VAMPIRISMO Y DES-ENCARNACIÓN
La mente es dinamo generadora de energía cuyo potencial y finalidad están gobernados por el comportamiento moral, por el deseo de quien lo emite. Hay enfermedades de diferentes procedencias que se instalan bajo la contribución de la conducta mental de los propios pacientes, dando margen a fenómenos de auto destrucción a corto o largo plazo, de desarticulación de las defensas psíquicas y orgánicas; cuando irrumpen problemas graves en el área de la salud, con muchas dificultades para un diagnostico correcto, cuanto para una terapia segura.
El hombre, es intrínsicamente, lo que piensa, siendo ese su mecanismo mental el resultado de sus experiencias procedentes, de otras reencarnaciones lo que motiva las fijaciones, las preferencias, los ideales sustentados. De más alto valor es, por tanto, el cultivo sistemático de los pensamientos positivos, de las ideas ennoblecedoras, de la conversación edificante, por las aspiraciones optimistas que facultan la renovación de los paisajes íntimos y la sustitución de los clichés, infelices, propiciadores de enfermedades, de turbaciones del razonamiento, desajustes de todo tipo. Nadie huye de si mismo, por más extraña y dispersa que sea la siembra, la cosecha se hará de forma compulsoria en el mismo campo y mediante los mismos elementos esparcidos.
El tiempo, ese benefactor ignorado y paciente, se encargará de ajustar y poner en sus debidos lugares todo cuanto se encuentra en desconcierto y desequilibrio.
Cada vida es un libro abierto, rico de experiencias y lecciones de las cuales se pueden retirar provechosas enseñanzas para la realización interior. Aun de las existencias más oscuras fluye un manantial de alto valor, si sabemos evaluar las realizaciones y sufrimientos, las luchas y renuncias, los esfuerzos y los silencios vividos para la adquisición de la felicidad, según el parecer de cada criatura.LEER MÁS