resultados se vuelven injustos, si no decepcionantes.

La piedra que no tiene poros, después de milenios sumergida en el océano, al romperse, parece seca por dentro.

Ámate y cúrate a ti mismo, quien quiera participar en la solidaridad humana, en el ministerio de ayudar a los enfermos, para poder ayudar mejor.

Exterioriza el amor y anhela firmemente la salud de los demás, dejándote penetrar por la energía divina de la que te convertirás en instrumento y, exteriorizándola con tu propia vibración, asiste a los hermanos debilitados en la lucha, caídos en el camino, desorganizados. En los paisajes del equilibrio.

La terapia a través de los pases es una donación de amor y salud personal, prescindiendo de quejas y aparatos mecánicos de sugestión externa”.

Manuel Filomeno de Miranda

Toda vez que Jesús fue convocado a curar, procuró despertar al enfermo para su responsabilidad en la salud, para el compromiso con la vida. Invariablemente, después lo interrogaba, si quería realmente curarse, tras cuya anuencia, mediante el toque el amor, El recuperaba los órganos afectados, restableciendo la harmonía en el ser, cuya preservación, de ahí en adelante, dependía de sí mismo.

EL DÍA D RICHARD SIMONETTI

EL DÍA D

Richard Simonetti

Libro: El Clamor de las almas

Día-d, término usado en los círculos militares, marca el inicio de determinada acción bélica.

El más famoso ocurrió el 6 de junio de 1944, en la mayor operación militar aeronaval de la Historia, ciento cincuenta y cinco mil hombres, de los ejércitos de los Estados Unidos, Gran Bretaña, y Canadá, se lanzaron en las playas de Normandía, región de Francia atlántica, dando inicio a la liberación europea de dominio nazista. 

Comenzaba el colapso del tercer Reich, el imperio que según la propaganda de Adolf Hitler, debería dominar el Mundo por mil años.

Aquellas operaciones culminarían con el fin de la Segunda Guerra Mundial, cuyo inicio ocurriera cinco años antes, con la invasión de Polonia por las fuerzas nazistas.

Tras de once meses, Alemania se rendía. Lo mismo aconteciera con su aliado, Japón, cuatro meses después.  

Terminaba así, en agosto de 1945, la peor de todas las guerras, con el espantoso saldo de cincuenta millones de muertos, aproximadamente.

***

La Segunda Guerra Mundial fue relativamente corta, si es confrontada con otras que se extendieron por décadas.

La peor de todas tiene millares de años.

Eclosiono desde el aparecimiento del Hombre, envolviendo el embate entre dos concepciones, definidas por el diccionario Houaiss:

 ·Espiritualismo

Doctrina que remonta a los orígenes griegos de la filosofía, y que consiste en la formación de la existencia o realidad sustancial del Espíritu, y de su autonomía, diferencia y preponderancia en relación al cuerpo material.

Traducción: Somos Espíritus inmortales. Vivíamos antes de la cuna, y continuaremos viviendo después del túmulo.

·Materialismo

Doctrina que identifica la materia y en su movimiento, la realidad fundamental del Universo, con la capacidad de explicación para todos los fenómenos naturales, sociales y mentales.

Traducción: Somos un agregado celular, que por razones insondables, adquirió la capacidad de pensar, efímeramente, hasta que se agote su vitalidad, retornando al polvo, según la expresión bíblica.

El materialismo infelizmente, ha dominado a la Humanidad, no como idea, ya que la vasta mayoría de los hombres admite la existencia y sobrevivencia del Alma, conforme enseñan las religiones.

Su dominio dice respecto a la vivencia, a la manera de ser.

Raros se comportan de acuerdo con la noción de que continuaremos viviendo después de la muerte física y de que nos pedirán cuentas, en el Más Allá, de lo que estamos aportando en la Tierra.

Eso porque la sobrevivencia ha sido una cuestión de fe, defendida por las religiones, con base en especulaciones que huelen a fantasía.

***

En ese milenario conflicto ay un Día –D.

Ocurrió el día 18 de abril de 1857, con el lanzamiento de El Libro de los Espíritus de Allan Kardec.

Antes de eso hubieron incursiones, envolviendo agentes infiltrados en el territorio enemigo, Espíritus que se manifestaban con el concurso de individuos dotados de gran sensibilidad, los médiums.

Con el Espiritismo tuvimos una autentica invasión, que tiende a ampliarse y multiplicarse, conforme los iniciados aprendan como se procesa el fenómeno mediúmnico, que permite el intercambio con el Más Allá.

Tenemos en el Espiritismo el más importante esfuerzo de guerra en la lucha contra el materialismo, cuyo éxito es de importancia vital para que la Tierra deje de ser un planeta de Pruebas y Expiaciones y sea promovida a un Mundo de Regeneración, como está escrito en El Evangelio Según el Espiritismo.

Hay que considerar las posturas de los combatientes espiritas, conforme la definición de Kardec, en El Libro de los Médiums.

Espiritas sin saberlo.

Sin jamás haber oído tratar de la Doctrina Espirita poseen el sentimiento innato de los grandes principios que de ella proviene y ese sentimiento se refleja en algunos pasajes de sus escritos y de sus discursos, al punto de suponer, lo que los oyen, que ellos son completamente iniciados.

Aunque no encajados, contribuyen para esfuerzo en la guerra.

· Espíritus experimentadores

Los que creen pura y simplemente en las manifestaciones. Para ellos el Espiritismo es apenas una ciencia de observación, una serie de hechos más o menos curiosos.

Meros simpatizantes, no se disponen a utilizar las armas.

·Espiritas imperfectos.

Los que en el Espiritismo ven nada más que los hechos; comprenden la parte filosófica; admiran la moral de ahí proveniente, más no la practican. Insignificante o nula es la influencia que les ejerce en los caracteres. En nada alteran sus hábitos y no se privarían de un solo gozo sea el que sea. El avaro continua siéndolo, el orgulloso se conserva lleno de si, el envidioso y ocioso siempre hostiles. Consideran que la caridad cristiana es apenas una bella máxima.

Auténticos quintas-columnas. Postura espiritualista; comportamiento materialista.

·Espiritas exaltados.

La especie humana seria perfecta, si siempre tomase el lado bueno de las cosas. En todo, el exagero es perjudicial. En el Espiritismo, infunde confianza demasiado ciega y frecuentemente pueril, con extrema facilidad y sin verificación, aquello cuyo absurdo o imposibilidad de reflexión y el examen demostrarían. El entusiasmo, sin embargo, no refleja, deslumbra. Esta especie de adeptos es más nociva que útil a la causa del Espiritismo. Son los menos aptos para convencer a quien quiera que sea, porque todos, con razón, desconfían de los juzgamientos de ellos. Gracias a su buena fe, son engañados, por Espíritus mistificadores, como por hombres que procuran explorar la credulidad.

Soldados sin preparación, abren flancos en las filas espiritas.

·Espiritas cristianos.

Son los que no se contentan con admirar la moral espirita, que la practican y aceptan todas sus consecuencias. Convencidos de que la existencia terrena es una prueba pasajera, tratan de aprovechar sus breves instantes para avanzar por la senda del progreso, única que les puede elevar en la jerarquía del mundo de los Espíritus, esforzándose por hacer el bien y evitar sus malas tendencias…

Disciplinados y firmes en sus ideales, esos soldados están empeñados en el buen combate al que se refería el apóstol Pablo, el esfuerzo del Bien aliado al empeño de renovación.

***

Es notable la expresión espirita cristiana, que situa en la vanguardia de la espiritualización de la Humanidad los espiritas que se ligan a los valores del Evangelio.

  Si aspiramos a esa gloriosa realización, es bueno tener siempre presente una observación del Espíritu Lacordaire, en el capítulo V, de El Evangelio Según el Espiritismo:

 El militar que no es mandado para las líneas de fuego queda descontento, porque el reposo en el campo no le aporta ninguna ascensión.

Sed, pues, como el militar y no deseéis un reposo en el que vuestro cuerpo se paralizaría y entorpecería vuestra alma.

Alegraos, cuando Dios os envié a la lucha. No consiste esta en el fuego de la batalla, más si en las amarguras de la vida, donde, algunas veces, se necesita de más coraje que en un combate sangriento, porque no es raro que aquel que se mantiene firme en presencia del enemigo flaquee en las tenazas de una pena moral.

Ninguna recompensa obtiene el hombre por esa especie de coraje, más, Dios le reserva palmas de victoria y una situación gloriosa.    

Cuando os advenga una causa de sufrimiento o de contrariedad, sobreponeos a ella, y, cuando lo hubierais conseguido dominar los ímpetus de la impaciencia y la cólera, o del desespero decíos a vosotros mismos, lleno de justa satisfacción: Yo fui más fuerte”.

Esos, querido lector, los héroes que contribuirán decisivamente para la victoria de los ejércitos espiritualistas, habilitándose a la suprema comenda: ¡Soldados de Cristo!

CORAZONES INSPIRADOS MERCEDES CRUZ

LA INSPIRACIÓN EN EL ALMA HUMANA

La inspiración es algo que cuando te viene, sientes que en tu interior brotan un montón de ideas y cosas que aunque parecen naturales en ti, no lo son, hay veces que quieres escribir, y no puedes no tiene nada que decir, y si lo haces es gracias a que copias, cosa  no te deja la misma sensación, es como algo mecánico, que no brota de ti.  Yo os confieso que me gustaría tener muchas cosas para contaros, pero mi mundo es muy pequeño, se reduce al hogar y a la familia, y ahora últimamente viajo más, pues mi hija vive fuera y voy a su casa muy a menudo, cosa que me favorece, porque así nos vemos un poco, en otros ambientes, vemos gente nueva, y las ideas se refrescan, y te sientes más en el mundo, pero el mundo en si lo llevamos dentro, hay tantas cosas que nos pasan desapercibidas, si, no solo buenas, sino malas, de todas clases, porque vivimos en una sintonía especialidad de cada uno, y no todo lo que se asoma a nuestro paisaje, lo vemos….

Puedo deciros que la mayor satisfacción que siento es cuando me siento inspirada y puedo escribir, me gustaría poder trabajar, ayudando a gente, pero sé que en esta ocasión, en esta existencia, no ha sido ese mi cometido, tengo para escribir un libro, pero sé que sería una historia más, de las infinitas que existen en el mundo, y no se trata de destacar, se trata de tocar los corazones, para que se animen a hacer de su mundo un mundo mejor, perdonando, sin odios ni rencores, y levantar el ánimo,  para  inscribirse de una vez, en el mundo nuevo, donde el mal va a desaparecer, y desgraciadamente hemos de dar la talla para poder acceder.

Se necesita de muchos voluntarios, desinteresados, dispuestos a trabajar, la Luz ya está instalada en el mundo, con las lámparas luminosas que Dios dejó caer en la Tierra, ya eso es suficiente para nuestra mentalidad aun tan precaria, ahora hace falta, que nos interesemos, y veamos en nuestro horizonte esas luces, y nos sirvamos de ellas, para abastecer nuestra alma de la energía suficiente, para iluminar e iluminarnos con nuestra propia luz. Nunca mejor esas palabras de “Vosotros sois la luz del mundo, y con poco que os esforcéis podréis alcanzar la luz de Divina que os abastecerá  para ayudar e iluminar a vuestros hermanos más rezagados, aquellos que aún no se decidieron.

Al haber tanta enseñanzas diseminadas por todas partes, no debemos pretender destacar, ser un Jesús, un Divaldo, y tantos otros como Mahoma, Ala, Chico Xavier y tantos otros que nos asombraron e iluminaron, ya  como en la mediumnidad que antes se necesitaba de los fenómenos de materialización y demás, para llamar nuestra atención sobre la inmortalidad, ahora ya tenemos energía suficiente y conocimientos para  ser luces y diseminar la luz, por eso los corazones que caminen de buena fe, con amor y desinterés, podrán servir de celemín para muchos que están rezagados y a oscuras. Esto no se consigue en unas horas de trabajo, el trabajo ha de estar impregnado de nuestro interés e ilusión, constantes, porque si no esa ráfaga de luz habrá sido para nosotros como esa estrella fugaz que pasa por el cielo y solo dura a nuestro ver unos instantes.

Nunca os desaniméis en las cosas de Dios, la ilusión y el deseo de servir y ayudar no reside solo en la limosna que podemos dar puesto que muchos no tiene ni para su propio sustento, los ricos y poderosos lo son en este mundo, para realizar esa función, y a ellos Dios les pedirá cuenta de lo que hicieron con los bienes materiales que obtuvieron,  al igual a los que han recibido el mensaje y la luz del Evangelio se les pedirá cuenta de lo que han hecho con toda esa energía sublimada de la que muchos aún carecen, y que es necesaria para la transición planetaria en donde  todos los que perdieran la oportunidad de entrar, lamentaran y será para ellos el llorar y crujir de dientes.

Amigos, es Navidad, comienzan las fiestas y celebraciones que el hombre festeja cada uno a su manera, todas respetables, por eso se que muchos días, al estar reunidos con la familia, al estar de fiesta, y muchas ocasiones que suelen surgir en estas fechas, no podré con la regularidad que suelo hacerlo, enviar mensajes, pero como siempre os digo, mi doctrina va conmigo a todas partes, y vosotros también, por eso habrá días en que los recibiréis y otros no, os pido por ello disculpas, además de desearos con todo mi corazón que seáis muy felices, al lado de vuestros seres queridos, nosotros sabemos que la Navidad  es en todo momento para aquel que nació Jesús en su corazón y cuida esa relación con mucho amor y esmero todos los días del año, sin dudar, ni desesperar en cualquier tipo de relación, porque sabe que Jesús vive en él y lo acompaña a todas partes.

La compañía de Jesús, es el mejor salvavidas que podemos llevar con nosotros, y llevarlos a los corazones enfermos para que se curen ha de ser nuestro principal cometido.

Que Dios os bendiga a todos. Merchita

EVANGELIO – JESÚS EMMANUEL CHICO XAVIER

Emmanuel/Chico Xavier

EVANGELIO – JESÚS

Emmanuel/Chico Xavier

Libro: El Consolador 

282.-Si debemos considerar al Viejo Testamento como la piedra angular de la Revelación Divina, ¿cuál es la posición del Evangelio de Jesús en la educación religiosa de los hombres?

El Viejo Testamento es la base de la Revelación Divina. El Evangelio es el edificio de la redención de las almas. Como tal, debería ser buscada la lección de Jesús, no más para cualquier exposición teórica, sino visualizando cada discípulo el perfeccionamiento de sí mismo, desarrollando las edificaciones de su Divino Maestro en el terreno definitivo del Espíritu.

283.- Con referencia a Jesús, ¿cómo interpretar el sentido de las palabras de Juan:- “Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, lleno de gracia y verdad”?

Antes que todo, precisamos comprender que Jesús no fue un filósofo y no podrá ser clasificado entre los valores propiamente humanos, teniéndose en cuenta los valores divinos de su jerarquía espiritual, en la dirección de las comunidades terrícolas. Enviado de Dios, Él fue la representación del Padre junto al rebaño de hijos desviados de su amor y de su sabiduría, cuya tutela le fue confiada en las ordenaciones sagradas de la vida en el Infinito. Director angélico del orbe, su corazón no desdeñó la permanencia directa entre los tutelados míseros e ignorantes, inspirando las palabras del apóstol, antes referidas.

284.- ¿El apóstol Juan recibió misión diferente, en la organización del Evangelio, considerándose la diversidad de sus exposiciones en confrontación con las narraciones de sus compañeros?

Aún ahí, hemos de considerar la especialización de las tareas, en el capítulo de las obligaciones conferidas a cada uno. Las piezas en las narraciones evangélicas se identifican naturalmente, entre sí, como partes indispensables de un todo, pero somos obligados a observar que, si Mateo, Marcos y Lucas recibieron la tarea de presentar, en los textos sagrados, el Pastor de Israel en su aspecto sublime, a Juan cupo la tarea de revelar al Cristo Divino, en su sagrada misión universalista.

285.- “Jesús Cristo es sin padre, sin madre, sin genealogía”. ¿Cómo interpretar esa afirmación, frente a la palabra de Mateo?

Se hace necesario que entendamos la misión universalista del Evangelio de Jesús, a través de la palabra de Juan, para comprender tal afirmación en lo tocante a la genealogía del Maestro Divino, cuyas sagradas raíces reposan en el infinito del amor y de sabiduría en Dios

286.- ¿El sacrificio de Jesús debe ser apreciado tan solamente por la dolorosa expresión del Calvario?

El Calvario representó la coronación de la obra del Señor, pero el sacrificio en su ejemplificación se verificó en todos los días de su pasaje por el planeta. Y el cristiano debe buscar, antes que nada, el modelo en los ejemplos del Maestro, porque el Cristo enseñó con amor y humildad el secreto de la felicidad espiritual, siendo imprescindible que todos los discípulos edifiquen en lo profundo esas virtudes, con las cuales sabrán remontar al calvario de sus dolores, en el momento oportuno.

287.-Numerosos discípulos del Evangelio consideran que el sacrificio del Gólgota no hubiera sido completo sin el máximo de dolor material para el Maestro Divino. ¿Cómo conceptuar esa suposición en vista del sufrimiento moral que la cruz le habrá ofrecido?

El dolor material es un fenómeno como el de los fuegos de artificio, en vista de los legítimos valores espirituales. Hombres del mundo, que murieron por una idea, muchas veces no llegaron a experimentar el dolor físico, sintiendo sólo la amargura de la incomprensión de su ideal. Imaginad, pues, a Cristo, que se sacrificó por la Humanidad entera, y llegareis a contemplar Lo en la inmensidad de su dolor espiritual, augusto e indefinible para nuestra apreciación restringida y simple. De ningún modo podríamos hacer un estudio psicológico de Jesús, estableciendo datos comparativos entre el Señor y el hombre. En su ejemplificación divina, se hace menester considerar, antes de todo, su amor, su humildad, su renuncia por toda la Humanidad. Examinados esos factores, ¿el dolor material tendría significación especial para que la obra cristiana quedase consagrada? El dolor espiritual, demasiado grande para ser comprendido, ¿no constituyó el punto esencial de su perfecta renuncia por los hombres? En ese particular, con todo, las criaturas humanas proseguirán discutiendo, como los niños que sólo admiten las realidades de la vida de un adulto, cuando se les ofrece el conocimiento tomando como imágenes la riqueza inmediata de sus juegos.

288.-“MiPadreyyosomosUno” – ¿Podremos recibir algún esclarecimiento más sobre esa afirmación de Cristo?

La afirmación evidenciaba su perfecta identidad con Dios, en la dirección de todos los procesos concernientes a la marcha evolutiva del planeta terrestre.

289.- ¿Son muchos los Espíritus en evolución en la Tierra, o en las esferas más próxima ,que ya vieron a Cristo, experimentando la gloria de su presencia divina?

Toda la comunidad de los Espíritus encarnados en la Tierra, o localizados en sus esferas de labor espiritual más ligadas al planeta, sienten la sagrada influencia de Cristo, a través de la asistencia de sus colaboradores; todavía, poquísimos alcanzaron la pureza indispensable para la contemplación del Maestro en su plano divino.

290.- ¿Se podrá reconocer en las parábolas de Jesús la expresión fenoménica de las palabras, guardando la eterna vibración de su sentimiento en las enseñanzas?

Sí. Las parábolas del Evangelio son como las simientes divinas que brotarían, más tarde, en árboles de misericordia y de sabiduría para la Humanidad.

291. -¿Cómo interpretar al Anticristo?

Podemos simbolizar como Anticristo al conjunto de fuerzas que operan contra el Evangelio, en la Tierra y en las esferas vecinas del hombre, mas, no debemos figurar en ese Anticristo un poder absoluto y definitivo que pudiese neutralizar la acción de Jesús, porque, con tal suposición, negaríamos la prevención y la bondad infinita de Dios.

CAER EN SI RICHARD SIMONETTI

CAER EN SI

Libro: Historias que Traen la Felicidad

Lucas, 15:11-24

Un hombre rico tenía dos hijos, era señor dueño de muchas tierras…

Un día el más joven, ciertamente cansado de las disciplinas a que era sometido en la casa paterna, le dijo:

-Padre mío, quiero mi parte en la herencia.

Bien merecía severa reprimenda por su petulancia. Era heredero, no el dueño.

Sabiamente, sin embargo, el padre consideró que era llegado el momento del hijo tener sus propias experiencias.

Dejaría el aprendizaje suave en el hogar y tendría como maestra más rigurosa –La Vida.

Según la ley, cuando eran apenas dos hijos, el primogénito heredaba dos tercios de los bienes.

Siendo así, el hijo más joven recibió un tercio, junto sus pertenencias y partió para un país distante, lo más lejos posible.

No quería los ojos paternos sobre él.

Ansiaba por desfrutar plena libertad.

Engaño frecuente, propio de la juventud — despreciar la experiencia de los más viejos.

Luego se rodeó de amigos… de su dinero.

Vivía a lo grande, gastando mucho sin ahorrar nada, sin invertir, ilusionado por los placeres inmediatos.

En poco tiempo disipó sus posesiones.

Con ello, perdió a los llamados amigos.

Se encontró solo, sin recursos.

Era una época de depresión, el país estaba asolado por el hambre.

Después de mucho buscar, lo único que consiguió fue un trabajo en el campo – cuidador de cerdos. Humillación suprema para un judío: cuidar animales considerados “impuros” en sus tradiciones religiosas.

Vivía miserablemente, con envidia hasta de los cerdos a su cargo. Eran bien tratados, recibían raciones abundantes de algarroba, una vaina dulce y nutritiva. En cuanto a los siervos, llegaban a pasar hambre. Eran descartables…

Sobraba la oferta de mano de obra.

Al final, después de mucho sufrir, el joven cayo en sí.

Reconoció que cometió un grave error.

— ¡Cuántos empleados de mi padre tienen pan para hartarse, y yo aquí estoy, muriendo de hambre!

– Regresare a casa de mi padre.

Llego hasta pensar en lo que le diría:

—Padre, peque contra el Cielo y ante ti. Yo no soy digno de ser llamado tu hijo.

Trátame como a uno de tus empleados.

Dejo la hacienda y partió.

Fue un viaje largo y sufrido, sin dinero, sin acompañantes, sin servicios, sin carruaje*;.. Cruzó la inmensa distancia limosneando, pidiendo comida y alojamiento.

Finalmente, después de mucho caminar, llegó al final del viaje Agotado, hambriento, con la ropa hecha jirones, pelo y barba desordenados, parecía más un mendigo. Con el corazón palpitante, agitado, con incontenible emoción, se acercó a la casa.

El padre ciertamente había sido advertido de su presencia, ya que vino corriendo a su encuentro. Sin una palabra de advertencia o queja, le dio un fuerte abrazo y lo besó afectuosamente.

El hijo, en copiosas lágrimas, desbordante de arrepentimiento y añoranza, se arrodilló.

– ¡Padre, he pecado contra el Cielo y ante ti! Ya no soy digno de ser llamado tu hijo…

Adivinando que el joven pretendía someterse a la suprema humillación de ser acogido como simple empleado, el padre no lo dejó continuar. lo coloco  contra tu pecho y, rebosante de felicidad, se dirigió a sus sirvientes:

– Tráeme rápidamente la mejor túnica y pónsela a mi hijo; ponle el anillo en el dedo y sandalias en los pies. Traer también el ternero cebado. Vamos a preparar una fiesta. Comamos y alegrémonos, porque este mi hijo estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y fue encontrado.

La mejor túnica, larga y de lino fino, se reservaba para ocasiones especiales.

El anillo, con un engaste de piedras preciosas, era usado por personas de clase social alta.

El calzado distinguía a los señores de los siervos. Estos iban descalzos.

Esas recomendaciones significaron que el joven no fue degradado a un simple sirviente.

Él era el hijo muy amado en casa.

***

Tenemos aquí la famosa Parábola do Hijo Pródigo, la más notable de cuantas Jesús contó.

Y tan bella como sencilla. Fácil de ser interpretada.

El padre generoso es Dios.

Su hijo, el ser humano.

En el estado de evolución en el que nos encontramos* alma adolescente, inmaduros y orientados por el egoísmo, malbaratamos las dádivas divinas.

Tomamos nuestra herencia, simbolizada por los valores de la inteligencia y el tesoro del tiempo, y nos apartamos de la casa paterna, esto es, de la disciplina del discernimiento, que sustentan la comunión con Dios.

Embargados por engañosas promesas de placer, comodidad, riqueza y poder, con las que el mundo nos llama, nos deslizamos en la inmediatez terrestre, en la rutina de comer, dormir, vestirse, trabajar, procrear, divertirse^.: ‘

Avanzamos por estériles campos de indiferencia en relación a los objetivos de la vida y disipamos las oportunidades de edificación como quien hecha fuera inmensa fortuna.

Cuando surgen las tribulaciones, los períodos de crisis, de dificultad, en que la vida frente a nuestras adquisiciones o exige la reformulación de nuestro comportamiento, nos vemos como a semejanza del hombre poco precavido, que no se preparó en la abundancia para los días de escasez.

Espíritu vacío de ideales, corazón enganchados a las sombras, nos sentimos mendigos de paz, atormentados por dudas y aflicciones, en un clima de infelicidad crónica.

Y envidiamos a las personas que desde un punto de vista humano parecen inferiores – tienen menos dinero, no tienen educación, están en una posición social humilde, pero tienen la única auténtica riqueza, por la que daríamos todo lo que tenemos: ¡un corazón en paz!

Como el hijo pródigo, podríamos considerar:

—Cuántos humildes servidores de mi padre tienen el pan de la tranquilidad, mientras me alimento de la inquietud.

Y que ellos permanecen en la casa paterna. Están en comunión con el Padre, expresándose en los valores de sacrificio y renuncia, trabajo y desinterés.

Cumplen fielmente sus deberes, en particular el de portarse como hijos del Altísimo.

***

Para saber a qué distancia estamos del Señor de la Vida, basta examinar nuestro interior.

Si hay inquietud, tensión, angustia, insatisfacción, tristeza, depresión, desequilibrio, es porque permanecemos apartados de la casa paterna.

El hijo prodigo cayó en sí, según la expresión evangélica, esto es, reconoció sus engaños, la necesidad de buscar al padre.

¡Glorioso y decisivo momento!

Felices los que caen en si, los que se disponen a cambiar de rumbo mientras están en tránsito por la Tierra.

Multitudes lo hacen apenas en el plano espiritual, después de prolongados padecimientos. Hay, aun, Espíritas que se demoran siglos en regiones sombrías, por no reconocer su miseria moral, ni decidirse a caminar al encuentro del Padre.

***

Es imperioso que ese despertar ocurra durante la experiencia humana, a fin de que la muerte no nos imponga penosas sorpresas. Es el primer paso para que nos habilitemos a la renovación, agilizando nuestra jornada para Dios.

El camino delineado está en el comportamiento religioso. No es por acaso que el termino religión del latín religare, significa ligar o religar.

Olvidemos el aspecto formal de la religión, el culto exterior, la mera frecuencia a los templos.

Privilegiemos el contenido moral, la vivencia de los principios, cuya esencia está en las lecciones enseñadas y ejemplificadas por Jesús.

Dice el Maestro, en El Sermón de la Montaña (Mateos, 5:8):

Bienaventurados los que tienen limpio el corazón, porque verán a Dios.

Señalización perfecta, en la sencillez de la enseñanza. Caminar hacia Dios es depurar el corazón, eliminando las manchas que se sustentan en los sentimientos interiores que caracterizan a la Humanidad, en la etapa evolutiva en que nos encontramos.

Incluso podemos medir nuestro progreso en esa dirección, considerando algunas situaciones:

Delante de los hijos.

El hombre común:

– Son indisciplinados. Precisan de castigo.

El hombre puro:

— Son inmaduros e inseguros. Precisan de cariño.

Ante los padres.

El hombre común:

– No saben nada.

El hombre puro:

– Tengo mucho que aprender con ellos.

Ante el familiar en desajuste.

El hombre común:

-Es un imbécil, desvariado!

El hombre puro:

– Es el hermano que pide paciencia.

Ante el pobre.

El hombre común:

-¡Pícaro más!

El hombre puro:

– ¿En qué puedo ayudar?

Delante de la ofensa.

El hombre común:

– ¡Voy a comerle el hígado!

El hombre puro:

-No fue nada.

Delante de las atribulaciones.

El hombre común:

– ¡Estoy harto!

El hombre puro:

– ¡Podría ser peor!

Delante de la enfermedad.

El hombre común:

– ¡Es una tortura insoportable!

El hombre puro:

– ¡Bendito embellecimiento para el alma!

Ante una falta.

0 hombre común:

– ¡Lo negaré hasta la muerte!

0 hombre puro:

– ¡Asumo mi responsabilidad!

Ante la malicia.

El hombre común:

«… ¡y hay más!»

El hombre puro:

– No me compete juzgar.

Delante de la muerte.

El hombre común:

– ¡Tengo miedo!

El Hombre puro:

-Estoy listo

Da para percibir que estamos más cerca del hombre común.

No obstante, conquistaremos la pureza ideal para el encuentro con Dios, si estuviésemos dispuestos a usar ese quita-manchas infalible – El Evangelio.

Es preciso ―emplear con perseverancia y vigor ese “detergente” infalible que depura nuestros pensamientos, palabras y acciones.

¿Y como nos recibirá el Todo-Poderoso?

¿Con sanciones severas?

¿Con amonestaciones exasperadas?

¿Con el rigor del patrón intransigente ante el siervo en falta?

No! Dios es nuestro Padre y yá nos amaba antes que le conociésemos.

La parábola es muy clara a ese respecto.

¡Júbilos celestes marcaran nuestro encuentro con el Señor que, en la intimidad de nuestras almas, nos procura, nos habla, nos llama, nos guía, nos espera!