EL DESTINO DE LOS ANIMALES Y LA CUESTIÓN DE
“PERRO INTERCESOR”
El Espiritismo es una doctrina espiritualista de un carácter filosófico y, al mismo tiempo, una ciencia experimental, según la definición de Allan Kardec. El objeto especial del Espiritismo es el conocimiento de las leyes del principio espiritual, siguiéndose de ahí que el conocimiento acerca de los principios de la materia, estudiados por las ciencias ordinarias, le sirve de complemento, una vez que el conocimiento de uno no puede estar completo sin el conocimiento del otro. De este modo, el Espiritismo y la Ciencia se complementan recíprocamente.
Contrariamente a eso, ciertos simpatizantes de la Doctrina Espirita prefieren renegar de los conocimientos científicos y derivan para la tentativa de anexar al conocimiento y practicas espiritas conceptos oriundos del Espiritualismo genérico, con lo que intentan ·enriquecer” el cuerpo doctrinario espirita. De esta forma, pasan a diseminar, junto a los núcleos espiritas, ideas y conceptos que entran en conflicto con claridad y directamente con los más básicos y elementales principios espiritas, ocasionando así, grandes confusiones entre los simpatizantes de la Doctrina, conduciendo el Movimiento, de manera, subrepticia, a la perdida de unidad y, consecuentemente, provocando desinteligencias entre los adeptos, lo que facilita la formación y fortalecimiento de .reductos seitistas. Actúan, por tanto, bajo la apariencia de virus peligrosos, como ya tratamos en el artículo, “Los caballos de Troya del Espiritismo”.
Una de esas cuestiones elementales a la que nos referimos más arriba es aquella que trata del animal irracional y su destino después de la muerte, así como el grado de evolución al cual pertenecen. Tal asunto es tratado de manera clara en la obra basilar de la Doctrina Espirita LEER MÁS